SáBADO, 16 DE NOV

Eva Perón, democracia y realidad: homenaje a la inteligencia política

Desde la metapolítica, concepto clave para pensar una Argentina en evidente emergencia intelectual (entre tantas otras) y sometida a los vaivenes de una posmodernidad que parece tragarse todo lo que fuimos, el filósofo Alberto Buela y una propuesta distinta para recordar a Evita, a 102 años de su nacimiento.

 

“Es una deuda del sindicalismo argentino: exigir el cambio de la representatividad política, enriquecerla… Se necesita una convicción muy profunda para llevarlo a cabo… beneficiaría enormemente a los sindicatos… hay algo que se ha olvidado dentro del peronismo y sería un gran homenaje a Eva Perón, porque ella no era solamente sentimiento, cariño. Era inteligencia viviente ¿Y si le hacemos un homenaje distinto a todos?”

Como no podía ser de otra manera para el introductor del concepto de metapolítica en Argentina y uno de los filósofos verdaderamente prestigiosos de Hispanoamérica, Alberto Buela no alude a la faceta más obvia de Eva sino quizás a la más real. Como el  pensador profundo que es, sabe que lo real es lo que es más lo que puede ser, y Evita además del gran corazón, la mirada contenedora y el alma caritativa entregada al pueblo trabajador, podía bien ser la mente, la visión, el cuadro político. La inteligencia al servicio del bien común.

Por eso es la persona indicada para recordarla en una fecha como esta, a 102 años de su nacimiento, y hacerlo de una manera distinta, buscando ese perfil menos abordado de una de las personas más importantes del siglo XX. En una charla imperdible con Conclusión, el profesor Buela eligió un hito, como la Constitución del Chaco de 1951, para ejemplificar la influencia y potencia del genio político de Eva Perón. Con ese proceso como eje, se permitió también volver sobre una de sus obsesiones como pensador (desde su planteo de buscar una sociedad de disenso y no del consenso –cáscara vacía si las hay- a la necesidad conseguir una mejor democracia, algo que parece una utopía en la Argentina que hace el proceso inverso y va “de la polis a las tribus” ya que “el pueblo como mayoría ya no existe”).

Democracia y aparatos del Estado. «Ella tuvo mucho que ver con algo que es prácticamente ignorado dentro de la Argentina, más grave aún dentro del peronismo, como fue la Constitución del Chaco del 51. Todo arranca un 8 de octubre, que es casualmente el día del cumpleaños de Juan Perón. Esta Constitución tiene vigencia hasta el 26 de abril de 1956 y viene a romper el monopolio de la representatividad que tienen los partidos políticos en las constituciones demoliberales. Esto le otorga representación política a las organizaciones sociales, sean sindicatos, sean cámaras empresarias, organizaciones profesionales. Los diputados llegan a diputados a través de los partidos. Todos los sindicalistas que llegaron a diputados nacionales, desde el 83 para acá, que son secretarios generales, yo conté como 60, llegaron a través de un partido. No pudieron llegar a través de sus organizaciones. No lo permite la ley. La ley dice que los representantes del pueblo son los partidos políticos. Es más, la Constitución del 94, a los partidos políticos los considera aparato del Estado. Sí, los partidos políticos fueron desnaturalizados de tal manera que si bien nacen de la comunidad, ellos se transformaron en aparato del Estado, porque son pagados y mantenidos por el Estado. Esta constitución del 51 toma todos los principios económicos y sociales de la Constitución del 49, de (Arturo) Sampay- (Pablo) Ramella, que son los dos constitucionalistas que trabajaron en esto. La del 49 siguió y mantuvo la representación política exclusiva y monopólica del partido. En cambio, la del 51 rompe con ese monopolio y le da representación política a las organizaciones sociales».

Sistema, comunidad y valores. «Esto fue materia de discusión. Lo primero que hace el liberalismo: “Es una Constitución fascista”, dijeron. Entonces la comenzaron a ningunear. Las constituciones fascistas o corporativas, son constituciones que enaltecen al Estado. Son constituciones que representan a los cuerpos que el Estado dice que son, los sindicatos no son libres del pueblo, son creados por y para el Estado y desde el Estado. El peronismo por el contrario enaltece la comunidad o sociedad, aunque hay una diferencia fundamental entre sociedad y comunidad. La sociedad, dice Marx, el corazón de la sociedad es el negocio, el mundo burgués del negocio y el contrato. En cambio, en la comunidad lo que está vigente son los valores de aquellos que formamos parte. Si esta constitución no es fascista es una constitución de comunidad, esto es el comunitarismo, no comunismo. Esto es lo que es fundamental. Y este movimiento comunitarista comenzó a desarrollarse en los EE.UU a partir de 1960. Hoy la Constitución del Chaco es modelo en todos los sistemas que quieren cambiar constituciones. Gonzalo Fernández de la Mora en su libro Contradicciones de la partidocracia, de 1977, dice que hay teóricos, como Schmitter y Lembruch, que plantean que el sistema de representación burguesa está agotado. Tenemos que cambiarlo desde bases democráticas. Y lo que hace la Constitución es estar apoyándose en bases democráticas, porque no puede ser otra cosa más que demócrata. El peronismo no puede ser más que demócrata, con todas las taras que tiene la democracia, no puede inventarse otro sistema de gobierno. Se puede pulir, se puede mejorar, que es lo que quiere hacer esta Constitución».

