Milei cerró la conferencia del CPAC en Buenos Aires, con énfasis en “dar la batalla cultural”
El presidente argentino dio el discurso de clausura de una nueva edición de la cumbre de derechas autofelicitando su gestión, considerándola “el mejor gobierno de la historia”, y con un fuerte hincapié en “batallar culturalmente”.
- Nacional
- Dic 4, 2024
El presidente Javier Milei cerró una nueva edición de la Conferencia de Acción Política Conservador (CPAC), que se celebró en el hotel Hilton de Puerto Madero.
En su discurso, Milei hizo un fuerte hincapié en la necesidad de “dar la batalla cultural”, como así también se autofelicitó por su primer año de gobierno y apuntó contra la Agenda 2030.
«Todos daban por hecho que íbamos a fracasar en lo político, y hoy los mismos periodistas, politólogos de distinto orden, que descontaban que no lo íbamos a lograr, hoy reconocen entre dientes estar sorprendidos con el manejo del poder que tiene este gobierno. No solo eso, a doce meses podemos decir que en todos nuestros frentes de batalla hemos cumplido los objetivos con creces, logrando hitos que exceden incluso lo que nosotros nos propusimos. ¿Creen que es posible lograr lo que hemos logrado sin política? Evidentemente algo de lo que hacemos funciona”, señaló el presidente a casi un año de su asunción.
Previamente, saludó a su equipo, asegurando que están haciendo “el mejor gobierno de la historia” y destacando puntualmente a Guillermo Francos “el señor de la muñeca” y “el jefe”, su hermana Karina, “que logró hacer un partido en seis meses”.
En su discurso, el mandatario destacó que hay “tres vías” para avanzar: una es la de la gestión, otra es la de la acción política y finalmente la de la batalla cultural.
La batalla cultural
Sobre este último punto basó su introducción, asegurando que “los socialistas, luego de caído el muro […] avanzaron sobre un terreno virgen, porque hubo alguien a quien se le ocurrió decir que con la caída del muro era el fin de la historia, nos retiramos del campo de batalla y ellos avanzaron sin ningún tipo de problema”.
“Se metieron en las universidades, se metieron en los medios de comunicación, se metieron en la cultura, y como no tenían rival ganaron la batalla cultural. Básicamente porque nosotros no la dimos. En ese sentido, se organizaron políticamente y fueron muy exitosos políticamente. En Argentina hemos padecido cuatro gobiernos kirchneristas, hemos padecido en la región en Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia, Venezuela, Cuba y España. Ellos lograron imponer la agenda de lo políticamente correcto. Lo importante es que fueron exitosos en lo cultural, exitosos en lo político, pero como sus ideas son un espanto, a donde van generan miseria, y eso abrió la oportunidad de que hoy en el mundo, de la mano de Donald Trump, de Bukele y de nosotros en Argentina, en el mundo se respiren nuevos vientos de libertad. Por lo tanto, estamos frente a una oportunidad histórica para empezar a cambiar el mundo, pero no alcanza como pasó en los 90 con gestionar bien, ni con organizarse públicamente. Es necesario dar la batalla cultural, y en eso CPAC tiene un rol fundamental y es lo que nos va a ayudar a coordinar internacionalmente para que los zurdos no nos entren por ningún lado”, detalló Milei.
«Ya no me importa, que lloren, que lloren esos malvados»
Javier Milei remarcó que su Gobierno «seguirá diciendo la verdad», apuntó contra «toda la progresía, politiquería barata y micrófonos ensobrados» y sentenció: «Nos importa un rábano la opinión de los políticos». pic.twitter.com/v6aKSIuNMB
— Corta ???? (@somoscorta) December 4, 2024
La antipolítica
De la misma manera, el presidente profundizó en su discurso antipolítica, sin reconocerse como parte de la misma.
“Como todos saben, yo no soy político. Siempre desprecié a los políticos. Es más, cómo no iba a odiar al Estado, que es una herramienta de opresión. Alcanza con entender algo de economía y ver lo que hicieron a la Argentina para tener razones de sobra”, dijo Milei, que además agregó que les “importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas” y calificó a la política de “colonia de leprosos”.
En ese sentido, se diferenció y explicó sobre su gestión: “Yo puse en práctica otro manual, con otras fórmulas, quizás no tan profesionales ni tan políticamente correctas. No prometen prosperidad a cambio de nada como indican los libros de política tradicional, y tampoco son las fórmulas del liberalismo derrotista, que creen que con enfocarse en la economía alcanza para mantener a raya a la izquierda. Mis fórmulas son producto de la intuición y de una vida de aprendizaje. Fórmulas que fueron resistidas e incluso ridiculizadas por los profesionales de la política que hoy se hacen los sorprendidos.
La cumbre de la CPAC
El evento, que nuclea a referentes de la derecha internacional, es del mismo tinte del que se realizó tres semanas atrás en Mar-A-Lago, donde el mandatario argentino se encontró con el electo estadounidense, Donald Trump.
En esta ocasión, el evento se realizó en Buenos Aires y estuvo presente Lara Trump (nuera del líder republicano y referente del partido), Ben Shapiro (integrante del equipo de Donald), Santiago Abascal (referente de VOX en España) y Eduardo Bolsonaro (diputado e hijo del ex presidente brasileño).
Por el lado nacional, estuvieron presentes en paneles temáticos los ministros Luis Caputo (Economía) y Patricia Bullrich (Seguridad) y el diputado bonaerense Agustín Romo, como así también hubo una mesa de periodistas moderada por Manuel Adorni con Jonatan Viale, Javier Negre, Antonio Laje y Mariano Pérez.
El líder de la patota digital mileísta, el ‘Gordo Dan’, Daniel Parisini, también fue uno de los oradores de la cumbre que fue conducida por Matt y Mercedes Schlapp. Otros como Ron Paul y Jair Bolsonaro no estuvieron presentes, pero enviaron un video.
Milei fue el encargado de dar el discurso de cierre, horas después de la noticia de que Martín Menem fue votado nuevamente como presidente de la Cámara de Diputados.
En su discurso, el mandatario argentino apuntó a criticar las “malicias” del sistema capitalista, a cuestionar la Agenda 2030, y a consolidar el alineamiento con el reciente electo, Donald Trump.