El Papa defendió la «cultura del trabajo» tanto como «la noble vocación del empresario»
"No se puede vivir de subsidios, porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas, que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y el ingenio", convocó Francisco ante empresarios en el Coloquio de Idea, y aclaró: "Algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo".
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- Oct 14, 2021
El papa Francisco pidió este jueves «brindar fuentes de trabajo diversificadas», tras asegurar que «los subsidios sólo pueden ser una ayuda provisoria», al participar en el 57 Coloquio de Idea con un videomensaje, en el que calificó como «indispensable» el diálogo entre empresarios y trabajadores.
«Varias veces me he referido a la noble vocación del empresario que busca con creatividad producir riqueza y diversificar la producción, haciendo posible al mismo tiempo la generación de puestos de trabajo«, planteó el pontífice en su mensaje.
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Luego de saludar «el espacio de diálogo» propuesto por «la Fundación Idea y la Unión de trabajadores de la Economía Popular», el Papa argentino destacó el valor del trabajo para la «dignidad».
«Porque no me cansaré de referirme a la dignidad del trabajo. Lo que da dignidad es el trabajo. El que no tiene trabajo, siente que le falta algo, le falta esa dignidad que da propiamente el trabajo, que unge de dignidad», sostuvo Jorge Bergoglio.
En ese marco, criticó interpretaciones sobre sus palabras y afirmó que «algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo: que propongo una vida sin esfuerzo, o que desprecio la cultura del trabajo».
«Imagínense si se puede decir eso de un descendiente de piamonteses, que no vinieron a nuestro país con ganas de ser mantenidos sino con un enorme deseo de arremangarse para construir un futuro para sus familias», respondió.
«Es curioso, no ponían la plata en el banco los migrantes, sino que: ladrillos y terreno. La casa, lo primero. Miraban adelante hacia la familia. Inversión de familia», argumentó Francisco.
Así, para el Papa, «el trabajo expresa y alimenta la dignidad del ser humano, le permite desarrollar las capacidades que Dios le regaló, le ayuda a tejer relaciones de intercambio y ayuda mutua, le permite sentirse colaborador de Dios para cuidar y desarrollar este mundo, le hace sentirse útil a la sociedad y solidario con sus seres queridos».
«Por eso el trabajo, más allá de los cansancios y dificultades, es el camino de maduración, de realización de la persona, que da alas a los mejores sueños», agregó en su intervención.
De todos modos, el Papa aseguró que «siendo esto así, queda claro que los subsidios sólo pueden ser una ayuda provisoria«.
«No se puede vivir de subsidios, porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas, que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y el ingenio»
Esas fuentes de trabajo, para el Papa, «por ser diversificadas, abren el camino para que las distintas personas encuentren el contexto más adecuado para desarrollar sus propios dones, ya que no todos tienen las mismas capacidades e inclinaciones».
En su discurso, Francisco deseó que el encuentro «sea un momento de verdadero intercambio que pueda recoger el aporte innovador de los empresarios y el de los trabajadores que luchan por su dignidad y por sus familias».
«Por esta senda creo que el diálogo entre los empresarios y los trabajadores es no sólo indispensable sino también fecundo y prometedor«, destacó por último, antes de resaltar el «propósito tan noble» del coloquio.