Marina Dal Poggeto: «Hacia adelante, Argentina no tiene dólares y no sabemos cómo nos vamos a financiar»

«Ante la falta de divisas, el gobierno de Argentina apuesta a ingresos por el blanqueo, el RIGI, el impuesto a los bienes personales, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional o una ayuda de Donald Trump en enero si ganara las elecciones” evaluó Marina Dal Poggetto.

Para la reconocida economista, los problemas actuales del ministro de Hacienda Luis Caputo son varios:
1-El riesgo país no bajó. Tocó un mínimo de 1.200 puntos a mediados de mayo y desde entonces volvió a subir. Hoy, está por encima de los 1.500 puntos y eso hace imposible que Argentina pueda tomar créditos.
2-El Banco Central dejó de comprar dólares en junio (tuvo que vender 47 millones) y en julio está pasando lo mismo. Arrancó el mes comprando cerca de 200 millones pero luego comenzó a vender la divisa de USA.
3-La brecha entre el oficial y el blue, que había bajado, vuelve a ampliarse y se ubica cerca del 50% lo que hace que muchos exportadores no quieran vender con esos números.

«Argentina no hizo los deberes»

Chile, Perú, Brasil y Uruguay, a principios del siglo XXI, cuando los comodities latinoamericanos valían mucho dinero, armaron programas para fortalecer sus monedas y lo lograron. Eso les permitió tener acceso importante al mercado de crédito internacional.“Como contrapartida, Argentina destruyó su moneda y se quedó sin crédito externo. Hoy, tenemos un BCRA casi fundido, con reservas negativas, y un excedente de pesos que sigue generando alza en los precios. Pasamos en 2024 siete meses de una recesión muy violenta pero los problemas no se han solucionado”denunció la conocida consultora. Finalmente, encendió fuertes alarmas con respecto a los vencimientos que enfrentará la administración libertaria en el segundo semestre de 2024 y todo el 2025.

Pasamos de decir que el peso era excremento a señalar ahora que el peso será la moneda fuerte. Pero, tenemos un país quebrado, sin moneda y sin crédito que deberá enfrentar en el futuro cercano 35.000 millones de dólares de una deuda que no puede cancelar.