De Vicentin a Glencore: triangulaciones, falta de dólares y la espiral inflacionaria
El doctor en economía y derecho Javier Ortega, le brindó a Conclusión detalles sobresalientes sobre una causa que deja al desnudo el entramado espurio que tiene como único beneficiario al capital transnacional.
- Info general
- Jun 10, 2023
Por Alejandro Maidana
Lo primero que tenemos que tener en cuenta cuando hablamos de situaciones como la suscitada con la empresa Vicentin, es en qué espacio, en qué hacer, en qué actividad se mueve una empresa como la mencionada. Vicentin es una empresa agroexportadora, se mueve en el negocio de la venta de granos o la venta de sus derivados, harinas y aceites. Por ello es menester comprender que el complejo sojero argentino, es decir, la venta de granos y de sus derivados, ocupan más del 30% de todas las exportaciones argentinas.
Si damos un paso más adelante para observar qué posición ocupa todo el complejo granario exportador argentino de los cultivos pampeanos, esto es girasol, trigo, maíz y soja, nos encontramos con el 45 y el 48% de todas las exportaciones argentinas ¿Qué queremos decir con esto? Haciendo números redondos, que de 10 dólares que entran a la Argentina a través del comercio exterior, por lo menos 4 se deben al complejo granario y oleaginoso argentino. Si nosotros nos ponemos a pensar cuál es la raíz del problema inflacionario que actualmente padecemos, tiene su origen en la falta de dólares.
Los precios de todo aquello que adquirimos se forman a través de tres precios relativos. Un precio relativo, que son aquellos precios que están en todos los demás precios, que forman parte de todos los demás precios, es el salario. El otro precio relativo son las tarifas, y el tercer precio relativo en la Argentina es el dólar. Hoy por hoy que estamos en esta espiral inflacionaria, vemos que los salarios van por detrás de la inflación, o sea, no son los que están generando la inflación. Que las tarifas estén más o menos planchadas, atadas con alambre, pero sin aumentar exponencialmente, nos indica que tampoco serían la causal del aumento sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes.
La causal de la inflación es la falta de dólares que padecemos en la argentina porque el dólar va aumentando permanentemente a través de sus cotizaciones paralelas, ya sea en bolsa, en títulos o en el mercado negro llamado comúnmente dólar blue. “Cuando hablamos de la escasez de dólares, estamos hablando de una de las razones por las cuales aumenta el precio de las cosas en argentina y por la cual tenemos inflación. Si nosotros entendemos que la entrada genuina de dólares en Argentina es por exportación, y que el 40% de nuestras exportaciones proviene del complejo granario y oleaginoso, nos damos cuenta de la importancia estratégica que tienen empresas como Vicentin para la economía nacional”, indicó el doctor en economía y derecho Javier Ortega.
Nosotros somos muchos de llenarnos la boca diciendo Argentina es un país competitivo en las exportaciones agropecuarias y damos de comer, o tenemos la potencialidad, de alimentar a 400 millones de personas ¿Esto tiene asidero o es relativo? “Claramente es algo relativo, ya que el papel del campo argentino es la producción del grano, pero llega hasta ahí, produce el grano pero quien lo comercializa, quien lo exporta, no es el terrateniente, no es el chacarero, no es el agricultor argentino, quien lo comercializa a nivel mundial son las empresas transnacionales. En el caso de la producción granaria y oleaginosa, es muy fácil acordarse o recordar cuáles son las empresas transnacionales que manejan las exportaciones argentinas. Esto se hace a través de una regla memotécnica A, B, C, D. A corresponde a Archer, que es de Estados Unidos, B corresponde a Bunge, que también es de Estados Unidos, C corresponde a Cargill, que también es de Estados Unidos, y D a Dreyfus, que es francesa. A la francesa Dreyfus, y a las estadounidenses Cargill, Bunge y Archer, se suman en el presente Cofco, que es de China, de una China pujante que viene ocupando cada vez más espacio en el comercio internacional y hay una recién llegada en el mundo de los negocios agropecuarios que se llama Glencore”.
