Huelga general en Brasil el viernes contra las reformas de Temer
La huelga amenaza con paralizar los transportes, incluyendo los aeropuertos. Varias aerolíneas ya propusieron a sus clientes cambiar gratuitamente sus vuelos previstos para el viernes. Este proyecto de ley abre la posibilidad de extender la jornada laboral hasta 12 horas diarias.
- Internacionales
- Abr 27, 2017
Las mayores centrales sindicales de Brasil convocaron para el viernes una huelga general y a manifestaciones contra las medidas de austeridad impulsadas por el presidente Michel Temer, en un país que se debate ante la recesión y un desempleo récord.
El gobierno, confrontado al escándalo de corrupción de Petrobras que salpica a varios ministros y a buena parte de la base aliada, apuesta sin embargo por un rápido avance de las impopulares reformas del régimen laboral y de las jubilaciones.
El proyecto de ley mantiene la prevalencia de lo negociado sobre lo legislado, pretende eliminar la negociación colectiva de sindicatos con empresas y busca que se haga entre patrones y empleados directamente, abre la posibilidad de extender la jornada laboral hasta 12 horas diarias, y prevé la contratación de forma discontinua y por tiempo determinado.
Estipula además que las mujeres embarazadas puedan trabajar en ambientes insalubres, para lo cual basta con que la empresa presente un certificado médico avalando que ello no ofrece riesgos para su salud.
En Sao Paulo, el motor de la mayor economía latinoamericana, el alcalde Joao Doria anunció un acuerdo con la aplicación Uber y con una compañía de taxis online para asegurar el traslado de funcionarios públicos que se nieguen a plegarse a la medida de fuerza.
Según medios brasileños, Temer ordenó que los funcionarios huelguistas se queden sin cobrar el día, contrariamente a lo acostumbrado en Brasil cuando se trata de paros legales.
Gremios docentes, de hospitales y de correos anunciaron también su adhesión al movimiento, al igual que sindicatos metalúrgicos y bancarios en el sector privado. «¡Se calienta la huelga general: el 28 para todo!», escribe en su portal la Central Única de los trabajadores (CUT), la mayor del país. –
La Iglesia Católica se suma
«La movilización es necesaria para mostrarle al gobierno la fuerza de la clase trabajadora, que rechaza la pérdida de derechos», afirmó Paulo Pereira da Silva, más conocido como Paulinho da Força, presidente de otra central Força Sindical.
El dirigente, que también es diputado de un partido de la base aliada de Temer, Solidariedade, amenaza con pasar a la oposición si las reformas se aprueban sin modificaciones.
La Conferencia Nacional de Obispos (CNBB) se sumó a las críticas y llamó a «los cristianos y a las personas de buena voluntad» a movilizarse contra la reforma de las jubilaciones, que pretende alargar los periodos de contribuciones y la edad mínima del retiro para tener derecho a una pensión completa.
Temer reemplazó en 2016 a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, destituida por el Congreso bajo la acusación de manipular las cuentas públicas.
La tasa de popularidad del mandatario conservador es de apenas un 10%. Los sindicatos intensificaron este año las contestación, con dos jornadas de protestas, el 15 y el 31 de marzo.
La reforma laboral ya recibió media sanción el miércoles en la Cámara de Diputados y ahora deberá examinarla el Senado. Sus disposiciones dan más poder a los acuerdos colectivos en detrimento de la legislación y elimina la contribución obligatoria a los sindicatos.
La flexibilización del mercado laboral es vista como clave para reducir el desempleo, que se encuentra en un nivel récord de 13,2%. El texto fue aprobado por 296 votos a favor y 177 en contra, una mayoría menor a la esperada por las deserciones de aliados y que sería insuficiente para modificar el régimen de jubilaciones, por tratarse de una reforma constitucional, que requiere la adhesión de 308 de los 513 diputados (tres quintos de los escaños).