Exclusivo: Una caja de 70 mil millones detrás del enojo de Grabois con Batakis
Es el Fondo para la Integración Socio Urbana, que maneja Fernanda Miño, que responde al líder del MTE. El sistema de cuenta única le intervendría el manejo de los fondos.
- Por los medios
- Jul 15, 2022
Las enérgicas críticas de Juan Grabois contra Silvana Batakis esconden la pelea por una caja de casi 70 mil millones que maneja el dirigente social y que la ministra de Economía intervendría con su proyecto de cuenta única.
Se trata del Fondo para la Integración Socio Urbana (FISU), un fideicomiso creado con la idea de urbanizar e integrar los barrios populares. El FISU lo maneja la Secretaría de Integración Socio Urbana, que conduce la dirigente social Fernanda Miño, que responde a Grabois.
El FISU fue creado durante el gobierno de Mauricio Macri como una concesión a los movimientos sociales para garantizar la paz en las calles y Alberto Fernández lo dejó en manos de dos funcionarias de Grabois que habían estado detrás de la creación del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). En un principio el FISU estaba en la órbita del Ministerio de Hábitat, pero luego de una pelea de Grabois con la ex ministra María Eugenia Bielsa pasó a Desarrollo Social.
El FISU se nutre entre otras cosas con aportes de impuestos como el PAIS (a las compras con tarjeta en el exterior o de dólar ahorro) o el aporte de las grandes fortunas. Pero también es fundamental la colocación de títulos.
El Fondo para la Integración Socio Urbana (FISU) lo creó Macri para contener a los movimientos sociales y Alberto Fernández le cedió su control a Fernanda Miño, una poderosa funcionaria que responde a Grabois. Con los aportes del impuesto PAIS y el aporte de las grandes fortunas, en el Gobierno estiman que acumuló unos 68 mil millones de pesos.
Fuentes del gobierno dijeron a LPO que estiman que actualmente tienen colocados 68 mil millones de pesos que tendrían que estar para la urbanización de barrios. Otras fuentes explican que es una maniobra típica de los fideicomisos estatales, que apuestan a generar intereses financieros y en este caso las obras quedan pisadas.
El año pasado el FISU recibió una enorme inyección de fondos a través del impuesto a las grandes fortunas que impulsó Máximo Kirchner. El tributo tenía destinado por ley el 15 por ciento al fideicomiso de viviendas sociales, que embolsó unos 33 mil millones de pesos.
El problema para Grabois es que Batakis anunció que pretende centralizar el manejo de todos los fondos del Estado nacional y dispondría de esos casi 70 mil millones que están sin ejecutar. La ministra busca arrobar unos 600 mil millones de pesos este año.
En un sector del gobierno creen que la reacción de Grabois es por el temor a perder el libre manejo de esos fondos, y por eso esta semana escaló las críticas contra Batakis, dijo que está «a punto» de irse del Frente de Todos y se mostró con los piqueteros de izquierda.