«Vivimos el saqueo financiero más grande de la historia, nadie dice nada, hay complicidad»

Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

El Licenciado en Administración y Finanzas, y asesor del Foro Argentino de la Deuda Externa , Héctor Giuliano, manifestó a Conclusión su preocupación sobre el proceso de endeudamiento argentino, al que calificó de saqueador y de estar instrumentado con la complicidad de la clase política, empresarios, medios de comunicación y charlatanes del stablishment que someten al pueblo a grandes carencias y dejarlo sin perspectivas de futuro.

«Una vez más y no casualmente, en época preelectoral, Argentina sufre un fuerte golpe de mercado, que no responde a una racionalidad financiera o económica, responde a una estructura de poder que lo promueve», sostuvo Giuliano, y agregó «el dinero domina el mundo y a la Argentina, el mecanismo con el que el dinero domina el mundo es el sistema de la deuda pública perpetua».

Argentina esta siendo saqueada por una clase política dirigente

Para el autor del libro Problemática de la Deuda Pública Argentina, «nuestro país y la mayoría de los países del mundo, están endeudados por encima de su capacidad de pago, también es un problema de Estados Unidos, que bate récord en deuda pública, estaba en 32 trillones de dólares, mientras que su producto bruto esta alrededor de los 20 trillones. Y los norteamericanos pagan por esa deuda que se renueva un producto bruto argentino, en 2017 el monto fue de 550 mil a 600 mil millones de dólares de intereses, no de capital».

Estado Unidos paga por su deuda pública de intereses por año 550 mil millones de dólares, nunca de capital porque por el sistema de usura no se paga y se renueva

El actual límite de deuda, de Estados Unidos, incrementado por última vez en 2021, es de US$ 31,4 billones y el mismo ya fue alcanzado el pasado 19 de agosto. Una caída en default implicaría una recesión casi asegurada para los norteamericanos. Las medidas de emergencia que dispuso el Tesoro  podrían extenderse por menos tiempo de lo esperado y, de no haber acuerdo entre demócratas y republicanos para extender o suspender el límite de deuda que posee el Gobierno, el país caerá en cesación de pagos».

«Vivimos el saqueo financiero más grande de la historia, nadie dice nada, son cómplices»

Giuliano explicó que «los países que están en situación de default y no lo reconocen como Argentina, viven empeñados en enmascarar su propia mentira. Argentina no tiene ni un dólar partido por la mitad, pero este año tiene vencimiento de capital por 103 mil millones de dólares y está previsto por el Presupuesto aprobado por el Congreso de la Nación donde levantaron la mano oficialismo y oposición, que además la deuda aumente otros 34 mil millones de dólares este año».

Para el especialista, hace 46 años -desde José Alfredo Martínez de Hoz hasta la fecha- que «Argentina cada bono que vence se renueva con el propio acreedor o un tercero, es decir novación de deuda en forma perpetua, esto no es gratis porque se paga cada vez mas tasas de interés. Hoy el Estado paga tasa de interés entre el 92 y 98 por ciento anual, significa que esta tasa nominal equivale a una tasa efectiva 140, 150 y 160 de interés anual».

Cuando se tiene una deuda sin la más miserable capacidad de repago, se entró en la trampa de usura de la deuda perpetua

Respecto de deuda del país, el asesor del Foro Argentino de la Deuda Externa, apuntó que se debe 410, 000 millones de dólares y por este monto no se puede pagar un centavo, porque si se lo hace, se renueva la deuda», y llamó la atención al advertir: «dicen que la Argentina está bien, porque hace roll over positivo, esto es un engaño descarado a la gente, esto significa, que se renueva la deuda que vence y se toma nueva deuda».

Mauricio Macri – Alberto Fernández

Giuliano desnudó el latrocinio al explicar que este mecanismo «aumenta el gasto público, y al hacerlo incrementa el déficit fiscal y para cubrirlo se toma más deuda pública, interna o externa y después vienen estos hipócritas economistas del stablishment con los liberales a la cabeza diciendo que la culpa de endeudamiento es el déficit fiscal, pero omiten decir que el principal rubro de este déficit son los intereses de la deuda pública, los tres primeros meses de este año,  los intereses de la deuda en relación al mismo periodo del año pasado, aumentó 170%».

Todo esto se le oculta a la gente, hay complicidad institucional entre el gobierno, la clase política en su conjunto, y los medios de comunicación que le dan espacio para mentir, porque quien paga el costo de este saqueo es el pueblo

En la misma línea analizó, que la principal deuda del Banco Central son las Letra de liquides (Leliq), en este momento el gobierno, tiene una deuda de 13 billones 800 mil millones de pesos, quiere decir que en 3 meses aumentó tres billones 300 la deuda, que es una deuda paralela a la del tesoro – que no se puede pagar- la aumentamos a un promedio de más de un billón de pesos por mes».

En relación a la corrida cambiaría, el docente apuntó que el costo del saqueo financiero lo paga el pueblo argentino,  y lo paga a través de la inflación, porque el FMI obliga a subir las tasas de interés, para evitar una corrida cambiaría, y a pesar de esto, se dio esa corrida ante esto el gobierno aumentó servilmente las tasas de interés, que de 81 por ciento al 92 por ciento, con esto le caen al Banco Central por día 34 mil millones de pesos de intereses y paralelamente le Tesoro Nacional paga entre 8 y diez mil millones de pesos más de intereses».

La complicidad en la entrega se hace por ineptitud, cobardía y complicidad, pero la mayoría son las tres cosas a la ves

En agosto de 2020, Héctor Luis Giuliano, Alejandro Olmos Gaona y Francisco Javier Llorens le enviaron una carta a Alberto Fernández con «serios reparos respecto el arreglo con los bonistas extranjeros», y propusieron una alternativa de pago basada en bonos ajustados por inflación de uso extendido en los países más desarrollados, principalmente por parte de municipios, estados, y grandes bancos y fondos de inversión, acorde con el benévolo servicio de intereses que ese tipo de bonos demandan, que no deberían superar el 1 % anual ajustado por la inflación internacional, hasta que se produzcan los pagos del capital.

También le sugirieron que el tratamiento del empréstito se podía realizar “sin menoscabo de la necesidad de investigar y auditar (la deuda existente), y relevar los nefastos efectos que ella le ha deparado a Argentina”, la realidad indica que la propuesta cayó en saco roto.

Wall Street

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