JUEVES, 07 DE NOV

Parravicini: el místico que profetizó el Aviso y las apariciones de Garabandal en la década de 1930

Estas profecías les fueron dictadas supuestamente por su Ángel de la Guarda y saltaron a la fama mundial cuando predijeron eventos muy significativos del siglo XX.

Benjamín Solari Parravicini, conocido como Parravicini para la posteridad, hizo muchas profecías en sus más de 1.000 psicografías, realizadas entre las décadas de 1930 a 1970.

Estas profecías les fueron dictadas supuestamente por su Ángel de la Guarda y saltaron a la fama mundial cuando predijeron eventos muy significativos del siglo XX.

Pero también Parravicini predijo el Final de los Tiempos, con su Aviso, Milagro y Castigo, incluso asociándolo a una aldea de España, que no es otra que Garabandal. Y lo hizo aún antes de la década de 1960, cuando Nuestra Señora bajó a esa aldea de Cantabria.

Aquí hablaremos sobre las profecías de Parravicini y especialmente sobre las que hacen referencia al Final de los Tiempos profetizados en Garabandal.  

Benjamín Solari Parravicini, conocido solamente como Parravicini, fue un artista y místico que vivió entre 1898 y 1974 en Buenos Aires, Argentina.

Era de una familia aristócrata y su padre fue un psiquiatra que llegó a ser Diputado.

Parravicini es un personaje de fama mundial por sus profecías, que expresó en dibujos que llamó psicografías.

Predijo varios eventos históricos como la revolución de Fidel Castro en Cuba, el asesinato de John F. Kennedy, la guerra de Malvinas, la Segunda Guerra Mundial, la renuncia de Benedicto XVI y la elección de Francisco, los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York y la pandemia del coronavirus.

Se le llamó el Nostradamus Argentino, porque ambos hicieron muchas profecías sobre el mundo y a su vez ambos eran católicos.

Parravicini dibujaba día y noche, y cuando creció y tuvo que optar por una carrera, olvidó los mandatos familiares y eligió dedicarse de lleno a la pintura, con la que tuvo bastante éxito.

Desde niño solía mostrar un carácter fantasioso, al menos esa era la perspectiva de su padre psiquiatra, que preocupado por la cantidad enorme de amigos imaginarios, lo sometió a duras pruebas, con el objeto de estar seguros no padecía ninguna enfermedad.

A veces cuando dormía se despertaba, encendía la luz y se ponía a escribir y al terminar regresaba a la cama. Y cuando veía estas hojas en la mañana, consideraba que eran efectos de sus pesadillas, y las rompía por no comprender lo que significaban.

Cuando se tienen visiones, apariciones y locuciones, no siempre el vidente comprende lo que le está sucediendo y no todas son escritas, muchas quedan en el corazón del vidente.

Pero poco a poco Parravicini se dio cuenta, al igual que su padre, que todo esto que él presentaba era señales de acontecimientos sobre el futuro.

Según refiere Justino, su hermano menor, estos episodios de las psicografías se consolidaron a partir de cuando Benjamín tenía 32 años, no desde una edad temprana.

Eran frases que no entendía y que eran «dictadas» por una voz interior.

Y el «ángel», que nunca había dejado de visitarlo, fue quien le ordenó que ejercitara la pintura paralelamente y Parravicini le hizo caso y le empezó a agregar ilustraciones.

Según el que fue su discípulo, Pedro Romaniuk, Parravicini tomaba su copita de jerez, rezaba varios padrenuestros y avemarías, y después comenzaba a hablar y dibujar.

Parravicini realizó, entre los años 1936 y 1972, según él bajo mandato de su ángel de la guarda llamado José de Aragón, más de mil dibujos proféticos, que él llamaba psicografías premonitorias.

En 2001, comenzó la fama mundial de Parravicini cuando se descubrió que había predicho el atentado a las Torres Gemelas.

El pictograma tiene un dibujo en el que se puede ver a la Estatua de la Libertad partida a la mitad y, en medio del humo, edificios derrumbados al costado.

Y el texto que escribió el pintor en 1939 decía, «la libertad de Norteamérica perderá su luz, su antorcha no alumbrará como ayer y el monumento será atacado dos veces».

Pero un año antes había predicho el magnicidio de John F. Kennedy, escribió Parravicini en 1938, «un golfer americano gobierna y le matan joven».

Y un cuarto de siglo después, el 22 de noviembre de 1963, esta frase cobró sentido cuando Lee Harvey Oswald disparó contra el presidente norteamericano.

En 1937 Parravicini profetizó lo que sería la revolución cubana comandada por Fidel Castro.

Su psicografía decía, «cabeza barbuda, que parecerá santa, más no lo será y encenderá las Antillas».

El último gran acierto de Parravicini fue la pandemia de coronavirus.

Parravicini dibujó en 1935 una psicografía que muestra una cabeza de un hombre de aspecto oriental, que en su frente tiene una circunferencia que se asemeja al virus visto por un microscopio, y en el rostro se insinúa una máscara de oxígeno.

Y el texto dice, «resfrío de cabeza y garganta será el principio de la gran peste».

También profetizó la ideología feminista y de género, en sus psicografías de las décadas de 1930-40.

Sugirió el empoderamiento de la mujer, su “liberación” y tratar de ocupar los mismos espacios del hombre, a través del movimiento feminista y luego la ideología de género.

Por ejemplo en una lámina de 1936 diría, “la mujer pasará su cabello al hombre y el hombre pasará sus ropas a la mujer. Ambos mandarán en igualdad de mando, pero el tiempo les hundirá”.

Muchas de las profecías de Parravicini fueron sobre su país.

Vaticinó para el futuro de Argentina una insurrección que culminará con la llegada del «hombre gris», que definió como una persona que no elige entre blanco y negro o entre izquierda y derecha. Sobre el hombre gris en Argentina también hay profecías de Don Orione, que lo ubican como un hombre gris que viene del norte.

También hizo muchas psicografías sobre la Iglesia.

La más célebre es una de 1938 que dice: “El papado tendrá nuevas normas. Lo malo de ayer dejará de serlo. La misa será protestante, sin serla. Los protestantes serán católicos sin serlo. El Papa se alejará del vaticano en viajes y llegará a América en tanto la humanidad caerá”.

Esto de que el Papa llegará a América algunos lo ven no solo con los viajes de Juan Pablo II sino con la elección de Francisco.

Y finalmente las profecías de Parravicini parecen referirse al Final de los Tiempos. Lo identifica con el nombre Era de la Hora, que subdivide en tres fases o etapas.

A una le llama la Grande Prueba, a la segunda la Hora de los Tres Tiempos, y a la tercera la Nueva Era.

En diferentes psicografías menciona a la Era de la Hora como la era demoniaca, o la hora del oscurecimiento, mostrando de esa forma los duros tiempos que se avecinan.

Dice en el año 1939, «Era demoníaca será la era de la hora, hora de paz llegará a esta para demostrar la existencia de Cristo».

Y hace referencia a las apariciones de Garabandal.

Dice en 1939, “la palabra celeste llegará a una aldea de España y se le escuchará. Orando sobre la roca del milagro en España llegará un día la Virgen, llegará escoltada por el Ángel Gabriel; ella dará a las campesinitas la mano».

No queda duda de que esta profecía estaba referida a Garabandal, una de las más extraordinarias apariciones de la Santísima Virgen, en la que se registraron más de 2.500 apariciones públicas y numerosos eventos sobrenaturales.

La referencia al Ángel Gabriel quizás sea al segundo ángel que aparece al inicio de las apariciones, junto con el identificado Arcángel Miguel.

Y hace referencia muy clara a los tres eventos anunciados por Nuestra Señora a las niñas de videntes de Garabandal: Aviso, Milagro y Castigo.

Al tiempo llamado Grande Prueba lo relaciona con el Gran Aviso.

Dice que cada persona tendrá la oportunidad de ver los pecados y descubrir a Dios, esto permitirá la conversión voluntaria de los no cristianos, y también el cambio de vida de pecado a una de santidad.

Una psicografía de 1971 muestra el efecto del arrepentimiento que sucederá en ese evento, dice, “el llanto de los llantos no será llanto hasta el grito”.

La prueba concluirá con el Gran Milagro que, para algunos será el signo de su conversión, pero para el resto de la humanidad tendrá una segunda prueba, para su purificación, que será la Gran Tribulación.

Una psicografía de Parravicini dice, “la intuición no será ya y el hombre conocerá la tribulación. El hombre soberbio e hipócrita que destrozó el sendero, mato al hermano, relajó el sexo, envileció al menor y corrió anhelante tras el oro. El hombre que abandonó ¡el amor!”.

Y si el hombre no cambia, y no se convierte, y sigue su vida tal cual la está llevando, se llegará al castigo, que corresponde al periodo llamado la hora de los tres tiempos, también mencionada por Parravicini como los tres humos, la hora de la hora, la hora del juicio o la hora del espanto.

Una psicografía de 1972 menciona el castigo de esta forma “El mundo en locura -en prueba- en castigo… en ¡redención!”.

Y luego del castigo vendrá el tiempo que él llama de la nueva era, lo que se conoce como Era de Paz.

Una psicografía de 2002 dice “destrozada la Humanidad se unificará en abrazo de Hermanos, las razas se confundirán».

También otra dice que vendrá esto en el tercer milenio, luego del 2000, dice “la era nueva observa que a lontananza se forma una civilización que fue en un ayer de milenios y que ella se apresta a llegar al mundo Tierra, luego del 2000″..

Y otra psicografía identifica lo que se ha dado en llamar la era de paz con el amor, dice, “surge el amor y arrebata a la insidia su reinado banal. Inútil será que la derrotada causa intente reconquistar su cetro de maldad, inútil será, porque el amor será».

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