Putas y Organizadas
En la charla política del programa de hoy nos visitará Celeste Castro, de La Comunidad Trans Rosario. Vamos a hablar de un tabú de la comunicación social y política en Argentina: el trabajo sexual. Cómo conciliar esta actividad tan asociada al patriarcado con la reivindicación del derecho a ofrecer el cuerpo como un trabajo. El trabajo sexual, los derechos laborales, así como las decisiones individuales, la política y la politización de los cuerpos: la prostitución como entidad política.
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- Jul 31, 2019
En general, las demandas de minorías, máxime cuando éstas están organizadas, exponen las carencias del Estado, sus límites clasistas, su sentido autoritario y su horizonte homogeneizante. Las trabajadoras sexuales interpelan al Estado y nos interpelan. El Estado y la sociedad las condena y estigmatiza triplemente: por mujeres, por pobres (en algunos casos) y por putas. Pero ellas responden con el derecho a ofrecer su cuerpo como un servicio sexual, como un trabajo más en el que cambia la parte del cuerpo que se mercantiliza. Pero cuestionan al Estado porque no les garantiza seguridad en su trabajo y porque, peor aún, criminaliza su voluntad de trabajo. El Estado tampoco ofrece alternativas laborales, el Estado como estructura que cristaliza la comunidad. Desde allí surgen varios interrogantes:
-Relación con el feminismo. Las 2 posturas sobre el trabajo sexual: abolocionista vs. reglamentarista.
-Diferenciación entre trabajo sexual y trata de personas: las putas (trabajadoras sexuales) están en contra de todo ejercicio de la prostitución que no sea consentido, que no cuente con la voluntad de quienes lo ejercen. Reclaman el ejercicio libre de la prostitución y el reconocimiento de los derechos (laborales) de quienes si quieren vivir de eso: creen que ambas políticas deben ir de la mano. “Qué mejor medida que el Estado controle quién está registrada y quién no, para comprobar si trabaja porque quiere, o porque no tiene otra posibilidad?”
-Violencia de los clientes? Mito o realidad? Qué tipo de clientes? Cómo los seleccionan? Existe una aristocracia dentro del colectivo de meretrices? Es decir, aquellas que pueden prestar el servicio en un domicilio propio (en un departamento privado) y elegir a sus clientes por redes sociales, anticipando qué servicios están dispuestas a ofrecer y el costo. Pero existen otras que no tienen este “privilegio”. La puta como un sujeto activo que elige y determina.
-Métodos anticonceptivos.
-El mercado de la prostitución para las transexuales es distinto. Existe un conflicto más grave aún que tiene que ver con la identidad de género y con la conminación que sufren las trans a depender laboralmente de esta única herramienta debido a su no reconocimiento social.
-Cómo es el tema de la legislación antitrata? Las trabajadoras sexuales agrupadas en AMMAR no fueron convocadas ni consultadas ni para la sanción de la ley ni para su reforma en 2012. Son útiles las políticas prohibicionistas o terminan cortando el hilo por los más delgado? En todo caso, existe un proyecto de ley de trabajo sexual autónomo de AMMAR, que propone crear un registro único de trabajadoras sexuales para que el Estado sepa quiénes lo hacen por voluntad y quiénes no. Además, contempla la habilitación de cooperativas de trabajadoras sexuales autónomas, el otorgamiento de becas y la creación de la categoría trabajo sexual en el monotributo para habilitar el acceso a obra social, aportes jubilatorios, créditos, vivienda, entre otros derechos. De igual forma, propone reinserción laboral para las personas que quieran dejar de ejercer este trabajo.
Las trabajadoras sexuales tienen muchos clientes con discapacidades, y asimismo, la mayoría de las trabajadoras tienen clientas mujeres, aunque ese mercado está mucho más restringido. Creen que las clientas mujeres tampoco son muchas porque como mujeres estamos mucho más inhibidas a descubrir nuestra sexualidad, principalmente causado por la educación sexual y los diferentes mandatos sociales que tenemos ambos géneros.
Hay una clara crítica de las trabajadoras sexuales a aquellos hombres y mujeres que opinan sobre el trabajo sexual sin siquiera conocer a una puta, y están cansadas de que se metan a decidir sobre sus cuerpos. Muchas veces por mezquindades políticas, por supersticiones ideológicas, dejamos que nuestras opiniones sobre el trabajo sexual, pisen y aplasten las voces de las putas, y hablando por ellas las reducimos a nada. Si el problema del trabajo sexual son las condiciones en las cuales es ejercido, hay que luchar por mejorarlas, por su auto organización, no por decidir por ellas. Nadie nace para decirle a otra lo que debería hacer con su cuerpo.
Además, la columna internacional de siempre. En el día de hoy será la relación entre China y EEUU y su impacto en la economía global, y particularmente en el MERCOSUR. Qué posibilidades hay de que se constituya un orden bipolar y qué características puede llegara a tener ese orden? Entonces, cómo pensar la inserción internacional de Argentina y cómo manejar la doble dependencia con EEUU y China.