La Cuenca del Ludueña y su problemática: detalles concretos de los negocios y degradación que la atraviesan
Gracias al vital aporte de un vecino del lugar e integrante de la Mesa del Ludueña, Conclusión accedió a una detallada cronología de un desaire que hoy vuelve a estar en boca de todos. La resistencia de un imprescindible curso de agua a los desprejuiciados negocios inmobiliarios y la siempre presente complicidad estatal.
- Info general
- Jul 12, 2024
Por Alejandro Maidana
Los cursos de agua y sus deleznables impactos, balnearios y pesqueros convertidos en una dantesca cloaca que oficia de receptáculo de la impiadosa manera de desarrollarnos como sociedad. Ríos, arroyos y lagunas jaqueados por un desinterés manifiesto, en donde convergen, el individualismo de una sociedad decadente, alimentado indudablemente por la política y la justicia, dos poderes que han allanado el lento camino hacia el cadalso.
Días atrás, el gobierno de Santa Fe dispuso la paralización de dos obras de loteos en la localidad de Funes, en un sector inundable que representa un riesgo medioambiental y también para quienes construyen allí sus viviendas. Además, se investigará cómo se comercializaban estos terrenos ubicados en una zona no apta para la construcción.
Una resolución que trajo aparejada controversias y resistencia por parte del sector inmobiliario y del intendente de Funes Roly Santacroce, quién no tuvo empacho en sostener en un medio colega que defendía al empresario y que el estado era obsoleto. Claramente esto le pega en la línea de flotación de una administración municipal dependiente de de una actividad que «explotó» en las últimas décadas. Pero claro ¿Vale todo a la hora de poblar? ¿Quiénes van a responder por aquellos que tendrán que morar en terrenos inundables? ¿Los impactos ambientales pueden ser desechados?
Datos y nada de relato, un informe irrefutable se impone en la discusión por la preservación del Arroyo Ludueña
Un minucioso informe realizado por un vecino del lugar que integra la Mesa del Ludueña, explicita una cuidadosa cronología de los sucesos históricos, hace las veces de faro al momento de avanzar sobre un empantanado territorio de debate. A la incontrolable y sumamente palpable contaminación ambiental, se le suma el desprejuiciado avance de un negocio inmobiliario que busca imponer sus condiciones por sobre los derechos constitucionales y normados.
En el territorio de la cuenca hay 169.593 habitantes, la localidad menos poblada es Ricardone con 2.832, y la de mayor población, San Lorenzo, con 41.161 (IPEC, 2013), si se contabiliza la ciudad de Rosario deben sumarse 1.028.658 habitantes.
El esquema económico territorial de las localidades ubicadas en la margen del río Paraná: San Lorenzo, Fray Luis Beltrán, Capitán Bermúdez, Ricardone y Granadero Baigorria, posee características diferentes al de las otras que forman parte de la cuenca.
Principalmente, se integran al Área Metropolitana Rosario, y ello es una marca distintiva debido a su dotación de infraestructura y servicios básicos, a los sistemas de comunicaciones, a la diversidad y especificidad laboral de los recursos humanos, y a los tipos y articulación de instituciones públicas y privadas.
Si bien existen algunas localidades que poseen estructuras económicas que no están fuertemente emparentadas con el sector agropecuario como lo son Pérez, Funes y Soldini, y otras como Luis Palacios, Roldán, Pujato, Coronel Arnold, Ibarlucea y Zavalla, que generan sus ingresos principalmente del sector agrícola, de otras actividades comerciales y agroindustriales menores, y de la prestación de servicios varios.
La superficie del sistema se integra por la subcuenca mayor que representa al Arroyo Ludueña propiamente dicho con una superficie de 484 km2, (48.400 hectáreas) y la misma ha sido regulada mediante la construcción de una presa de retención de crecidas la cual debe ser complementada con el reacondicionamiento de varias canalizaciones asociadas.
Las otras dos subcuencas son Ibarlucea y Salvat, las cuales también poseen canales que requieren ser reacondicionados de modo de compatibilizar las condiciones de funcionamiento del sistema. La mayoría de las conducciones del sistema están canalizadas o son canales artificiales cuyas trazas no escurren necesariamente por las zonas bajas, sino que efectúan trasvases entre subcuencas con el objetivo de desviar de manera rápida los escurrimientos puntuales lo más lejos posible de las poblaciones.
