MIéRCOLES, 20 DE NOV

Piden información al Gobierno provincial sobre los vínculos del “peruano” con empresarios cerealeros y narcopolicías

El diputado provincial Carlos Del Frade presentó un proyecto en la Legislatura provincial en el que pide que informe desde cuándo comenzó sus relaciones con el ex gerente de Terminal Puerto Rosario, Gustavo Shanahan, con Los Monos y con la banda de Esteban Lindor Alvarado.

 

La condena a prisión perpetua del señalado como encargado de comprar el auto robado que iban a utilizar los sicarios para asesinar al ex concejal Eduardo Trasante, Julio Andrés «Peruano» Rodríguez Granthon, dejó tela para cortar.

En tal sentido, el diputado provincial Carlos Del Frade – que sigue este caso en su carácter de legislador y periodista – ingresó un proyecto en la Cámara de Diputados de Santa Fe por el cual el pide al Gobierno de Maximiliano Pullaro que informe desde cuándo Granthon comenzó sus relaciones con el empresario Gustavo Sahanahan, en su momento gerente de Terminal Puerto Rosario y cuáles son sus vínculos con bandas narcopoliciales como la de “Los Monos” y la de Esteban Lindor Alvarado.

Vale recordar que el “Peruano”, está preso en la cárcel federal de Marcos Paz desde 2019 y en el año 2023 fue condenado a 21 años de prisión luego de ser juzgado tras el operativo “Cuevas blancas” de 2021, que develó el funcionamiento de la organización narco que lidera en Rosario.

Del Frade recordó en su pedido que Rodríguez Granthon, junto al empresario Gustavo Shanahan, fueron nombrados en los fundamentos del 5 de febrero pasado que respaldaron la sentencia emitida el 27 de diciembre de 2023, por los jueces federales Osvaldo Facciano, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferrero de la ciudad de Rosario, por las que se lo condenó por formar parte de una organización narcocriminal.

En esos fundamentos se lee que quedó comprobada “la existencia de una estructura narcocriminal, cuyo eje era el comercio ilícito de sustancias estupefacientes en la ciudad de Rosario y que operó, de manera organizada, cuanto menos desde fines del mes de abril hasta mediados del mes de octubre del año 2021, cuando fue desarticulada a raíz de los allanamientos realizados por la Policía Federal Argentina los días 14 y 15 de octubre de ese año”.

Entre otras consideraciones, el legislador provincial agregó que “esta estructura narcocriminal estaba bajo la órbita organizacional de Julio Andrés Rodríguez Granthon. La integraban o tomaron parte de la misma, Facundo Ariel Pérez, Bruno Iván Ayala, Alfonso Sebastián Sciortino, Alexis Ezequiel Manzo, Richard Galeano Vázquez, Gustavo Báez Aguilar, Ariana Gómez, Marcos Julián Díaz, Gustavo Pedro Shanahan, Juan Román González y Lucía Alonso, de acuerdo a lo que emerge de la investigación y de lo que se ha constatado en el transcurso del debate”.

Siguiendo con los fundamentos emitidos por los jueces que condenaron a Granthon y Shanahan también se lee que dicha, “estructura narcocriminal estaba dividida en dos subestructuras bien definidas. La principal, dedicada al comercio ilícito de estupefacientes, con ámbito territorial de acción en la ciudad de Rosario, primordialmente en el barrio ‘Villa Banana’”.

Y la “restante subestructura, estaba abocada a la actividad ‘cambiaria’ espuria. Concretamente, al intercambio oneroso de los billetes de denominación nacional producto de las ganancias obtenidas de la venta de estupefacientes, por dólares estadounidenses; con el claro objeto de posibilitar y garantizar el desarrollo y funcionamiento de la ‘empresa’ criminal en trato. Es que esa moneda extranjera era necesaria para la adquisición del material estupefaciente para su posterior introducción en la cadena de tráfico mediante la modalidad de comercio. Esta subestructura ‘cambiaria’ espuria giraba en torno a dos protagonistas, Gustavo Pedro Shanahan y Marcos Julián Díaz -prófugo al día de la fecha-; con la participación de Juan Román González y Lucía Alonso, quién – como se adelantó – aún no ha sido traída a juicio”.

Enseguida, el escrito de Del Frade afirma que “Rodríguez Granthon siempre contó con contactos con algunos sectores de la burguesía rosarina mucho más allá de los barrios empobrecidos”.

Por ello “resulta fundamental, conocer desde cuándo comenzaron las relaciones comerciales con Gustavo Shanahan y con las organizaciones narcopoliciales de las que era proveedor de cocaína, como el propio Granthon admitió, como “Los Monos” y las de Esteban Lindor Alvarado”, reiteró el legislador.

 

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