DOMINGO, 24 DE NOV

Hugo Alconada Mon: «Hace falta discutir cómo se financian las campañas»

El reconocido periodista de investigación habló con Conclusión sobre la financiación de la política, la transición, Alberto Fernandez, Latinoamerica y la corrupción en Argentina. "Las elecciones sirvieron como una válvula de escape que permitió que mucha presión y malestar social lograra diluirse", indicó.

Fotos: Sebastián Moreno

El periodista y abogado Hugo Alconada Mon es una voz autorizada para hablar de los más resonantes casos a nivel nacional e internacional de los últimos años. Es que hace varios años que está dedicado a los temas que tienen que ver con la corrupción en la política y los fraudes que existen en las corporaciones empresariales.

Actualmente se desempeña en el diario La Nación y forma parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que ganó un Premio Pulitzer por la investigación Panama Papers y por sus investigaciones obtuvo numerosos reconocimientos.

También ayudó a fundar una red de reporteros de investigación latinoamericanos (REPI) que expuso a la empresa Odebrecht, que obtuvo contratos y un trato favorable en varios países, y consiguió pruebas contra altos funcionarios, incluidos ex-presidentes, presidentes y un vicepresidente.

En su último libro, La Raíz, estudia a fondo la corrupción estructural en las distintas esferas de la vida pública en Argentina. Anteriormente publicó libros sobre las coimas de la empresa Siemens en el país, el caso Ciccone y la valija de Antonini Wilson, entre otros.

En su visita a la ciudad para brindar un taller con periodistas y comunicadores, Conclusión charló con Alconada Mon sobre la financiación de la política, la transición, Alberto Fernandez, Latinoamerica y la corrupción en Argentina.

-¿Cómo analizá la institucionalidad del país en esta transición, teniendo en cuenta los problemas que atraviesa la región?

-Precisamente, la transición como un aprendizaje continuo, porque no tenemos muchas transiciones, a menudo pasa que aprendemos en base a los errores. Creo que nos paso también con los debates. No teníamos debate y logramos tenerlo, no fue un candidato y la siguiente vez dijimos hagamoslo obligatorio y ahora que ya tenemos los debates decimos que no nos convencen, hay que modificarlo y darle más tiempo a cada uno, menos temas y más espacio. Vas aprendiendo. Y lo mismo sucede con la transición. Olvidate de Estados Unidos, lo de Corea, China, solamente el vecindario más cercano, si querés los socios del Mercosur, viene compliqueti. En Argentina, transición y una situación económica complicada, Brasil con Bolsonaro, Uruguay con una transición y un presidente que está con serios problemas de salud, Paraguay viene bien, y después tenés los países asociados, Chile, Bolivia, Venezuela son complicados. Imaginate que si un presidente de un país llama a algún presidente de estos países le va a decir ‘dame un minuto que tengo un problemita que tengo que solucionar acá’. Se va complicando.

-¿Piensa que Alberto Fernández, una vez asuma como presidente, puede ser tomado como un mediador entre las diferencias que existen entre los países de América?

-Yo creo que él tiene una oportunidad en eso. Ahora, hay que ver si él al mismo tiempo va a tener tiempo humano. Porque ya tiene tantos desafíos domésticos, que sumarle, suponte, ‘tengo que ayudar en la solución para Chile, Ecuador, Venezuela, Bolivia’, va a decir ‘no pará querido, ya tengo bastante con tratar de resucitar la economía de la Argentina’. Es una oportunidad, el punto es si está en condiciones de tomar esa oportunidad.

 

-Sobre la corrupción que habla en su libro La Raíz, ¿qué papel cumple el narcotráfico y el lavado de dinero en los presupuestos de campañas políticas.

-Ya la campaña de por sí es un problema gigantesco que, mientras la clase política no tome la decisión de hacer una reforma electoral y más aún política, y realmente ponerse a discutir cómo vamos a financiar las campañas, porque vos necesitas mucho dinero y, ¿cuántas empresas te pueden hacer ese dinero en negro? Entonces, a su vez, allí está la tentación de decir lo busco por otro lado y, ¿de dónde es? ¿es del Estado mismo? Entonces si sos gobierno ¿terminás desviando fondos de la publicidad oficial? ¿O terminas utilizando empleados públicos para actividades proselitistas? Y eso si sos gobierno, ¿y si no sos gobierno? Te doy un ejemplo. Ciudad de La Plata: para tratar de competir, más o menos dignamente, no te estoy hablando de una campaña superlativa, sino más o menos aceptable, necesitás más de un millón de dólares, sesenta millones de pesos, ¿de donde lo sacás? ¿Cuantos empresarios están en condiciones de ponerte dinero? Y, ¿por qué te lo van a poner? ¿porque sos bueno? ¿porque sos lindo? ¿porque te vestís bien? O porque en realidad apuestan a que vos después le des algún beneficio. Y eso si son empresarios. Y ¿si en vez de empresarios es un sindicato? ¿a cambio de qué te lo da un sindicato? Y ¿si es un narco? ¿porque te lo va a dar? ¿porque tus hijos van al mismo jardín de infantes que los hijos del narco?