En el sector de canal Ibarlucea se debe considerar la concreción en octubre de 2016 del denominado Aliviador III el cual corre por debajo de calle Baigorria y permite por ahora, descomprimir en gran parte el peligro de desbordes de ese canal.
En el tramo entre la desembocadura en el Arroyo Ludueña hasta Calle Baigorria del Canal Ibarlucea se ha ejecutado el reacondicionamiento del canal para una recurrencia próxima a los 25 años por lo que resta la ampliación de la misma obra hasta alcanzar la recurrencia 100 años para lo cual se debe ampliar la base de fondo de 25 metros a 35 metros. No está previsto aún esta etapa para la excavación completa del Canal Ibarlucea debido a la necesidad de erradicación de viviendas precarias en la ribera este hasta calle Baigorria y desde allí, aguas arriba en ambas márgenes.
En el tramo todavía sin ejecutar aguas arriba de calle Baigorria, hay 2 puentes en calles urbanas, un puente ferroviario, un puente sobre la Ruta Nacional Nº 34 y un puente sobre un camino comunal límite de municipio. El nivel de avance de esta etapa es de “Proyecto Ejecutivo”. Las previsiones del proyecto corresponden a una recurrencia de 100 años.
Desde la desembocadura del Canal Ibarlucea hasta la Avenida Jorge Newbery hacia aguas arriba ya se ha ejecutado el proyecto de reacondicionamiento. Si bien se construyeron algunos puentes, el perfil del canal aún sigue como antiguamente.
Desde la unión del Ludueña y el Canal Ibarlucea hasta el ingreso a los entubamientos con traza por calle J. B. Justo y el Aliviador II, se localiza la descarga del Emisario 10 (margen izquierda del arroyo) y la embocadura del conducto Aliviador I; además de la descarga de otros conductos pluviales menores. El máximo caudal admisible para la configuración de embocaduras, conductos y condición hidráulica del Río Paraná ronda los 300 m3/s. Aún faltan obras complementarias para acondicionar este tramo de manera total.
Contaminación
Hace unos años, el reconocido vecinalista de Empalme Graneros Don Leonildo Foresto decía: «Hoy el Ludueña es una cloaca por el aporte del Ibarlucea, que trae desde Capitán Bermúdez, aguas servidas de una planta (que) hace años está abandonada y donde descargan los camiones atmosféricos de la región«.
Se refería a que, por Capitán Bermúdez, hace más de 30 años en una zona de campo lindera con Ricardone, se hizo una laguna de decantación y adecuación de aguas servidas. Allí iban los camiones atmosféricos a tirar los desechos cloacales. Esto funcionó bien hasta que la abandonaron y hasta la fecha siguen volcando ilegalmente los camiones atmosféricos y de transporte de líquidos que requieren tratamiento.
A esto se deben agregar otros puntos de descarga clandestina que, ante los deficientes controles de la autoridad de aplicación de la legislación correspondiente (ASSA) provocan cada vez mayores problemas especialmente a la ciudad de Rosario.
A lo expresado se debe sumar la falta de control de basurales y micro basurales clandestinos fruto de la conjunción de la falta de política del estado para este tema y la existencia de varios asentamientos irregulares en la cercanía de los cauces cuyos habitantes ante la imposibilidad de disponerlos en otro lugar terminan volcándolos en las riberas del sistema y además de terminar en los arroyos y canales, tras cada lluvia son arrastrados por las aguas por lo que además de contaminar terminan colmatando los cauces en especial en la zona del entubamiento, aunque estos problemas se pueden observar en todas las poblaciones involucradas en la cuenca.
Pero tampoco se debe dejar de contemplar la presencia de descargas ilegales y clandestinas de efluentes no solo domiciliarios (transformando a conductos pluviales en cloacales) y a veces en vertederos de líquidos industriales que son en general la causa de las quejas de los vecinos de las zonas cercanas a estos cauces cuando dicen sentir olores fuertes o irrespirables y a veces presentar erupciones cutáneas producto de alérgenos con origen en estas descargas de las cuales además de desconocerse el contenido, tampoco se determina el origen de donde provienen.
