El Senado aprobó este jueves distintos proyectos, pero dejó afuera de la sesión la iniciativa que buscaba fijar una reforma jubilatoria que recomponga el poder adquisitivo de los adultos mayores. Unión por la Patria exigió tratar el tema sobre tablas, pero el radicalismo y La Libertad Avanza consiguieron bloquear la propuesta y dejar el debate para más adelante.

En un primer momento, el radicalismo pidió convocar al tratamiento de la reforma jubilatoria -tenga esta o no dictamen- en la próxima sesión, pero Unión por la Patria consideró que, teniendo en cuenta las urgencias del sector afectado por este proyecto, era conveniente tratar la iniciativa sobre tablas -con dos tercios de la Cámara- y de manera inmediata.

En ese marco, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, de La Libertad Avanza, se comprometió a garantizar el tratamiento de ambos petitorios. Por esta razón, primero se sometió a votación la moción del radicalismo, que el peronismo rechazó a la espera de que sea considerada su postura.

La Unión Cívica Radical consiguió 37 votos afirmativos y 31 negativos (todos los de Unión por la Patria y los de los libertarios Paoltroni y Bedia), así que salió aprobada.

El senador salteño Juan Carlos Romero intervino en ese momento para apuntar que reglamentariamente «no hay nada que indique que hay que hacer dos votaciones por el mismo tema». Un argumento que Abdala utilizó a su favor para desdecirse y dejar sin efecto el compromiso de también tratar la moción de Unión por la Patria.

El peronista José Mayans insistió en que el proyecto podía ser tratado sobre tablas, ya que -según dijo- «con dos tercios se puede apartar el reglamento e introducir un tema».

Los reclamos de Unión por la Patria quedaron en el camino y primó la voluntad del radicalismo, una vía de escape momentánea para La Libertad Avanza, que tiene a los jubilados como una variable de ajuste para mantener equilibradas las cuentas fiscales.

El proyecto en cuestión, nombrado como Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y plantea una nueva ley jubilatoria que combine el IPC y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), además de un ingreso extra del 8,1% para los jubilados.