A Bolsonaro se le escapó que conoció a Añez
El fallido ayuda a poner en contexto los muchos viajes no registrados del avión presidencial boliviano a Brasilia. ¿Armas? ¿Funcionarios que escapaban? ¿Derechistas que se encontraban?
- Por los medios
- Ene 18, 2022
Por Darío Pignotti
Jair Bolsonaro reconoció haberse reunido con la ex presidenta boliviana Jeanine Añez, confirmando las sospechas sobre el apoyo brasileño al golpe que derrocó al mandatario Evo Morales.
El posible encuentro puede ser la punta de una madeja donde se enredan conspiraciones, vuelos clandestinos, fuga de ministros y tal vez la entrega armas. En un acto aparentemente involuntario el capitán retirado y mandatario afirmó: «la expresidente de Bolivia, Jeanine… estuve con ella una vez, es una persona simpática que está presa».
Para después agregar, con enojo, «¿saben cuál es la acusación contra ella? (haber cometido) actos antidemocráticos». Como hasta el momento no hay noticia de ninguna cumbre oficial entre ambos, esta conversación ocurrió de manera secreta.
Según surge de esta afirmación, para Bolsonaro atentar contra las instituciones es algo que no debiera ser punido con el arresto de la exgobernante, la cual permanece detenida en una cárcel de La Paz donde se apresta a enfrentar un nuevo proceso.
Lo que no dijo Bolsonaro es cuándo y dónde ocurrió el encuentro con la mujer que gobernó de facto entre noviembre de 2019 y diciembre de 2020, cuando asumió el presidente Luis Arce. En ese período de poco más de un año el avión presidencial boliviano, que sólo puede decolar con la autorización de la jefa de Estado o con ella a bordo, voló frecuente y clandestinamente a Brasil.
LA CONFESION
En algunos canales de Youtube bolsonaristas al parecer se percataron sobre la gravedad de los dichos del presidente sobre su cita con Añez, y los retiraron del aire. El comentario presidencial, o mejor la confesión, podría ser puesto a consideración del tribunal que a partir de esta semana comenzará a juzgar a Añez junto a los antiguos jefes militares y policiales en el proceso denominado «Golpe de Estado II».
Una ex alta funcionaria de Morales y diplomática que actualmente se desempeña fuera de su país analizó, en diálogo con Página 12 y a condición de anonimato, la conexión Brasilia-La Paz y los elementos que ésta puede aportar al inminente nuevo juzgamiento.
«Considero que la declaración del presidente Bolsonaro es importante para este juicio porque es una prueba más de que el gobierno de Evo Morales fue atacado por una organización internacional, esto quiere decir que desde el exterior se prestó ayuda a un golpe de Estado».
Hay que aguardar la evolución de este juicio oral, propone la ex funcionaria, pero «si Añez acepta que hubo esa reunión, ella va a tener que explicar por qué no lo informó».
«La señora Añez está siendo investigada por no haber llegado de forma constitucional al poder, utilizando el camino de la violencia. El pueblo boliviano quiere que ella sea investigada por las muertes que sucedieron para que ella llegue al poder», continuó la diplomática.
AÑEZ, BIENVENIDA
La cita secreta de Bolsonaro y Añez está en armonía con el respaldo público brindado por Brasilia al movimiento que depuso a Morales. La madrugada del 13 de noviembre de 2019, horas después de la jura de Añez, Brasil fue el primer país de la región en felicitar al nuevo gobierno surgido «constitucionalmente».
Añez llegó al Palacio del Quemado junto al caudillo de Santa Cruz de la Sierra, Fernando Camacho, apodado el «Bolsonaro de Bolivia», quien a mediados de 2019 había sido recibido por el canciller brasileño de entonces, Ernesto Araújo. Tras la conversación, Camacho y Araújo se fotografiaron junto a la diputada Carla Zambelli, de ardorosa estirpe bolsonarista.
Cabe mencionar que el golpe boliviano no fue uno del nuevo tipo «blando», ya sea parlamentario o a través de la «lawfare», como los que derrocaron a Dilma Rousseff en 2016 y al expresidente paraguayo Fernando Lugo en 2012.
