Hace 77 años se promulgaba el voto femenino: un triunfo de las mujeres ante “los intereses de las castas”
El 23 de septiembre de 1947 se promulgó la Ley Nº 13.010, que permitió que las mujeres argentinas puedan votar y ser electas. La normativa había sido aprobada por el Congreso de la Nación el 9 de septiembre de ese año, tras décadas de luchas y reclamos.
- Política
- Sep 23, 2024
El 23 de septiembre de 1947 se promulgó la Ley 13.010, que permitía que las mujeres argentinas mayores de 18 años pudieran votar y ser elegidas para desempeñar cargos públicos. Esta normativa permitió que en las elecciones de 1951 el sector femenino de la sociedad pueda, por primera vez en la historia del país, concurrir a las urnas.
“Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos. Para la mujer regirá la misma ley electoral que para el hombre, debiéndosele dar su libreta cívica correspondiente como documento de identidad indispensable para todos los actos civiles y electorales”, rezan los artículos 1º y 3º de la ley.
Con Eva Duarte de Perón –quien entonces era primera dama– como una de las principales impulsoras, la Ley de Voto Femenino se aprobó en el Congreso el 9 de septiembre de 1947, se promulgó el 23 de ese mismo mes y el 11 de noviembre de 1951 las mujeres votaron por primera vez. La diferencia entre la cantidad de votantes de 1946 a 1951 fue de más de 4 millones de personas, de las cuales más del 80% fueron mujeres.
Aquel 23 de septiembre, la Confederación General del Trabajo (CGT) organizó una multitudinaria concentración en Plaza de Mayo. Tras firmar el decreto que reglamentó la ley, el presidente Juan Domingo Perón se lo entregó a Evita, en un gesto simbólico.
El rol de Eva Perón
Si bien las luchas por el voto femenino comenzaron a finales del Siglo XIX, en 1946, cuando la fórmula Perón-Quijano ganó las elecciones, Evita anunció que iría por este derecho: “La mujer del presidente de la República está luchando por la reivindicación de millones de mujeres injustamente pospuestas en aquello de mayor valor en toda conciencia, la voluntad de elegir, la voluntad de vigilar la marcha maravillosa de su propio país. Esta debe ser nuestra meta”.
“Es forzoso establecer, pues, esa igualdad de derechos, ya que se pidió y obtuvo casi espontáneamente esa igualdad de los deberes. La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe votar. El voto femenino será el arma que hará de nuestros hogares el recaudo supremo e inviolable de una conducta pública”, añadió Evita en su discurso.
Un año después, el 23 de septiembre de 1947, la “jefa espiritual” del peronismo habló ante quienes se manifestaban en Plaza de Mayo: “Mujeres de mi patria, recibo en este instante, de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas. Por eso hay en ella crispación de indignación, sombra de ataques amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales. Y eso último se traduce en la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional”.
¿Qué significó que las mujeres puedan votar?
La doctora en Ciencia Política e investigadora del Conicet, María Celeste Ratto, explicó: “Nuestro país fue uno de los primeros en la región que adoptó el sufragio universal, lo hizo en 1821. Durante mucho tiempo, las mujeres no tuvieron derechos civiles y estaban incapacitadas jurídicamente. A principios del 1900, varias mujeres socialistas, universitarias y damas de beneficencia comenzaron a organizarse y a promover ciertos temas sociales y políticos. Entre estas pioneras podemos mencionar a Cecilia Grierson, Alicia Moreau de Justo y Julieta Lanteri”.
Otro antecedente a destacar es la elaboración de seis proyectos de sufragio femenino que se presentaron entre 1916 y 1930, aunque ninguno de ellos fue debatido en el Congreso. A su vez, hay que mencionar que en 1927 el voto femenino se instituyó en la provincia de San Juan.
Ratto consideró que esta ley significó “el nacimiento de la mujer como actora política”, y observó: “Este hacer presente a las mujeres en los ámbitos políticos es lo que va a permitir incorporar nuevos temas, perspectivas y formas de ver a la sociedad, enriqueciéndola y mejorando la representatividad de la democracia. Fue ganar un nuevo espacio de participación ciudadana y política, aunque esa incorporación no fue desde un lugar revolucionario, sino más bien desde la extensión del rol ya asignado previamente en las tareas sociales y de continuidad de las tareas en el hogar”.