Elecciones octubre: divide e impera
El PJ barrió a Juntos por el Cambio con Milei, y Juntos por el Cambio, con Schiaretti, impidió que ganara en primera vuelta.
- Política
- Oct 24, 2023
Por redacción stripteasedelpoder.com
El ex presidente Eduardo Duhalde, haciendo honor a lo que insinúa su apellido, era un experto en dividir a la oposición, creándole un sosías. De esa doctrina, cuando era duhaldista, aprendió Bonaparte Massa. Por eso fue Duhalde quien lo puso a cargo de la ANSES, tras haberse desempeñado antes como presidente de la Juventud Liberal de la UCEDE, aliada con el PJ menemista.
Concretamente, el PJ con la ayuda de Milei, un ex empleado del peronista Eduardo Eurnekian y su canal América, fabricaron Juntos por el Cambiazo, alias La Libertad Avanza, para dividir a Juntos por Cambio. Y por su parte este, con Schiaretti, un ex empleado de Macri en Socma, escindió al PJ con el “cordobesismo”.
Los resultados concretos de esas estrategias similares, son muy disimiles. Bonaparte Massa demolió a Juntos por Cambio, relegándolo a un tercer lugar. Y por su parte Malaparte Macri, solo logró impedir que el PJ ganara en la primera vuelta, al no alcanzar el 40 % de los votos, obligándolo a un balotaje. Tal como se puede ver en la portada.
La dinámica además consistió en que el PJ iba de punto, y JXC de banca. Y estos creyéndose ganadores, disputaron entre si ferozmente, a ver quién se quedaba con el sillón de Rivadavia. Primero entre Bullrich y Rodríguez Larreta, y luego entre Milei y Bullrich, con la consecuente erosión autoinfligida.
Mientras que Malaparte Macri, creía qué con un balotaje entre estos últimos, como árbitro del mismo, iba afianzarse para siempre en la escena política, como si no hubiese protagonizado una presidencia fallida. Pero “Ventajita” Bonaparte Massa se puede decir gráficamente, lo partió por el eje.
Por su parte los grandes medios aliados con Malaparte Macri, para tratar de subir a Bullrich al balotaje, lanzaron tras las PASO enormes andanadas de mugre contra Milei. Y también contra Bonaparte Massa y Kicillof, el comandante de la enorme trinchera peronista del Conurbano. Con el agregado de una desestabilización del dólar, que llevaron de 600 a más de mil pesos, sin grandes efectos.
Por lo que se puede decir que los grandes derrotados también fueron las “máquinas del fango” de Clarín y La Nación. Cuyos proyectiles lanatas y wiñazkys carecen ya de efectividad, por haber saturado a sus audiencias.
En su discurso tras el triunfo del domingo, mientras Milei procuraba profundizar la grieta, llamando a enterrar al kirchnerismo, Bonaparte Massa la dio por muerta. Erigiéndose como síntesis frente la dialéctica kirchnerismo – macrismo. Con su pasado liberal, y su presente en el que es el menos peronista de los peronistas, y el peronista mas amigo de EEUU. Ese parece haber sido el sentido profundo de la votación del domingo, que habrá que ver si se verifica en el balotaje.
Síntesis que indudablemente no podía expresar Milei, con su furibundo anarco liberalismo anti casta, y los vástagos de la oligarquía escondidos tras él. Y tampoco Bullrich, otra vástago de la vieja oligarquía, con su furibundo antikirchnerismo, encaramada en un lado de la grieta. Tampoco la puede expresar Schiaretti, con su supuesto milagro cordobesista que no es tal, siendo un ex empleado y actual servidor de Malaparte Macri, el protagonista de la grieta.
La movliización de la reserva electoral
El triunfo de Bonaparte Massa, también se fincó en la movilización de parte de las reservas desencantas con el gobierno de Fernández, que se habían abstenido de votar tanto en el 2021 como en las recientes PASO, mediante un masivo plan “Platita”. De esa manera Bonaparte Massa pasó de 6,46 millones de votos en las PASO, a 9,65 millones, con un aumento de 3,19 millones. Mientras que Milei paso de 7,12 a 7,88, con un aumento de 760 mil y pico de votos. Mientras que Bullrich perdió 430 mil y pico de votos. Y por su parte Schiaretti y su supuesto milagro cordobés, pasó de 0,91 a 1,78 millones, con un aumento de 870 mil y pico de votos.
Concretamente, los votos en blanco disminuyeron de 1,14 millones a 554 mil, y los votos positivos por la mayor concurrencia de votantes, pasaron de 21,81 millones a 26,29 millones, con un aumento de 4,48 millones. De los cuales un 71 % fueron para Bonaparte Massa, un 17 % para Milei, un menos -10 % para Bullrich, un 20 % para Schiaretti, y un 2 % para Bregman.
La dictadura del conurbano
El aumento de los votos provino un 42 % de Buenos Aires, por la enorme incidencia que tiene el Conurbano bonaerense. En el caso de Bonaparte Massa, su aumento de votos provino un 44 % de allí, y en el de Milei, un 48 % también provino de allí. Respecto la pérdida de votos de Bullrich, un 45 % se dio allí. En el caso de Schiaretti un 31 % vino de allí, y en el de Bregman un 73 % se dio allí.
La incidencia de Buenos Aires que implica al denso Conurbano bonaerense, se puede ver en el siguiente gráfico. Pudiéndose observar un virtual empate entre Bonaparte Massa y Milei en el Resto del país, con 5,42 millones de votos contra 5,35 millones. El que es desbalanceado con los 4,22 millones de votos que obtuvo Masa en Buenos Aires, contra los 2,53 millones de Milei.
La caída de la representación
De todas maneras, el triunfo de Bonaparte Massa mediante fracturar la oposición, puede considerarse una victoria pírrica, a la luz de las tremendas adhesiones que anteriormente suscitaba el peronismo, que superaba la mitad de la población.
Concretamente, como se puede ver en el siguiente gráfico, a Bonaparte Massa lo votaron 2 de cada 7 electores, a la par de que hubo un NO VOTO de 1 cada 4 electores. A Milei lo votaron 2 de cada 9 electores, y a Bullrich 1 cada 6. Mientras que a Schiaretti lo votaron casi 1 cada 20, y a Bregman 1 cada 50.
En el caso de llegar a la presidencia, sí como hasta ahora, Bonaparte Massa no logra solucionar efectivamente los problemas fundamentales de la economía argentina, con altísima inflación, indigencia, pobreza, informalidad laboral, y pésima distribución del ingreso, el desencanto hacia el massimo, tras los desencantos acumulados del kirchnerismo, macrismo, y fernandismo, será tremendo, y mas vale no estar en el pellejo de Bonaparte Massa.-