Los dos argumentos centrales del rechazo al Honoris Causa para Rosatti en la UNR
La decisión por parte del Consejo Directivo la Facultad de Derecho de Rosario despertó la rápida reacción de organismos de Derechos Humanos, agrupaciones estudiantiles y docentes, que repudiaron el avance de la iniciativa esta semana.
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- Sep 6, 2019
Luego de un par de años «cajoneado» tras la polvareda que levantó el fallo que otorgaba el beneficio del 2×1 a condenados por delitos de lesa humanidad, perpetrados durante la última dictadura cívico-militar, en los últimos meses se reactivó la inicitativa para otorgar el título de Doctor Honoris Causa al juez de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
La decisión por parte del Consejo Directivo de esa casa académica despertó la rápida reacción de organismos de Derechos Humanos, agrupaciones estudiantiles y docentes, que repudiaron la declaración esta semana.
El núcleo del rechazo al título honorífico para Rosatti se fundamenta en su voto en el fallo que benefició con el «2 por 1» a un condenado por delitos de lesa humanidad, habilitando esa posibilidad para otros condenados. La medida fue revertida, tras numerosas marchas en distintos puntos del país, en 2017.
«Decidimos repudiarlo y votar en contra porque creemos que con los antecedentes de Rosatti, en especial por haber votado el beneficio a genocidas de la última dictadura, no podemos honrar a esa persona desde la facultad», expresó Camila Farías, integrante del Frente Patria, que conduce actualmente el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho, en diálogo con Conclusión.
No obstante, desde ese espacio aseguraron que «reconocen» la trayectoria académica del supremo y sus pergaminos, pero cuestionan que la UNR reconozca cierta «manera de ejercer el derecho».
Reconocemos que tiene una trayectoria académica y no la desconocemos, pero creemos que no se puede separar lo ideológico de lo académico y creemos que desde la universidad no podemos reconocer a esos jueces y a esas formas de ejercer el derecho, no consideramos que sea correcto», agregó la dirigente estudiantil.
La propuesta para designar a Horacio Rosatti, ex ministro de Justicia durante la presidencia de Néstor Kirchner, fue impulsada por el consejero docente Marcelo Vedrovnik, quien la presentó en 2017 cuando el abogado santafesino aún no había sido designado en la Corte Suprema de Justicia.
El Consejo Directivo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) aprobó por una mayoría de 15 votos, en su sesión de esta semana, la distinción a Rosatti como Doctor Honoris Causa de la casa de estudios.
Tras la sesión, el Centro de Estudiantes de Derecho integrado por las agrupaciones Frente Patria y DNI repudiaron la decisión porque, dijeron, creen que la universidad «no debe reconocer los honores al juez que fue designado por un decreto del Poder Ejecutivo sin respetar los procedimientos constitucionales y legales correspondientes».
Según indicó Farías, del Frente Patria, a Conclusión, la última palabra «tiene que pasar si o si por el Consejo Superior, donde hay consejeros estudiantiles de todas las facultades, consejeros docentes, decanas y decanos, y una vez que pasa por ahí se decide si se aprueba o no», por lo que se esperanzó en que «todavía hay manera de volver atrás y que no salga el reconocimiento definitorio».
Tanto desde el Espacio Juicio y Castigo de Rosario, que nuclea a organismos de Derechos Humanos y organizaciones sindicales, estudiantiles y políticas, como desde la agrupación docente «La Garat»-que lleva el nombre de un abogado desaparecido en Rosario durante la última dictadura- cuestionaron la determinación del Consejo Directivo de Derecho con similares argumentos.
A través de un comunicado, señalaron también que el magistrado que integra el máximo tribunal del país «votó a favor del fallo Muiña, otorgando el beneficio del ‘2×1’ a genocidas de la última dictadura cívico-militar». Finalmente, indicaron que «nuestro compromiso con la democracia y los derechos humanos es inclaudicable e innegociable».