Accidente con 20 heridos empaña inicio de desfiles del Carnaval de Río
El siniestro ocurrió cuando la última carroza de la escuela Paraíso do Tuiuti entraba a la pista del Sambódromo y se descontroló. El enorme camión chocó contra una tribuna vallada dejando varias víctimas en la pista.
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- Feb 27, 2017
Los desfiles de las mejores escuelas de samba del Carnaval de Rio de Janeiro arrancaron este domingo con su habitual suntuosidad y esplendor, pero empañados por un accidente en el desfile inaugural que dejó al menos 20 heridos, tres de ellos de gravedad.
Bajo una lluvia ligera pero constante, el aparatoso siniestro ocurrió cuando la última carroza de la escuela Paraíso do Tuiuti -que volvió a la categoría reina por primera vez en 16 años- entraba a la pista del Sambódromo y se descontroló.
El enorme camión, en el que danzaban una quincena de bailarines vestidos con motivos tropicales, chocó contra una tribuna vallada, dejando varios heridos ensangrentados en la pista, uno de ellos con la pierna destrozada, constató una periodista de la AFP.
«Veinte personas fueron atendidas por el accidente (…) ocho de ellas fueron trasladadas al hospital en ambulancias», entre ellas tres mujeres de «mayor gravedad», informó la secretaría de Salud de Rio asegurando que, hasta el momento, no había registro de muertos.
Renato, uno de los testigos del accidente que estaba sentado abajo de la grada afectada, explicó a la AFP que el camión «presionó contra la valla a personas que estaban empujando el camión», que tenía problemas para avanzar.
Medios locales reportan que hay al menos cuatro reporteros entre los heridos.
A pesar de la conmoción dentro y fuera de la pista, Paraíso do Tuiuti prosiguió con su colorido homenaje al movimiento tropicalista de Caetano Veloso y Gilberto Gil, aunque con muchos de los bailarines de la carroza visiblemente afectados.
Ambulancias, cuerpos de seguridad y bomberos empezaron a llegar a la «pasarela de la samba» en unos minutos de confusión, en que la organización del evento decidió retrasar el siguiente desfile.
Con Ivete Sangalo, volvió la alegría
Pero, después de lamentar el accidente por megafonía, el presentador del evento gritó: «¡La vida tiene que continuar!».
Y los más de 3.000 miembros de la escola Grande Rio iniciaron su desfile de homenaje a la diva bahiana Ivete Sangalo.
Con la famosa cantante pop a la cabeza, el desfile volvió a levantar los ánimos de las más de 70.000 personas del Sambódromo y la samba siguió batiendo a lo largo de la noche y la madrugada en el autodenominado «mayor espectáculo de la Tierra».
Con muchas plumas y poca ropa, decenas de garotas se movieron al son de la música, mientras las baterías de músicos enloquecían al público en la primera de dos noches de desfiles para elegir la «campeona del Carnaval».
La polémica indígena
Uno de los más esperados y polémicos de la noche fue el de Imperatriz Leopoldinense, que enarboló la causa indígena con su samba-enredo sobre el amenazado Parque Xingú, donde incluso desfilaron decenas de sus habitantes como el octogenario cacique Raoni Metuktire.
La escuela desplegó espectaculares carrozas recreando la selva amazónica y sus tribus, pero no escatimó en críticas con disfraces de pesticidas o sierras eléctricas alusivas a la desforestación, después de los duros ataques que recibió del poderoso agronegocio.
La letra de Imperatriz criticaba la «codicia» y la central hidroléctrica en ese parque del corazón del Amazonas, lo que disgustó a los empresarios e incluso a miembros de la bancada ruralista en el Congreso.
Pasada la 01H00, la escuela Vila Isabel hizo un vistoso espectáculo con muchas luces de LED sobre la influencia de los negros en la música de América y el Caribe.
Y después, Salgueiro tenía previsto recrear los antiguos carnavales inspirándose en la «Divina Comedia» de Dante.
El broche de oro para cerrar la jornada lo dará la multipremiada Beija-Flor, que después de haber ganado el Carnaval en 2015 con un polémico homenaje a Guinea Ecuatorial presuntamente pagado por su presidente, este año presenta el romance indígena de «Iracema».
Aunque este año las escuelas tuvieron que hacer equilibrios para mantener el aspecto deslumbrante afectadas por la grave crisis económica que vive Brasil, y especialmente Rio, el espectáculo se mantuvo hermoso y con su fanaticada fiel.
Cada ticket le costó a Mauricio Livio casi 100 dólares, pero este administrador de 41 años aseguraba que valía la pena el esfuerzo para su familia: «Nada es caro para realizar un sueño y la samba es una emoción para mi desde la infancia».
El lunes será el turno de las seis escuelas restantes del llamado «grupo especial», entre las cuales la vigente campeona, Mangueira, y la tradicional Portela.