Reducción de la jornada laboral: impulsan el debate de los proyectos que están en el Congreso

La reducción de la jornada laboral está en agenda del debate público. En los últimos días, diversas posiciones surgieron alrededor de una discusión que encuentra promotores y detractores de una modificación que generaría cambios profundos en la vida social y económica del país. Los puntos de encuentro o disidencia se dan también al interior de la alianza oficialista, que tiene a parte de sus integrantes de extracción sindical como impulsores de una nueva ley.

En el Congreso hay presentados dos proyectos de reducción de la jornada laboral que tienen como autores a miembros de la bancada del Frente de Todos, que a su vez son dirigentes de origen gremial. Uno es del secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, y el segundo pertenece a la diputada nacional y referente de La Bancaria, Claudia Ormachea, quien participará el próximo jueves de un seminario web organizado por la Asociación Empleados de Comercio de Rosario.

Ormachea dialogó con Conclusión a modo de anticipo de la jornada del 2 de septiembre y, respecto a las diferencias entre ambas iniciativas presentadas en Diputados, sostuvo que en su caso habla de una reducción que llegue a «6 horas diarias; 36 semanales», mientras que el dirigente de la CTA apunta a que la duración del trabajo no pueda exceder de ocho horas diarias o cuarenta horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro. Los dos textos legislativos tienen fecha de ingreso en 2020.

«Hemos estado charlando con Hugo y a lo mejor la historia está en buscar una síntesis de proyecto. Tal vez mi mirada sirve para algún sector y la instrumentalización del proyecto de Yasky se aplica mejor a otros sectores de la economía», comentó la diputada nacional.

¿Qué dice el proyecto?

El proyecto de la dirigente de La Bancaria busca la modificación del artículo 1º de la ley 11.544 para establecer que «la duración del trabajo no podrá exceder de seis horas diarias o treinta y seis semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro».

En esta sustitución, no quedarían comprendidos los trabajos en los establecimientos en que trabajen solamente miembros de la familia del jefe, dueño, empresario, gerente, director o habilitado principal.

Asimismo, la limitación establecida por la ley sería máxima y no impediría una duración del trabajo menor de 6 horas diarias o 36 semanales para las explotaciones señaladas.

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En ese marco, tal apunta el proyecto, la jornada máxima diaria salubre podría ser ampliada a siete horas diarias siempre que las tareas se desarrollen exclusivamente entre lunes y viernes.

«Las relaciones del trabajo tienen que ser más humanizadas. No puede ser que la renta y el resultado de esa producción siempre vayan dirigidas a un sector concentrado, chiquito, y los trabajadores y las trabajadoras que ponen el cuerpo no tengan una retribución. Eso es lo que se está analizando», explicó Ormachea.

En el caso del trabajo nocturno, el proyecto busca que fijar que una jornada laboral no pueda exceder las cinco horas y quince minutos, entendiéndose como tal la comprendida entre 21 y las 6 de la mañana.

Por otra parte, la iniciativa legislativa busca sustituir el artículo 19 del Régimen de Contrato de Trabajo, aprobado por la ley 20.744, y asentar que las personas de 16 a 18 años no puedan ser ocupadas en ningún tipo de tareas durante más de cuatro horas y media o 27 horas semanales.

Sobre esto, la diputada nacional sostuvo que «la aplicación y la mirada recorren todos esos sectores para que en realidad llegue a la totalidad de los trabajadores y las trabajadoras. No nos parece que lo mejor sea hacerlo, por poner un ejemplo, tomando solo el sector público y no el sector privado».

La legisladora aclaró que el objetivo es configurar una normativa que pueda implementarse según la actividad y el mecanismo de labor que tenga cada sector. «La implementación de la ley tendría en cuenta las características de producción de cada sector. Si uno quisiera hacer una cosa para todos en general, se terminaría chocando con que las distintas formas de establecer el trabajo. No tienen todos el mismo manejo de los horarios ni de los grupos, también puede ser que tengan necesidad de tener una producción continua», puntualizó.

¿Con los bolsillos intactos?