Este tipo de problemas originados por los efluentes contaminantes debe ser considerado en general por la falta de controles adecuados de parte de ASSA que incluye en los servicios que presta la debida tasa de inspección que, a la vista está que al menos no los cumple debidamente. Pero también el municipio tiene parte de la culpa por no controlar adecuadamente las descargas en los sectores a su cargo tal como lo establecen las normas locales de control sanitario y los acuerdos con ASSA para el servicio que esta última presta en la ciudad.
Funes, Ricardone y las nuevas urbanizaciones
El boom inmobiliario en dirección a la ciudad de Funes y Ricardone ha generado un nuevo problema que pone en peligro todo el sistema hídrico de la cuenca en el departamento Rosario. La permisividad de las autoridades de esas poblaciones a lo largo de los últimos años ha permitido el desarrollo de barrios cerrados que generaron un rápido crecimiento de ambas, pero no contemplaron que esos barrios se asentaban sobre viejas paleo cañadas que es el sitio bajo adónde va el agua de lluvia en forma natural.
A modo de ejemplo, en su momento una de las familias más tradicionales de nuestra ciudad pretendió urbanizar de 832 hectáreas (sería el barrio cerrado más grande del país) que eran parte de una de sus estancias. Hidráulica de la provincia supeditó el proyecto a crear en un sector de ese terreno una presa retardadora por la presión que el escurrimiento de las aguas generaría a la cuenca. Como la represa tardaría demasiado o debía costearla el urbanizador, terminaron cambiando el nombre al proyecto e ir habilitando varios barrios individuales por lo que la ocupación del terreno se hará en las dimensiones originales, pero sin el “gasto de la represa” aunque con el daño a futuro para la cuenca.
La foto de la izquierda retrata como se ve uno de los loteos tras una lluvia importante (las cuales suelen observar su periodicidad cada vez más frecuente debido al cambio climático). Si se observa con detención se ve unos sectores más oscuros de suelo que indican que estamos ante un bajo inundable, justamente en el lugar en donde el municipio autorizó una urbanización, la foto siguiente exhibe las consecuencias de esas autorizaciones y la necesidad de obras de saneamiento que si bien deberían en última instancia haber sido efectuadas por el urbanizador, en realidad terminaron siendo asumidas por el estado municipal.
Nótese en la siguiente foto el caso que se puede observar. En la fotografía de la derecha se puede observar un loteo autorizado en su momento por el municipio de Funes, pero gran parte de la zona central de la foto se halla ocupado por una laguna semi permanente que indica que es un lugar altamente inundable y que lo hace de poco interés económico tanto para urbanizar como para producción ganadera o agrícola.
Los dueños hicieron un buen negocio pudiendo lotear un trozo de campo que de otra manera es improductivo, pero que sin lugar a dudas obligará al municipio a dar una solución a los vecinos a costa del erario público.
Guarderías y desembocadura del Ludueña
El arroyo ha sufrido una serie de intervenciones especialmente en la última década mediante la concreción de varias guarderías náuticas que en algunos casos no cumplen con las condiciones necesarias y en otras no han cumplido con el compromiso contraído al momento de obtener la concesión para su instalación.
Club Náutico Malvinas Argentinas es el primero aguas debajo de la salida del entubamiento y se desconoce su situación de habilitación, y si paga algún canon por su funcionamiento y, en caso de existir ese canon, si se encuentra al día. Tampoco se conoce si el mismo a pesar de tener el nombre de Club, se halla legalmente constituido como tal y su documentación demuestra que funciona como tal.
Lo concreto es que:
1 – Como se observa en la foto al no concretarse los estacionamientos los vehículos de los usuarios de la guardería estacionan sobre el espacio verde e incluso sobre la calle destinada a conductores noveles con lo que terminan interfiriendo con la actividad de las escuelas de conductores y a la vez usando un espacio en donde está prohibido estacionar.
2 – Se desconoce si la entidad se halla al día con el pago del canon correspondiente, y se desconoce si en caso de existir dicho canon a la fecha se ha actualizado el mismo y a cuánto asciende pese a que por ordenanza la municipalidad debería poner esa información actualizada en su página web con acceso público al igual que debe hacerlo con todas las concesiones que ha otorgado a la fecha.