-¿Cree que esto puede transformarse o cambiar?

-Yo creo que sí. Y tenés a múltiples jugadores, tanto de la sociedad civil, que están realmente empujando una reforma, y yo creo que en la sociedad en general y en partidos políticos que están hartos. Vamos a un ejemplo menor, ¿es la primera vez que has escuchado hablar del robo de boletas en las campañas? ¿desde que naciste y tenés memoria has escuchado sobre eso? Los políticos también estás hartos. Entonces tenés aquellos que se benefician de robarte la boleta porque ganan y de los otros que dicen terminemos con esta historia, sacamos la boleta única o hagamos voto electrónico, pero terminemos con esto. Y en ese tire y afloje está ahora. Lo mismo, es una locura, que tengas la Dirección Nacional Electoral, que es la que se encarga del escrutinio provisorio, dependiendo del gobierno cuyo candidato pueden estar peleando por el poder. Porque al final tenés a unos tipos que están peleando por el gobierno que son los que controlan al escrutinio. Ya, de a poco, se van poniendo de acuerdo y dicen saquemoslo de la órbita del Poder Ejecutivo y demoselo a la Justicia Nacional Electoral, la Cámara Electoral y que se encarguen ellos también del escrutinio provisorio. Entonces, seas vos poder o sea yo, ninguno va a sospechar que el otro le esta birlando la elección. Discutamos la boleta, discutamos el financiamiento, discutamos la dirección electoral y vamos corrigiéndolo. Lo mismo pasa con el debate, vimos que sirve, pero al mismo tiempo, esto de tener seis candidatos, que cada candidato tiene que hablar de cómo solucionar la economía en un minuto, ¿qué querés que te expliquen en un minuto sobre la economía? No empiezan a explicar que ya se les acabó el tiempo. Después decís bueno, en vez de 18 temas, hagamos 3, 1 por cada debate, o los 2 temas más calientes según las encuestas. Bueno, listo, cerramos ahí y que se pueda ir a fondo en un tema. Pero, ¿eso cómo es? Lo vas a aprendiendo en base a experiencia previa. Vimos lo que pasó este año y tenemos la oportunidad de corregirlo. De acá a cuatro años, tenemos mucho tiempo para ponernos de acuerdo. Hagamoslo y avancemos.

-Argentina, democráticamente hablando y a diferencia de los sucesos políticos y sociales de otros países de Latinoamérica, ¿es una sociedad madura?

-No. De hecho, yo soy cauto, ojalá que me equivoque, pero creo que las elecciones sirvieron como si fueran una válvula de escapè que permitió que mucha de la presión y el malestar social lograra diluirse. Es como decir bueno a ver, esperemos a las elecciones, no salgamos a romper todo, votemos; a partir de lo que ocurra en las elecciones, veamos. ¿Esto significa que somos distintos que Chile, Bolivia o Ecuador? No, significa que nosotros tuvimos la circunstancia de unad elecciones que sirvieron como eso, una válvula de escape. Ahora, ¿esto puede llevarnos a que, ojalá que me equivoque, acaso en una semana o meses podamos tener un punto de ebullición? Yo creo que sí. Está ese riesgo ahí latente. Olvidate quien ganó, olvidate de las medidas económicas, olvidate de los nombres propios, estamos en un país que lleva 5 o 6 años de recesión, donde además tenemos una inflación del 55% anual, donde además el poder adquisitivo está retrocediendo y donde tenés que el 52% de los chicos menores a 16 años está por debajo del umbral de pobreza y te dicen que tienen hambre. Es un milagro que no haya explotado. Con lo cual, Dios quiera que le vaya muy bien a Alberto porque el contexto es por demás complicado. Alberto tiene una oportunidad, pero no es que tiene múltiples botones en el tablero para poder acomodar esto. Entonces ahí tiene un problema.

 

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