La jueza Figueroa denunció la complicidad del Consejo de la Magistratura para presionar jueces durante el macrismo
La jueza de la Cámara de Casación afirmó que cuando los jueces no se avenían a lo que le usaba al gobierno de Macri, les metían denuncias con apoyo de cierto sector de la prensa.
- Judiciales
- Jun 25, 2020
La jueza de la Cámara de Casación Ana María Figueroa aseguró hoy que el macrismo «metía denuncias en el Consejo de la Magistratura» a los jueces que no hacían lo que quería el Gobierno de Cambiemos.
«Los jueces que no nos aveníamos a lo que le gustaba al gobierno de Macri nos metían denuncias en el Consejo de la Magistratura con apoyo de cierto sector de la prensa», aseguró la magistrada.
En declaraciones radiales, Figueroa consideró que «a muchos jueces terminaron disciplinándolos o trasladados o con sanciones», en tanto que aseguró que «la mayoría tuvo consecuencias sobre su propia vida». «Nos sometían a un manoseo donde colocaban a jueces en actos ilícitos inventados con absoluta mala fe. Es muy grave», advirtió. Y lanzó: «La Asociación de Magistrados y el Consejo de la Magistratura tenían que denunciar las presiones, pero fueron funcionales al poder político de ese momento».
Por otra parte, la jueza de Casación se refirió a la pandemia y el trabajo de los magistrados durante la cuarentena: «En pandemia nos entraron más de 2.000 pedidos que tienen que ver con arrestos domiciliarios, excarcelaciones. Todos los pedidos relacionados por el COVID son distintos a los que ya teníamos».
Asimismo, Figueroa afirmó que «hay una discusión de fondos entre la Corte y el Consejo de la Magistratura» y destacó que «la pandemia no es solo alcohol en gel y fumigar los pasillos», por lo cual indicó que el máximo tribunal «tiene que proveer recursos».
«El 114 de la Constitución dice que el Consejo de la Magistratura tiene que administrar los fondos pero en otros tiempos se derivaron a la Corte», aseguró.
Y concluyó: «Cinco personas en la Corte Suprema es una concentración de poder muy grande. No hay representación regional ni de género».