3 – Pese a la inversión que se supone ha realizado el denominado club, se puede observar la existencia de embarcaciones en lugares de tránsito (por lo que tampoco se sabe si excede el número de camas habilitadas y si paga por esas embarcaciones el tributo debido a lo que se suma que las mismas en caso de emergencia impiden al acceso por ejemplo de bomberos) y la existencia de amarraderos precarios (simples postes clavados en el cauce algunos de los cuales se hallan inclinados debido a la precariedad)
Al respecto, debe tenerse en cuenta que el circuito en donde se suele usar para estacionamiento, es también un lugar en el cual el centro del mismo funciona como helipuerto para emergencias médicas del hospital de niños que se halla a metros de ese sitio.
De la foto que precede se pueden observar varios temas:
1- Hay gran cantidad de embarcaciones que están simplemente acomodadas en las calles interiores cualquier habilitación exigiría la construcción de camas para guardarlas.
2- Se desconoce si el canon que debería pagar es por cantidad de embarcaciones habilitadas o por la cantidad que realmente contiene, por lo que se podría dar que se pague un canon mucho menor con el consiguiente perjuicio al municipio.
3- La precariedad llega al punto en que se puede ver por ejemplo un casco caído en la barranca el cual en caso de una creciente importante podría obstaculizar el escurrimiento de las aguas del arroyo.
4- Al fondo del terreno se verifica la precariedad que se expone al presentar como cerramiento del predio un par de chapas cruzadas en lugar del alambrado perimetral o de un portón de acceso.
5- También se observa una falta de mantenimiento del predio en lo que hace al corte de pastos y consolidación de la barranca para evitar posibles derrumbes.
En la siguiente foto se puede observar como una de las entradas se halla ocupada por embarcaciones por lo que en caso de emergencia se deberían retirar estas para lograr el acceso. En la misma foto se ve un auto destinado a la capacitación de conductores en la calle que es usada como estacionamiento alternativo.
Aguas abajo del puente de calle Nansen se observan amarraderos precarios y una guardería de la que se desconoce si se halla habilitada pero que presenta embarcaciones ocupando las calles internas de circulación y un sistema extremadamente precario de embarcado y arriado de naves.
Al respecto debe recordarse que en esa guardería hace poco más de una década hubo un derrumbe de la barranca debido a la precariedad y fue víctima del mismo un obrero que se hallaba realizando tareas de consolidación de las barrancas. En el mismo episodio también resultaron heridos varios obreros, pese a lo cual nunca se tomaron medidas al respecto. Para profundizar más en el echo basta acceder a la nota que publicó en ese momento el diario Rosario 12, de fecha 12 de noviembre de 2013 que está accesible en la web.
En su momento se presentaron objeciones de parte del Concejo Municipal, sin embargo, el municipio tras unos momentos de dudas, nunca actuó ni informó si realmente existía autorización para su funcionamiento en esas condiciones y si a la fecha paga algún tipo de canon o derecho de funcionamiento.
Pero más preocupante aun es que en este momento la misma no solo aparenta estar cerrada, sino que se puede observar en el muro que da a la calle un cartel de venta sin que se tenga en cuenta que la misma no debería ser habilitada ya que ocupa el camino de sirga que por ley debería ser público.
Si no se define la propiedad de los terrenos además de anularse el camino de sirga que legalmente debería respetar, el municipio se hallará ante otro potencial problema de jurisdicción y de habilitación, lo que derivará en una nueva trasgresión a las leyes o en un largo y costoso juicio. Si bien el municipio no posee poder de policía puede exigir a las autoridades responsables que actúen en consecuencia antes de que sea tarde.
Siguiendo aguas abajo, a margen derecha se halla la guardería más importante denominada Puerto Ludueña. La empresa que tiene la operación de la misma tiene en sus manos la concesión desde hace más de una década.
Sin embargo, existen una serie de puntos que no consiguen respuesta al menos para la gente común:
1.- Al momento de tomar posesión de la concesión tenía un plazo máximo de 18 meses para terminar las obras, hoy a poco más de una década y superando un tercio del término máximo de concesión aún no ha terminado obras exigidas incluso para la primera etapa ya largamente cumplida
La prueba más palmaria de esto es el cartel de la obra que están iniciando en donde debía ir la confitería bailable (que nunca se construyó). Y peor aún, en el cartel se observan las siguientes irregularidades:
a) No figura el número de permiso de obra ni la superficie a intervenir.
b) No se puede leer los nombres de los responsables de obra como es exigible ya que estuvieron puestos con un papel que las lluvias han borrado, ni por qué la ejecuta un subcontratista siendo el concesionario una empresa constructora de importancia.
c) La obra ha cambiado los responsables de dirección ya que el papel ilegible que se menciona en el punto anterior está pegado encima de los nombres de los responsables originales.
d) No se sabe de qué trata la obra ya que se halla emplazada en el lugar en donde debería haberse construido la confitería bailable, pero en estos momentos lo que se ha levantado son estructuras de construcción en seco para lo que parecerían ser locales comerciales.
