Fernández se reunió en la Casa Rosada con la mamá de Úrsula Bahillo
La mujer ingresó a la sede gubernamental exhibiendo un cartel con la leyenda “Justicia por Úrsula”, acompañada por una foto de su hija, quien fue asesinada por su expareja policía en la localidad de Rojas.
El presidente Alberto Fernández se encuentra reunido esta tarde en la Casa Rosada con la mamá de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada por su expareja en la ciudad bonaerense de Rojas el pasado lunes 8 de febrero.
La mujer ingresó a la sede gubernamental exhibiendo un cartel con la leyenda “Justicia por Úrsula”, acompañada por una foto de su hija.
Participan también del encuentro las ministras de la Mujer, Elizabeth Gómez Alcorta; de Seguridad, Sabina Frederic, y de Justicia, Marcela Losardo, además de otros dos integrantes de la familia de Úrsula.
Cuando finalice la reunión, la madre de Úrsula se sumará a la marcha que se convocó en Tribunales en reclamo de justicia y para que se mejore la prevención de casos de femicidios.
Minutos antes del encuentro, el presidente convocó a los gobernadores a trabajar para construir una “Argentina unida contra las violencias de género” mediante una carta en la que destacó la necesidad de “transformar” la sociedad para que sea “libre de violencias por motivos de género”.
Esta carta fue gestada a raíz del femicidio de la joven a cuya madre recibió el jefe de Estado, que se suma a otros que no cesan de ocurrir.
En su carta a los gobernadores, el mandatario les dijo que el Estado nacional se propone “la creación del Consejo Federal para la Prevención y Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios” para coordinar y articular entre Nación, provincias y Ciudad Autónoma de Buenos Aires un abordaje “integral” en materia de “prevención, investigación, sanción, asistencia y reparación de las violencias extremas por motivo de género”.
El pasado lunes 8 de febrero, cerca de las 20.30, Úrsula fue hallada asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar la policía apresó a su expareja, quien se encontraba herido.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.