Pedro Morini: «Hay 300.000 hectáreas bajo agua en la provincia de Santa Fe»
El secretario de Lechería, perteneciente al ministerio de Producción que conduce Luis Contigiani, dialogó con Conclusión y aseguró: "Llovió en una semana lo mismo que en seis meses".
- Política
- Ene 5, 2017
Por Aldo Battisacco
Las imágenes de las zonas productivas inundadas en Santa Fe ofrecen un cuadro desolador, al cambio del régimen de precipitaciones de agua, se le suma la elevación de las napas freáticas de 15 a 5 metros por debajo del nivel del suelo, y la política de monocultivo de soja acompañada del desmonte fueron las causas de un cóctel explosivo. El secretario de Lechería santafesino, Pedro Morini, dialogó con Conclusión y señaló que «están anegadas 300.000 mil hectáreas, los tamberos afectados son cerca de 3.000 y la pérdida de la cosecha gruesa de soja es un hecho y los evacuados suman más de 500 personas».
«Estamos muy mal, se puede dimensionar en el norte de Santa Fe que hay 150 mil hectáreas pertenecientes a los departamentos Castellanos, San Martín y una parte de San Cristóbal y las Colonias complicadas por el agua, y debemos sumar en el sur del territorio provincial una cifra similar, lo que hace un total de 300.000 mil hectáreas afectadas por el temporal», precisó el funcionario.
—¿En qué áreas de la producción se observan perdidas de consideración?
—Las pérdidas en los tambos son casi totales, en los sembradíos de soja -que no se van a recuperar- porque están completamente cubiertos por agua, los cultivos de maní están en estado crítico, a esto hay que agregar la hacienda que se perderá a futuro ya que esto no es un problema que no tiene dos días, en estos momentos no se puede ordeñar. También hay caminos cortados, postes de suministro de electricidad caídos, y plantas de energía inundadas.
—¿Qué impacto tuvo el temporal sobre los cultivos de trigo, maíz y soja?
—Existe casi el 10% del territorio productivo en condiciones de irrecuperabilidad, llovieron aproximadamente 350 milímetros a razón de 25 milímetros por día promedio, la perdida de la cosecha gruesa en la zona es casi total, por caso en localidades como Ramona hay un 80% de la localidad que esta inundada, no hubo gran afectación de cultivos de maíz y trigo porque el área sembrada es mayoritariamente de soja, además debemos considerar que la virulencia del temporal alcanzó en ciudades como Rafaela magnitudes que no se registran desde hace 40 años.
—¿Cuál será la intervención del Estado provincial frente a la situación por la que atraviesan los productores?
— El gobernador Lifschitz, declaró la emergencia agropecuaria durante 180 días, Córdoba y Entre Ríos también fueron afectados en forma importante, frente a la gran cantidad de aguas caída, no se puede hacer mucho, hay que buscar solidaridad para con los productores y habitantes de las zonas afectadas. Este es un problema que debe ser tratado en forma integral, no se salva nadie solo. Los productores son plenamente conscientes de esto. La prioridad de trabajo del ministerio de la Producción y otras carteras es brindarle a los afectados la máxima cobertura, asistirlos en sus necesidades, alimentos, medicina, agua y articular formas de salvataje de bienes, la zona rural se esta monitoreando permanentemente. Estamos al tanto de lo que acontece a través de una comunicación fluida.
—¿Si bien todavía es temprano para dar una dimensión de la situación se pueden cuantificar los daños?
—Estamos reunidos secretarios de distintos ministerios con autoridades de varias localidades para tener un panorama aproximado. Pasada la tarde de este jueves seguramente tendremos una postal cierta de lo ocurrido. Es muy reciente todo, la inundación fue muy grave, a poco menos de un año las mismas zonas han sido castigadas. Esto demanda trabajar en una planificación que permita dar respuestas eficaces en el marco de este desastre. El daño al suelo se subsana con el paso del tiempo.
—¿Se comunicaron desde la Nación con ustedes?
—El ministro Ricardo Buryaile nos llamó para ofrecernos su ayuda, por lo pronto estamos en situación de diagnóstico en relación a la producción y asistiendo a pobladores que viven una situación apremiante.
Algunas zonas permanecen anegadas pero en la región sur el panorama mejora