Para el Gobierno porteño, las personas en situación de calle y los cartoneros afean la ciudad como la basura
El Ministerio de Espacio Público contratará una empresa para que recorra las calles e identifique las "incidencias" que afecten la imagen de "ciudad limpia". En la lista aparecen los residuos, las personas que viven en la calle y los recuperadores urbanos. El presupuesto de la licitación supera los 1500 millones de pesos.
- Política
- Mar 7, 2023
«Incidencias» que «afectan el estado de limpieza del espacio público». Entre esas palabras ubica el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) a las personas en situación de calle y a los recuperadores urbanos. Eso se desprende de la licitación que el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño abrió esta semana para adjudicar el «servicio de relevamiento de condiciones que impactan en la higiene«, un programa que tiene el objetivo de «hallar» elementos que «alteren» la «imagen de Ciudad Limpia», entre los que se listan asentamientos de personas en situación de calle y los recuperadores que realizan su trabajo. Desde el Frente de Todos (FdT), el legislador Matías Barroetaveña presentó un pedido de informes sobre los objetivos del programa. El presupuesto de la licitación supera los 1500 millones de pesos.
El servicio en cuestión depende de la Dirección de Limpieza de la Subsecretaría de Higiene Urbana. Según detalla la Dirección en el pliego técnico de la licitación abierta el miércoles pasado, el programa tiene como objetivo relevar «condiciones que impactan en la higiene, entendiéndose por condiciones todos aquellos hallazgos vinculados mediata e inmediatamente con la limpieza«. Esos «hallazgos», aclara el pliego, son los «elementos verificados en la vía pública que pueden ser reportados como incidencia o cuadra limpia». Las «incidencias» son definidas como los «hallazgos que afecten el estado de limpieza del espacio público y la percepción de higiene urbana«. Los «relevadores» tienen el trabajo de recorrer las calles de la Ciudad y registrar los «hallazgos» en una aplicación móvil de la Dirección.
La cuestión se vuelve problemática cuando el pliego técnico enumera las posibles «incidencias». En el ítem «relevamiento general de la zona«, se especifica que los relevadores deberán evaluar, en primer lugar, el «estado de higiene de las cuadras» para buscar elementos «que sean susceptibles de producir contaminación visual«. El pliego lista, entonces, en un primer punto, elementos como residuos domiciliarios, restos de podas o de obras, o materiales descartados. El siguiente punto, sin embargo, trae una sorpresa: «Presencia de asentamientos precarios producto de personas en situación de calle». Ese apartado es descripto así: «Verificación ocular de la presencia de personas y/o conjunto de las mismas que se encuentren residiendo transitoria y/o permanentemente en vía pública«.
También los cartoneros y cartoneras son incluidos en la lista de «incidencias» a registrar, aunque llamados «recuperadores«. En ese caso, son incluidos en el punto «presencia de recuperadores realizando acopio de material en vía pública«. Si se topa con ellos, el relevador debe registrarlo si es que los encuentra «recolectando y/o acopiando y/o realizando tareas afines respecto de residuos de tipo reciclables». El pliego continúa con otras especificaciones para concluir que el relevador tiene que registrar cuando encuentre cualquier otro elemento que «perjudique la imagen de Ciudad Limpia e higiene en la vía pública«.
En su pedido de informes presentado en la Legislatura, el diputado Barroetaveña requirió que el Ejecutivo indique, entre otros puntos, por qué incluyó a las personas en situación de calle y a los recuperadores como elementos que afectan a la «imagen de Ciudad Limpia«. También solicitó que se informe el objetivo de las «verificaciones oculares» y qué uso se le dará a los resultados del relevamiento. «Estas situaciones deben ser abordadas con políticas específicas de carácter laboral, social, de atención psicológica y contención. El nivel de deshumanización que supone tratar a recuperadores urbanos y a personas en situación de calle como basura es terrible”, dijo a Página 12 Barroetaveña.
Este diario preguntó a fuentes del Ministerio sobre los criterios usados para clasificar a las «incidencias» y respondieron que «el punto de la contaminación visual no es para las personas en situación de calle» y que esas personas no son tomadas como «variables de limpieza». Ante esto, Página 12 quiso saber por qué se las incluye en un programa destinado a la limpieza urbana y qué hacen los relevadores con los datos obtenidos, y sostuvieron que «el programa es para mejorar la limpieza en lugares complejos» y que los relevadores solo «observan la situación». «Si se verifica que hay personas en situación de calle se deriva a Buenos Aires Presente«, aseguraron.
«Hace un tiempo venimos denunciando el deterioro en que se encuentra la Ciudad por la acefalía provocada por un jefe de Gobierno en permanente campaña, un vicejefe de candidato en Provincia y cuatro ministros precandidatos. Ese deterioro ha sido mencionado también por sectores de derecha, internos y externos a la coalición de gobierno, que demandan orden y represión. Larreta está avanzando con esa mirada al incorporar a las personas en situación de calle en un listado de ‘basura’ para relevar y evitar la ‘contaminación visual'», agregó el diputado, quien asoció el relevamiento con el desalojo de puestos en Retiro y con «las numerosas situaciones denunciadas por levantar en la vía pública a personas en situación de calle«.
«Bueno sería que este presupuesto se invierta en mejorar las condiciones de vida de aquellas personas a las que Larreta considera ‘contaminación visual’. Los paradores para personas en situación de calle están en muy malas condiciones. Las cartoneras y cartoneros hacen enormes esfuerzos por mantener sus centros de reciclaje y sus herramientas de trabajo porque el GCBA no lo hace», advirtió por su parte Lucía Cámpora, legisladora que acompañó el pedido de informes junto con Javier Andrade, Maria Bielli, Magdalena Tiesso, Franco Vitali, Juan Modarelli y Berenice Iañez. El presupuesto de la licitación supera los 1500 millones de pesos.