Monopolio de la ciudad y voz de la tierra. «Por el año 49, vino el secretario general de la CGT yugoslava y habló con la CGT de acá. Les comentó como era el tema de Yugoslavia, les dijo que es una república cooperativa, ‘hacemos votar por el partido comunista y después por las cooperativas, entonces entran por el partido comunista los políticos y por las cooperativas, los trabajadores. Entonces, se le ocurre a la CGT hablarlo con Evita. Lo llevan a la fundación Evita y ella se entusiasma, ‘esto va a ser la voz de la tierra’, pero ellos dijeron que no les daba, que eran sindicalistas. Hay un teórico de Yugoslavia, que se llama (Jovan) Djordjevich- que era el que sabía-, se entrevistó con Evita y lo mandaron al Chaco. El Chaco tenía 450 mil personas toda la provincia, era un páramo, entonces lo van a ver a Felipe Gallardo que estaba a cargo de la CGT, estaba Felipe Vitel, que fue candidato a vicepresidente con Lula, él era pueblero, la política de resistencia. Se juntan con el teórico y le presentan un joven abogado, Millán Ford, y redactan la Constitución. Pero la Constitución primero debe ser sancionada por el Congreso de la Nación. Se la llevan a Evita y ella dice que bien y dijo ‘yo la voy a presentar en el Congreso, voy a pedir la palabra en el Congreso’: “Estos representantes, los del listado social, hablarán por la propia boca del territorio, son la voz de la tierra, directa y clara. Dirán lo que saben, con pleno conocimiento de causa y pedirán en Justicia lo que necesitan”. Cuando se sanciona la ley, la llevan a las provincias y cuando se hace la elección, que en la Constitución previene el artículo 33 y en el artículo 188 el método, se va a elecciones, se eligen 15 diputados porque había 15 distritos, rompe el monopolio de la ciudad. Los partidos políticos siempre son ciudadanos.  Esta Constitución rompe el monopolio de la ciudad, entonces llegan los que son la voz de la tierra, un diputado de cada región. El ciudadano común que no está afiliado en ningún lado, tiene el voto político. El ciudadano que forma parte de la patronal o de la cooperativa, o de los sindicatos, ese va y vota nuevamente por el diputado o la lista social. Entonces, en la Cámara acceden por el aspecto social y por el aspecto político. Esto se llamó el doble voto. Tuvo una vigencia de 5 años e hizo mucho por el Chaco, fue tenida en cuenta por otras constituciones. Una Constitución olvidada por el peronismo».

Olvido de la representación. «No se ha tomado conciencia. No han pretendido cambiar el régimen de representación política. Es una deuda del sindicalismo argentino: exigir el cambio de la representatividad política, enriquecer la representación política. Lo entienden pero es una deuda, se necesita una convicción muy profunda para llevar a cabo esto, que beneficiaría enormemente a los sindicatos. Hay algo que se ha olvidado dentro del peronismo. Este es un gran homenaje a Eva Perón, porque ella no era solamente sentimiento, cariño. Era inteligencia viviente y este homenaje quiere ser esto, a diferencia de todos los homenajes. Le hacemos un homenaje a la inteligencia política de Eva Perón y no simplemente un homenaje cordialista. La Constitución del Chaco (del 51) llama la atención, porque las constituciones liberales comienzan “Nos los representantes”; en cambio, la Constitución del Chaco comienza “Nosotros los representantes del pueblo trabajador del Chaco”. Este dato, en el derecho constitucional, es fundamental, porque fija donde está la legitimidad de origen. La legitimidad de origen la buscan en el pueblo trabajador. Es muy importante. Ya lo dice el peronismo: hay una sola clase de hombres, las que trabajan. Esto es lo que hay que defender hoy, ante el subsidio, hay que defender al hombre que trabaja, al que se rompe el lomo. No digo que no lo den, pero que lo den a aquellos que lo necesitan. Hay que decirlo, hay que hablar de verdad. Esta distinción es fundamental. Espero que este video levante el espíritu de un hombre capaz, de alguna dirigente social, sindical, y reclame seguir la enseñanza de ese mecanismo que lleva al hombre trabajador directamente a la representación política, sin pasar por el partido político. Su base de legitimidad es el pueblo trabajador».

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