VIERNES, 22 DE NOV

La huella dactilar será usada otra vez en las elecciones 2019

Se utilizará en las ciudades fronterizas como Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones y Salta, para tratar de evitar el doble voto fronterizo.

La Cámara Nacional Electoral (CNE), el máximo organismo de la justicia argentina en materia de elecciones, volverá a realizar en las elecciones PASO del 11 de agosto, y en las generales del 27 de octubre, una prueba piloto de comicios por registro biométrico (un dispositivo que captura la huella digital del elector) en ciudades fronterizas de Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones y Salta, para tratar de evitar el doble voto fronterizo.

La medida se enmarca dentro de la política del gobierno nacional de reforzar los controles en la frontera para impedir el fraude electoral, y también la votación mediante el registro biométrico se hará en algunas ciudades de la provincia de Buenos Aires, como ya ocurrió en el 2017, aunque aún no se determinó si en las mismas localidades.

Hace dos años, la prueba de biometría se aplicó en 1052 mesas electorales de 110 escuelas, en las provincias de Chaco, Corrientes, Jujuy, Formosa, Misiones y Salta, universo que representa un 9,82% del padrón electoral de esos distritos; y en 17 escuelas y unas 200 mesas de las localidades bonaerenses de Tigre, San Isidro, Vicente López, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Hurlingham, Tres de Febrero, Moreno, Merlo, Quilmes, Avellaneda, Lanús, Morón y La Matanza, de acuerdo con el registro de la CNE.

En Formosa, una de las provincias donde se hizo el test electoral, votó con huella dactilar el propio gobernador, Gildo Insfrán.

Consultado por Télam, el secretario de Actuación Electoral de la CNE, Sebastián Schimmel, evaluó que la prueba con ese sistema “fue exitosa” ya que “la biometría es una herramienta útil y el sistema en general es confiable”.

A diferencia de hace dos años, esta vez todo el costo del operativo “será a costo cero”, dijeron fuentes de la CNE, ya que recordaron que “en el 2017 el Consejo de la Magistratura compró toda la máquinaria de registro biométrico a la empresa Smartmatic”, que ganó la licitación por oferta más conveniente, menor precio admisible y primera en orden de mérito.

Schimmel apuntó que “la máquina captura la huella digital del elector y de esa forma se puede comprobar automáticamente si corresponde con la huella de la persona que figura en el padrón”.

El dispositivo de verificación biométrica es una tecnología que permite utilizar características anatómicas personales y únicas, como huellas dactilares, rostro o iris, o de comportamiento; por ejemplo, el habla, para reconocer a los individuos, pero en el caso de la elección realizada por la CNE en las provincias fronterizas del norte se hizo a través de la huella.

La iniciativa de la justicia electoral va en paralelo con lo que se denomina Operativo Control de Fronteras II -a cargo del gobierno nacional-, para la profundización de los controles en la frontera norte del país mediante el cierre de los diferentes pasos fronterizos no habilitados de la región, a fin de imposibilitar el ingreso y voto ilegal en el país de ciudadanos con doble filiación.

Por eso, la CNE decidió la medida “con la finalidad de prevenir irregularidades en la conformación del padrón, vinculada con la migración electoral transfronteriza”, y además le solicitó al Ministerio de Justicia “la incorporación de los datos biométricos como prueba piloto”.

Ese operativo se implementó tanto en las elecciones primarias PASO de agosto como en las legislativas de octubre de 2017, a través de un despliegue en las mesas electorales de dispositivos de control biométrico, provistos por Smartmatic, que tomaron la huella dactilar de los votantes y chequearon si coincidían con las registradas en la base de datos del Registro Nacional de las Personas.

Concretamente, en el test inicial realizado en las PASO de 2017 participaron del control unos 257 mil votantes, cifra que representa el 82% del total de las personas que se presentaron a votar en las mesas donde se desplegó”, dijo a Télam Andrés Rómbola, representante de Smartmatic.

En cuanto a cómo funciona el sistema, las fuentes precisaron que “luego de que el ciudadano valida su identidad de la manera tradicional con el DNI, el presidente de mesa le solicita que apoye el dedo pulgar en el lector, un dispositivo parecido a un celular, que tomará la huella dactilar y chequeará si coincide con la registrada en la base de datos del Registro Nacional de las Personas”.

“Luego -agregaron-, como la verificación no tiene incidencia en el derecho a voto, sea cual sea el resultado, el elector pasa al cuarto oscuro a emitir su sufragio”.

El sistema biométrico, estiman tanto en el Gobierno como en la Justicia, podría ser una solución para ciertos problemas que se presentan en cada elección en las fronteras del país, donde se registran denuncias crecientes en torno a ciudadanos paraguayos o bolivianos que llegan a la Argentina sin estar habilitados para la votación, ya que no tienen residencia y pueden ser objetos de prácticas clientelares.

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