El de Bolivia fue en los moldes clásicos con participación de policías y militares, guardando alguna semejanza con los que desembocaron en las dictaduras de los años 60 y 70 hasta hoy defendidas por el mandatario brasileño.
El apoyo brasileño al régimen cívico-militar paceño continuó en 2020 con el propósito de construir una hegemonía derechista regional, lo que incluyó el apoyo a los candidatos Keiko Fujimori en Perú y Antonio Kast en Chile.
Para eso era necesario impedir el retorno del Movimiento al Socialismo de Morales a través de la candidatura de Luis Arce, quien finalmente se impondría por un amplio margen en octubre de 2020. En este caso Brasil fue el último país importante que expresó sus augurios al victorioso Arce, exministro de Economía y Finanzas durante las administraciones de Morales.
VUELOS
Pagina 12 publicó en junio de 2020, cuando Añez llevaba seis meses en el Palacio del Quemado, un artículo firmado por Felipe Yapur sobre los «sospechosos y reiterados vuelos» del avión presidencial Fuerza Aérea Boliviana 001, el FAB001, con destino a Brasil.
La investigación se basa en informaciones de a empresa estadounidense de seguimiento de vuelos FlightAware.
En la lista de viajes a Brasil constan varios a Brasilia donde podría haber ocurrido la reunión entre Bolsonaro y Añez, a la que se refirió el excapitán durante una transmisión en vivo por las redes sociales ocurrida meses atrás, cuando acusó a su rival, Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores de «apoyar la vuelta de la gente de Evo Morales en Bolivia».
El primer vuelo del FAB001 fue el 11 de noviembre de 2019 «luego de la caída del presidente Morales y antes de la asunción de Añez», comenta la fuente boliviana consultada por este diario.
«Mi percepción es que el movimiento del avión del 11 de noviembre es sumamente extraño, no sabemos si fue a llevar algo o a traer algo de Brasil. Soy diplomática de carrera, cuando un presidente sale del pais tiene que avisar y dejar al vicepresidente, y esto no ocurrió».
SENADOR CARVALHO
El senador brasileño Rogelio Carvalho, del PT, no tiene dudas sobre la participación brasileña en la conjura contra Morales. «De cero a diez, la chance de apoyo de Bolsonaro al golpe es diez». Ante la consulta de este diario el congresista planteó que «Bolsonaro le da todo el apoyo al cualquier gobierno que sea antidemocrático o a las fuerzas políticas antidemocráticas».
Según Carvalho el Congreso podría tomar cartas en el asunto y averiguar como fueron las relaciones de Bolsonaro con con Añez y otras eventuales conexiones.
Una zona llena de interrogantes que aún no respondidos es la frontera entre ambos países, de más de 3.400 kilómetros de extensión, por donde habrian pasado recursos para el movimiento sedicioso de 2019 y que pudo haber servido como zona de escape en 2020 para funcionarios de Añez como su ministro de Defensa Luis Fernando López y el de Gobierno Arturo Murillo.
¿ARMAS?
La diplomática y exfuncionaria de Morales recuerda que Murillo, tras haber pasado por Brasil, fue preso en Estados Unidos por lavado de dinero y otros delitos vinculados a la compra de armamento.
Y sospecha que el extitular de Defensa, López, puede estar escondido en Brasil. Nuestra fuente, que entrevistamos en agosto y volvimos a consultar brevemente el domingo, vuelve a referirse a los viajes clandestinos del FAB001 y destaca el realizado a fines de diciembre de 2020.
La fecha de ese vuelo coincide con la de un documento del Ministerio de Defensa boliviano en el que se menciona que el 30 de diciembre se debe retirar una carga de armamentos.
«Como simple ciudadana me pregunto, ¿El avión presidencial estaba en diciembre en Brasil? Sí», «¿Hay un documento con el membrete del Ministerio de Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia que dice que iba a haber una entrega de armamento en Brasil?. Sí. Es posible que en un aeropuerto en Brasil se haga entrega de armas a otro país. ¿Esto es normal?» indaga la ex funcionaria boliviana.
Y concluye proponiendo que se investiguen los puntos de «contacto» que relacionan «Bolsonaro diciendo que se reunió con Añez» con la posible «salida del país de la ex presidenta» y la supuesta «entrega de armamento en Rio».