Cabe destacar que las propuesta de disminución de la jornada laboral no habilitan en ningún momento la idea de permitir una caída aun mayor del poder adquisitivo de los trabajadores. Es así que el artículo 15 del proyecto de Ormachea fija claramente la prohibición de la reducción salarial en caso de aprobarse la reducción de la jornada máxima de trabajo.

«Todos sabemos que el poder adquisitivo de los trabajadores durante el gobierno neoliberal, a lo que se sumó la pandemia, sufrió una pérdida superior a los 20 puntos. De alguna manera, cuando pensamos en la reducción horaria, volvemos a darle un valor hora diferente a la hora de trabajo. No voy a decir que se recuperarían esos más de 20 puntos perdidos de poder adquisitivo, pero sí volveríamos a darle otro valor a la hora», remarcó la dirigente sindical en conversación con Conclusión.

Sergio Palazzo, titular de La Bancaria y precandidato a diputado nacional, es otro de los impulsores de la ley.

Aun así, la diputada fue cauta al momento de generar expectativas y expuso que, a su manera de ver, la reducción la jornada «no va a solucionar la problemática laboral que existe en el país ni va a lograr aportar todos los puestos de trabajo que hacen falta. Tampoco lograría que todos los trabajadores que están en la informalidad pasen a un trabajo formal».

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Diferentes miradas

Dentro del Frente de Todos hay distintas opiniones en torno a la reducción de la jornada laboral. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, apenas pudo rechazó la idea. Dijo que solo algunas empresas estarían en condiciones de absorber ese aumento de costos, pero las pymes no. Por su parte, el ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, manifestó en las últimas horas que es un tema «para estudiarlo» porque «no está garantizado que genere empleo y en términos inmediatos solo aumenta las horas suplementarias».

Mirada totalmente opuesta tiene el integrante del directorio del Banco Nación y precandidato a diputado nacional, Claudio Lozano, quien antes que nada pidió hacer foco en el debate de la sobrejornada. «La sobreocupación es una consecuencia del fenómeno de la precarización e informalidad laboral y los bajos niveles de ingresos laborales», afirmó. Según los datos que expuso, «si se hiciera efectivo el control de la jornada laboral vigente podrían liberarse 1,6 millones de ocupaciones y se resolvería el 80% de la desocupación. Esto surge de traducir en empleo las 14,8 horas excedentes de cada uno de los 4,5 millones de sobreocupados».

Ormachea aseguró a Conclusión que esta diversidad de miradas no es algo que le preocupe ni la asuste. Aun más, las consideró propias de un frente que tiene gran amplitud por los sectores que lo componen, muchas veces con intereses contrapuestos sobre temas puntuales.

«Al compañero Kulfas lo invitaría a debatir, a proponer. Se que hay una realidad en las pymes, pero cuando discutimos teletrabajo estuvimos sentados con los representantes de ellas. No es que no se las escuchó. En este caso pasaría lo mismo», dijo la diputada del Frente de Todos.

Y agregó: «Esto es lo que tiene un frente. Así como te trae diferencias; trae enriquecimiento del debate. Por supuesto que estamos pensando en escuchar a los distintos interlocutores. Lo mejor sería sentarse a ver todas las posibilidades y alcanzar los mejores instrumentos».

Actividad en Rosario

Los diputados de extracción sindical que ocupan bancas en el Congreso militan sus proyectos mediante encuentros, diálogos y convocatorias con distintos sectores. Con ese fin es que se desarrollará un seminario web con inscripción previa en próximo jueves a las 17, donde Claudia Ormachea expondrá su proyecto y lo debatirá con los inscriptos.

«Allí analizaremos las ventajas y desventajas de la idea; el por qué surge en este momento; y la diversidad de miradas que hay en el tema», adelantó la legisladora en conversación con este medio.

El acceso a la jornada será libre y gratuito, pero las personas interesadas en participar deben inscribirse previamente en [email protected].

Posteriormente, el 8 de septiembre, la diputada nacional tendrá un encuentro con abogados laboralistas de Rosario para abordar cuestiones técnicas de la iniciativa.