Entre los aspectos que no han sido aclarados tampoco por la empresa figura las tareas que ha efectuado para concretar la caleta más cercana a la desembocadura ya que en lugar de construirla bajando la barranca ha procedido a rellenar el cauce efectuando así una obra más barata, aunque con mayor incidencia en el funcionamiento de la descarga del arroyo.
La empresa concesionaria niega tales afirmaciones, sin embargo, en octubre de 2020 mientras la ciudad transitaba el aislamiento por la pandemia, y la población casi no circulaba en las calles, procedieron efectivamente a rellenar el cauce tal como se observa en la foto siguiente, transgrediendo las normas y sin autorización aparentemente de la DNVN.
Pero mientras gana terrenos al arroyo, no toma los recaudos de consolidar las barrancas que no le son útiles comercialmente como se puede observar en la foto siguiente en donde randa de seguridad se ha caído parcialmente por derrumbe, ni mantienen la vegetación controlada.
La guardería que se halla en la desembocadura del arroyo a margen izquierda (a la derecha en la foto siguiente) se ha construido ganando tierra al río y por lo tanto modificando la desembocadura del mismo. Sin embargo, tanto esa guardería como la caleta del Club de Regatas Rosario en la margen derecha se desconoce si poseen la autorización para su habilitación por parte de la autoridad de competencia (la Dirección Nacional de Vías Navegables de aquí en más la DNVN).
Nótese que al momento de iniciar sus obras ambas no habían recibido aún el permiso de la autoridad competente, pero al menos la primera trasgrede los reparos iniciales que se habían impuesto por parte de la autoridad de control como puede verificarse en notas cursadas por la autoridad nacional a los clubes y a la municipalidad de Rosario.
Tampoco se conoce si han resuelto otra de las advertencias básicas que adelantaba la DNVN mediante notas cursadas a todas las partes interesadas, que era la generación de un proyecto que evitará la formación natural de embancamiento en la acometida del arroyo al unirse al Paraná cosa que con el tiempo terminará afectando el desagüe del Ludueña con una mayor complicación en las medidas de control de inundaciones ya que baja la capacidad de evacuación de aguas.
Esta advertencia se trata a la decantación de sedimentos en la boca del arroyo que con el paso del tiempo termina formando una barrera que disminuye el caudal de evacuación y que debe ser solucionado cada vez que se observe esta situación mediante tareas de dragado para evitar la formación de un banco de arena que cierre la boca del arroyo.
Pero algo que es imposible de no observar es que ambas guarderías han disminuido de manera importante la acometida del arroyo y por consiguiente poniendo en disminución la descarga máxima del arroyo y por consecuencia de la cuenca del Ludueña.
En la foto de la izquierda se puede verificar que no solo la desembocadura está limitada por ambas guarderías, sino que incluso el ancho de la misma es incluso menor que el cauce del Ludueña en su tramo al aire libre aguas arriba del entubamiento. La captura fotográfica de la derecha, permite observar de manera más clara hasta qué punto se ha cerrado la desembocadura del arroyo con las obras de los embarcaderos y caletas que se generaron en ambas márgenes.
Pero además de ganarse metros al río hasta el borde del canal, el lado que da al arroyo fue construido con sub muraciones de pilotes, algo que en su momento la DNVN había no solo prohibido, sino que era una de las primeras exigencias que señalaba en una nota ya mencionada, sin embargo, al día de la fecha gozan de buena salud y nunca se removieron.
Lo más preocupante del caso es que esta última situación de la desembocadura estuvo siempre en conocimiento de las autoridades nacionales, provinciales y municipales desde el inicio, pero ningún nivel organismo de control cumplió con sus deberes. Para entender de qué estamos hablando vaya una pequeña cronología de las citadas notas que intercambiaron las partes involucradas.
Aquí el informe completo: