La abogada de los desaparecidos franceses en Argentina: “El Gobierno francés sabe que estos diputados fueron a visitar a Astiz”

Los sobrevivientes y familiares de desaparecidos franceses durante la última dictadura militar en Argentina elevaron un documento donde criticaron la visita de legisladores de genocidas en el Penal de Ezeiza.

 

La visita de cinco diputados libertarios al penal federal de Ezeiza durante la segunda semana del mes de julio trajo cola no solamente en territorio nacional sino también en Francia, país donde los también corren juicios de lesa humanidad por la desaparición, tortura y asesinato de una veintena de ciudadanos franceces. Entre las figuras visitadas por los legisladores oficialistas estuvo Alfredo “El Ángel de la Muerte” Astiz, condenado por asesinato de las dos monjas francesas y su participación crucial en el sitema de desapareción de personas.

La abogada de la Asociación de Desaparecidos Franceses en Argentina, Sophie Thonon definió la visita de los cinco diputados del partido La Libertad Avanza como “muy simbólica, porque no fueron a visitar presos comunes a ver si comían bien o hacían deportes, fueron a ver genocidas condenados”.

“Fueron a visitar a genocidas condenados entre los cuales hubo una figura que parece ser un símbolo de la dictadura argentina como es Alfredo Astiz, que fue condenado por contumacia en Francia en 1990”, apuntó la letrada francesa en diálogo con el programa Apuntes y Resumen al aire en Radio Universidad. A su vez, Thonon definió al Angel de la Muerte como “una figura muy sensible y que hace pasar un mensaje obvio. Ese diputado Beltrán Benedit no esconde para nada su voluntad de hacer liberar a los genocidas, Astiz entre otros.

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«Uno se pregunta si detrás de esa visita no hay una posición del gobierno argentino de también liberar a los genocidas. Esa visita dice mucho y es para preocupar a las familias y a los sobrevivientes”, señaló la letrada Thonon.

En referencia al viaje del presidente Milei al país galo donde el presidente argentino compartirá una reunión con su par francés, la abogada deslizó que el estado de conmoción y virtual estado de sitio que atraviesa la capital francesa con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos 2024 hace que sea difícil el acercamiento de los organismos de derechos humanos a la sede de gobierno. A su vez, aclaró otro punto que hace conflictivo el ingreso del tópico referido al viaje de Benedit y sus compañeros de banca a la cárcel: la bilateral durará una hora, en donde la delegación visitante consta de un centenar de personas, por lo que el tratamiento profundo y correcto de la problemática se ve lejano.

“Estoy segura que Relaciones Exteriores y l’Elysée (la sede de gobierno francés) conocen esa visita de los cinco diputados y saben que no fueron a ver un preso común y fueron a ver a Alfredo Astiz”, dijo Thonon.

Francia no olvida

La Asociación de Desaparecidos Franceses en Argentina publicó en estos días un sendo documento donde señalan el arribo de los funcionarios de LLA en la unidad penitenciaria donde Astiz y otros genocidas purgan sus penas.

“El 11 de julio pasado, cinco diputados del partido presidencial argentino La Libertad Avanza visitaron en la cárcel de Ezeiza a varios condenados por crímenes de lesa humanidad, encontrados culpables por sus acciones durante la dictadura cívico-militar argentina (1976/1984), con el pretexto inspeccionar las condiciones carcelarias de los detenidos”, comienza el texto publicado por la organización de búsqueda de verdad y justicia.

El texto continúa señalando a Alfredo Astiz, “oficial de la Armada Argentina, que jugó un papel importante en la desaparición de las dos monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, en diciembre de 1977. Capturadas y torturadas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), fueron arrojadas vivas a las aguas del Río de La Plata, como muchos de los 30.000 desaparecidos durante la dictadura”.

Para los franceses, “el verdadero propósito de esta visita fue, de hecho, asegurar a los condenados de que sus condenas serían pronto anuladas y que serían puestos en libertad. En efecto, desde la llegada al poder, en diciembre de 2023, del presidente de extrema derecha Javier Milei, él mismo, su vicepresidenta Victoria Villarruel, así como varios ministros y diputados de su partido, alimentan la intención de liberar a los criminales condenados”.

“Asociaciones para la Defensa de los Derechos Humanos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y personalidades políticas se pronunciaron en contra de la visita, en la que ven el primer paso hacia la liberación de criminales de lesa humanidad y una revisión negacionista de una de las páginas más oscuras de la historia argentina”, continúa el mensaje de la Asociación representada por Thonon y liderada por Jean Pierre Lhande.

El texto continúa: “En 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner, las leyes de amnistía relativas a los crímenes perpetrados por la dictadura fueron derogadas y fue así que Alfredo Astiz y otros (por ejemplo, Alfredo Pernias) responsables de la desaparición de Alice Domon y Léonie Duquet, fueron condenados a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio político”.

“Mientras Javier Milei vuela a Francia, invitado por el el presidente Macron para asistir a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, hay que hacerle acordar al presidente francés que el 16 de marzo de 1990, la Cour d’Assises de París condenó por contumacia a Alfredo Astiz a cadena perpetua por la desaparición de las dos religiosas. También hay que recordar al Presidente de la República de Francia que actualmente se está llevando a cabo una investigación relativa a la desaparición, durante la dictadura argentina, de veinte ciudadanos franceses”, exigieron desde la Asociación, a la vez que agregaron que “debemos recordar al mismo presidente francés la declaración, en 1994, del ex Ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, entonces de visita en Buenos Aires, quien declaró ante la ausencia, en esa era de impunidad, de condena para A. Astiz en Argentina, que: Francia no olvida. Ni los fastos de los Juegos Olímpicos ni las razones políticas o económicas deben hacernos olvidar la exigencia francesa de justicia”.

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