La salud privada pide la continuidad del ATP y muestra preocupación por el aumento de los contagios

La salud privada hizo públicas sus preocupaciones en este comienzo de año. En el sector aseguran que la continuidad del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) es central para evitar «una situación crítica», pero el Gobierno no tiene dentro de su agenda extender la asistencia económica. El reclamo se da en un momento alarmante para todo el sistema sanitario, que ve con preocupación el aumento de los casos de coronavirus y la consecuente disminución del número de camas disponibles.

Roberto Villavicencio, titular del Grupo Oroño, dialogó este miércoles con Conclusión y expuso los temas que inquietan a la salud privada. «Fundamentalmente, nuestra preocupación está vinculada al rebrote de la pandemia. A eso se suma que el ATP no se va a aplicar más ni habrá ningún otro acompañamiento para el tema salarios», enumeró el médico.

Según apuntó, el pago de los salarios del personal representa el 64% del total de los costos del sector, a lo que se suma el gasto vinculado a los reemplazos de los trabajadores que están licenciados por las distintas situaciones que contemplan las disposiciones gubernamentales. El 14% de la plantilla, dijo, se encuentra actualmente de licencia.

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«En tercer lugar -completó- tenemos que las obras sociales, en todo el año y pico que pasó, no han acomodado la actualización de sus aranceles de acuerdo al costo de los servicios». 

El gobierno nacional fue claro al momento de elaborar el Presupuesto 2021, que contó con la aprobación de ambas cámaras legislativas: no habrá más erogaciones vinculadas a programas de asistencia como el ATP o el IFE, destinado a los sectores más vulnerables. Todas las fichas están puestas en una reactivación productiva, pero para eso la pandemia debe estar en retirada, un escenario que la Argentina está lejos de transitar este enero. 

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«Si se cae el ATP, provocará una situación muy crítica para poder salir adelante. Por eso insistimos en que nuestro sector, además de ser esencial, tiene mano de obra intensiva y en este momento, con el rebrote del covid, están ocupándose todas las camas. Todo esto nos pone en una situación muy incómoda», señaló Villavicencio en declaraciones a Conclusión.

Al momento de ponerle número a la ocupación de camas, detalló que es cercana al 80%, con claras diferencias entre las que están destinadas a covid y aquellas utilizadas para otras situaciones. Las ocupadas por pacientes con coronavirus muestran un claro aumento. «Al nuevo rebrote ya lo estamos viviendo, tenemos una mayor demanda y hay una gran preocupación», aseveró.

Obras sociales, vacunas y continuidad de la pandemia

El reclamo de la continuidad de la asistencia económica, indicó Villavicencio, también se vincula a que las obras sociales «están atrasadas en la actualización del arancel», pero «a su vez tienen algún condicionamiento porque no todos los convenios colectivos de trabajo han aumentado en valores que acompañen la inflación» y, por otro lado, «el Gobierno no ha dado los aumentos a las prepagas», así que «se juntan muchísimas cosas que condicionan un desfinanciamiento del sector».

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Respecto de cómo ven en el sector privado la continuidad de la pandemia y el inicio del operativo de vacunación en el país, el médico mostró su preocupación ante el relajamiento ciudadano y pidió retomar el sendero el cuidado para evitar el aumento de los contagios.

Sobre la posibilidad de implementar un toque sanitario para reducir la circulación en horarios nocturnos, el referente del Grupo Oroño opinó que hay que balancear y buscar el punto exacto para que las actividades sociales y económicas no se vean afectadas, «porque sino el país no va a remontar vuelto jamás».

«A esto -continuó- hay que tenerlo en cuenta, como también debe ser atendido como un elemento más el humor de la gente. Por el otro lado, estamos en una condición que debemos observar: si bien la vacunación ha llegado, va por la escalera y el rebrote va por el ascensor».

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Al ser consultado por la tranquilidad que le genera el comienzo del proceso de inoculación con Sputnik V, el médico aseguró que las tres vacunas que actualmente están con posibilidades potenciales de aplicarse en Argentina «son muy buenas» y generan «mucho entusiasmo». 

«Cuando se habilite la aplicación para los mayores de 60 años voy a ir corriendo a aplicarme la vacuna», anticipó.