«No hay proyecto sin la unidad de los trabajadores»
El ex diputado y referente del Movimiento Evita dialogó con Conclusión y ensayó una autocrítica sobre la fuerza política que integra. Opinó sobre el gobierno de Macri y el provincial.
- Política
- Ene 25, 2016
Por Marcelo Chibotta
Gerardo Rico culminó en diciembre su segundo mandato como diputado de la provincia de Santa Fe y es miembro fundador de la mesa nacional del Movimiento Evita. En una entrevista exclusiva para Conclusión, el ex diputado ofreció una mirada autocrítica sobre la fuerza política que respaldó durante los últimos doce años los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Asimismo, Rico también se pronunció críticamente sobre el actual gobierno nacional encabezado por Mauricio Macri y sobre los últimos gobiernos del Frente Progresista Cívico y Social en la provincia.
Inicialmente, el referente del Movimiento Evita consideró sobre las medidas tomadas desde el gobierno nacional que “tanto a nivel particular y como miembro del Movimiento Evita, puedo decir que no creíamos, de acuerdo a nuestros análisis anteriores a la asunción de Macri, que se iban a producir esta clase de medidas que están desarrollando”.
“Todas van en contra de la promesa de más institucionalidad y de más república que ellos planteaban –señaló– ya que tenemos cerca de 70 decretos de necesidad y urgencia en menos de un mes, que deberán ser avalados por el Congreso”.
Enseguida, dijo que “esa no es la forma de gobernar ya que es bien antidemocrática porque los legisladores fueron elegidos por el pueblo y son ellos quienes tienen que de alguna manera definir las leyes. Las mismas no deben ser el resultado de decisiones individuales que no tienen nada que ver con lo colectivo”.
“Macri podría llamar a extraordinarias, tiene todas las oportunidades para hacerlo para tratar temas como por ejemplo el nombramiento de los jueces de la Corte o el de la emergencia en Seguridad –estimó– pero todo eso trae fundamentalmente el objetivo de reprimir la protesta social”.
En referencia al análisis que realiza conjuntamente con miembros de su agrupación política, el ex legislador provincial expuso: “Vamos evaluando momento a momento porque se producen hechos cotidianos ya que de pronto estamos discutiendo cuestiones de mediano y largo plazo y aparece lo coyuntural que de alguna manera te lleva puesto”.
“De pronto estamos discutiendo la etapa que viene con sus caracterizaciones y con las medidas que está tomando este gobierno neoliberal, que son medidas que ni Martínez de Hoz se animó a tomar, y sucede la detención de Milagro Sala, los despidos o la transferencia de recursos del Estado y del pueblo a los sectores concentrados de la economía”.
Seguidamente, tras ser consultado sobre cómo observa el período de gobierno que comenzó el 10 de diciembre del año pasado, Rico consideró: “Nosotros estamos redefiniendo en esta etapa una nueva forma de construcción política y una forma político-organizativa que tenga que ver con el análisis de la coyuntura y que sea integrado con la mayor cantidad de sectores peronistas y no peronistas aglutinados en políticas que tengan que ver con los intereses del conjunto de la gente”.
“En ese sentido, creemos que no pasa únicamente por cerrarnos en aquellos que acompañamos este proyecto nacional y popular de Néstor y Cristina, sino por otros sectores que de pronto son o no peronistas pero sí nos acompañaron en el balotaje e inclusive por quienes votaron al PRO y se van dando cuenta que les están tocando el bolsillo”, consideró.
– Esta redefinición de la política a la que alude tiene que ver directamente con la derrota. ¿Podría darnos una apreciación de por qué gana Macri las elecciones a pesar de que muchas variables sociales y económicas de los gobiernos anteriores fueron positivas para el conjunto de la sociedad?
– En principio creemos que los gobiernos de Néstor y Cristina fueron los mejores de los últimos cincuenta años y todas las medidas que tomamos fueron a favor de los intereses populares. No hubo ni una sola de ella en contra de los mismos. Pero paralelamente a la gestión en sí misma hay que desarrollar una idea política y en ese sentido no le dimos la importancia que tiene a la unidad de los trabajadores, y este gobierno profundiza eso. No puede haber un proyecto nacional y popular sin la unidad de los trabajadores. En segundo término creo que no sirve el discurso único, hay que escuchar mucho y tener autocrítica, porque es la manera de cambiar las cosas. Cualquiera que hace cosas comete errores y también eso debe servir para mirarse a uno mismo porque no todo lo que uno hizo desde el punto de vista político creo que fue correcto. Y después, las conducciones políticas son para todos y no para las partes. En ese sentido reivindicamos la gestión de Cristina porque lo más importante de todo fue haber gobernado para el conjunto y no para una parte.
– ¿Podría abundar sobre estos temas?
