MARTES, 26 DE NOV

Francisco nombró un nuevo obispo en China, el quinto desde la firma del tratado de 2018

El sumo pontífice lo designó como obispo coauditor de la diócesis de Pingliang. El vocero papal, Matteo Bruni, consideró que el acuerdo de origen fue positivo y que “tiene la intención de continuar el diálogo abierto y constructivo para alentar la vida de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino"

El papa Francisco designó obispo coauditor de la diócesis de Pingliang al Reverendo Antonio Li Hui, que se convirtió así en el quinto prelado designado de manera conjunta entre el Vaticano y China bajo el acuerdo bilateral de 2018, que supuso el primer acercamiento entre los dos Estados en casi 70 años.

Li Hui recibió este miércoles la ordenación episcopal en la catedral de Pingliang, provincia de Gansu, y formalizó su designación como obispo coauditor de la diócesis, informó el vocero papal Matteo Bruni en un comunicado.

El nuevo obispo, que había sido nominado por Francisco en enero pasado, se convirtió así en el quinto prelado que es designado de común acuerdo entre China y el Vaticano tras la firma del tratado de 2018, renovado en 2020, que encuadra las designaciones episcopales en el país asiático.

Tras firmar una primera versión del acuerdo en 2018, el año pasado los dos Estados «concordaron prorrogar la fase de implementación experimental del acuerdo provisorio por otros dos años», informó entonces el Vaticano.

«La Santa Sede, considerando que el inicio de la aplicación del referido acuerdo, de fundamental valor eclesial y pastoral, fue positivo, gracias a la buena comunicación y colaboración entre las partes en el asunto acordado, tiene la intención de continuar el diálogo abierto y constructivo para alentar la vida de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino», argumentó entonces la Santa Sede.

El acuerdo, al que se opuso de forma explícita el Gobierno estadounidense de Donald Trump y cuyo texto permanece secreto, sentó las bases para la designación conjunta de los futuros prelados en el gigante asiático, y se mantiene bajo la modalidad «ad experimentum» (a prueba) en lo que es el mayor paso de acercamiento bilateral desde la fundación de la República Popular China en 1949

Si bien el contenido del acuerdo se mantiene en secreto, Télam pudo confirmar de fuentes vaticanas que el texto, de 10 páginas, otorga al Papa la decisión final sobre las designaciones episcopales, en base a un sistema de ternas elevadas por Beijing.

La firma del acuerdo supuso la normalización de la vida de la Iglesia católica en China, tras años de división entre los prelados designados por el Vaticano y los designados por Beijing a través de la denominada Asociación Patriótica, una Iglesia creada por el Gobierno chino para controlar la vida católica en el país.

Según diversas estimaciones, los católicos en China alcanzan los 10 millones.

Mientras tanto, más allá de las designaciones graduales, los dos Estados aún debaten sobre la cantidad de diócesis en las que debería dividirse el territorio chino.

Según la Santa Sede, en China hay 115 diócesis y 31 regiones administrativas, con un total de 146 cargos a ocupar, frente a las 98 diócesis que admite Beijing.

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