– Para mí que soy un dirigente político y que milito desde hace mucho tiempo, las formas de cómo se plantean las cosas son lo de menos pero para la gente en general no es así, tienen un valor, y más cuando los medios de comunicación están concentrados y digitan cuál es el discurso político. Por otro lado, hubo dirigentes políticos que estuvieron en hechos de corrupción, como en cualquier gobierno y a eso hay que desterrarlo. Deberíamos haber sido los primeros en plantear que esas personas no estén. También creo que otro error político fue no haber planteado la eliminación del impuesto a las Ganancias, al margen que creemos que hay que hacer una reforma impositiva global que tiene que ver con el impuesto al cheque, con el IVA o con los bienes personales. Y también estábamos en condiciones económicas de plantear el 82% móvil para las jubilaciones ya que estábamos en el 78%. Esas cosas que parecen pequeñas y que es fácil que ahora las esté planteando, hacerlas pudieron haber sido un hecho central. También deberíamos haber hecho una reforma financiera porque siempre los bancos fueron los beneficiados en todos los gobiernos, tanto en los de Néstor y de Cristina como en los anteriores y más en el que está ahora, y eso es dinero del pueblo.
– ¿Y eso hubiera incidido en el resultado electoral?
– Creo que a todos esos hechos el pueblo los hubiera acompañado y creo que hubiera sido parte de la victoria. Después hay errores que tuvieron que ver con lo cotidiano y con el hacer cosas. Esto fue como Braden o Perón. Por un lado estamos nosotros y quienes nos acompañaron desde las Paso hasta el balotaje, y por el otro todos los sectores de la oposición en contra de un proyecto popular y nacional. El jefe de todo esto es el Departamento de Estado que está acompañado por las grandes corporaciones que están representadas a través de los ministros. Monsanto, Shell, Lan y General Motors son algunas y podríamos seguir con más; después está Macri que sería como jocosamente les digo a mis compañeros, el empleado del mes, como en McDonald’s. Acá las que mandan son las corporaciones incluido el grupo Clarín y otros sectores concentrados de medios de comunicación y no les interesa que el conjunto de la gente viva mejor. No se puede plantear la pobreza cero con treinta mil despedidos en un mes y con el hecho de que Milagro Sala esté presa, a quien se le puede cuestionar cosas de orden político o ideológico, pero nadie le puede cuestionar que trabajó para los más humildes y para los trabajadores.
– ¿Cómo vislumbra que será el gobierno de Lifschitz?
– La verdad es que el socialismo es absolutamente contradictorio, aunque mi caracterización es que ellos no son socialistas, son administradores que van cambiando las cosas de lugar pero no cambian nada de políticas estructurales. Eso se vio tanto en los gobiernos de Binner en Rosario y en la provincia, como en el de Bonfatti y como también vamos viendo en el de Lifschitz. No hay ningún cambio estructural que beneficie a los sectores populares y eso se ve en la práctica. Para ejemplo de ello sólo basta mirar al socio central que tienen en la provincia que es el radicalismo, que a su vez son, por la convención nacional de Entre Ríos, socios del PRO y por transitividad podemos decir que cada vez están más de color amarillo.
– El partido que lo abarca, el Justicialismo, también podría decirse que ha tenido una conducta zigzagueante, ya que pasó por el menemismo como por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. ¿Cómo cree que deberá ser hacia el futuro?
– El peronismo no puede volver a ser gobierno si no hay un gran frente político que abarque también a sectores no peronistas, pero que coincidamos en una Argentina donde la justicia para todos sea lo fundamental. Nosotros tenemos una deuda histórica que siempre he planteado durante mis ocho años como diputado provincial. El peronismo debe ser el eje central para construir un gran frente nacional, porque la gente necesita también que nosotros planteemos la autocrítica desde nuestra óptica y a través de eso seguramente saldrá una propuesta superadora.
– ¿Qué le pasa a la política en general, más allá del peronismo, ya que no se ven que las unidades básicas o los comités radicales o socialistas existan en buena cantidad, y los que están no funcionen como verdaderas instancias de organización política?
– En general todas las fuerzas políticas y el peronismo han dejado de estar al lado de la gente y se han dedicado a manejarse a través de las políticas mediáticas. Más que grandes campañas de carteles, vemos grandes campañas en los medios de comunicación. En Santa Fe con la boleta única, todo pasa por ahí porque ya no es a través de un partido con un proyecto político claro que se puedan expresar, sino por el conocimiento que tiene quien encabeza la boleta ya que los demás no se ven. Creo que hay que volver a las raíces, nosotros tenemos cerca de 35 locales en Rosario y unos 60 en la provincia, pero no se pueden hacer los cambios sociales si no es con los demás. Lo más importante de todo es que trabajemos territorialmente al lado de la gente, pero fundamentalmente hay que hacerlo al lado de los trabajadores.
– ¿Y cuál es la opinión que tiene de las actividades en las plazas?
– Estoy de acuerdo con las grandes plazas, pero quiero que los compañeros estén al lado de los conflictos sociales o de quienes necesitan una cloaca en el barrio, o en los clubes o cooperadoras escolares para saber claramente lo que la gente quiere. Y por otro lado, los mecanismos electorales no se pueden rechazar porque el sistema funciona así. Hay campañas y de pronto hay que ver como se instalan candidatos. Pero lo central es estar con los pies al lado de las reivindicaciones de la gente. Muchas veces, cuando te burocratizás porque tenés un cargo, porque mañana querés tenerlo o porque lo tuviste, crees que mañana vas a volver a tenerlo y lograr así el poder político. Eso no es así, el poder político se logra con la acumulación de mucho tiempo sin importar quien llegue, sino que llegue un proyecto y una buena persona.
Fotos y video: Salvador Hamoui