Glencore es una empresa transnacional suizo-británica, pero que tiene su sede en la isla de Jersey ¿Qué podemos saber sobre esa isla? “Qué se trata de un paraíso fiscal. Eso nos está dando la pauta de cuál es la metodología, cuál es la impronta, cuál es la vocación, cuál es el carisma que tiene Glencore para desarrollar sus negocios a nivel global, a nivel internacional. De la Argentina, es lo que fabrica, lo que vende su complejo granario oleaginoso. La actividad de ese complejo granario oleaginoso se concentra en un polo productivo que es conocido como el Rosafé (Rosario- Santa Fe y sus alrededores). El pueblo Rosafé, y esto no es comentado ni debatido a nivel de los medios hegemónicos, el pueblo Rosafé es el mayor complejo agroindustrial exportador portuario del mundo. No es un gran complejo a nivel sudamericano, no, no, es el mayor complejo agroindustrial exportador portuario del mundo. Solo rivaliza con el complejo portuario en el Golfo de México de la ciudad de Nueva Orleans en los Estados Unidos que tiene como ventaja geográfica estratégica el acceso al Golfo de México a través del río Mississippi. El río Mississippi colecta las riquezas del medio oeste agropecuario de los Estados Unidos y el único rival en comparación de envergadura que tiene es el complejo Rosafé en el río Paraná de la Argentina”.
Incluso, el complejo Rosafé es mayor y más poderoso que el complejo de Nuevo Orleans. Es decir, acá en Argentina tenemos el complejo agroindustrial, exportador portuario más grande del mundo ¿Qué implica que todos los años por el río Paraná pasen entre 35 mil y 40 mil millones de dólares de exportaciones? “Hoy por hoy significa que estamos hablando de 35 mil o 40 mil millones de dólares que no controlamos, porque todos los puertos son privados, no hay puertos estatales, porque quien hace el dragado del río Paraná es una empresa transnacional privada, no es una empresa nacional, lamentablemente no está presente el Estado. Esto responde a la lógica de cómo realizan las exportaciones, ya que se hacen a través de triangulaciones, es decir, lo que exporta el Rosafé no va directamente en los papeles a Rotterdam o a Shanghai, grandes puertos importadores de riquezas agropecuarias, no. En los papeles figura que va primero a Montevideo, zona franca Uruguay y después de ahí recién a Rotterdam, o recién a lo que es Shanghái. Con lo cual los precios se manipulan, ya que nos encontramos aquí con el fenómeno llamado comercio de intrafirma o manipulación de precios de transferencia”, enfatizó el abogado.
Una maniobra de evasión explícita, una ruta de la cual poco se habla y menos aún, se investiga. De esta manera se desangra un país. “Si yo digo que la empresa Cargill, empresa de Estados Unidos, que maneja las exportaciones granarias argentinas, y que a su vez es parte de ese oligopolio, exporta poroto de soja hacia China, yo tengo que saber que la empresa que está haciendo esa exportación acá en Argentina es Cargill, y quien importa desde China es también Cargill, o sea, Cargill entre sus sucursales se compra y se vende a sí misma, con lo cual tiene la ductilidad de manipular los precios de transferencia e irle declarando al fisco argentino lo que más le convenga para evitar el pago de impuestos para evitar el pago de retenciones. Dicho todo esto, ahí entendemos la importancia estrategia de las empresas que manejan el comercio agropecuario argentino, y de las empresas de envergadura de nuestro país que nos quedaban, y allí podemos nombrar a la Aceitera General Deheza, que es de la provincia de Córdoba, pero que también tiene instalaciones en el río Paraná, y la otra no es ni más ni menos que Vicentin”.
Vicentin es una empresa familiar cuya conducción ahora está desempeñada por la tercera generación de su fundador, y como suele suceder, según dice el mito de las empresas familiares, el abuelo la funda, los hijos de ese abuelo la hacen crecer, y los nietos de ese abuelo la chocan. “Bueno, esto fue literalmente lo que pasó con Vicentin, la tercera generación, ni siquiera de nietos de sangre, sino de nietos políticos, chocan la empresa, ya que la hacen ingresar en la manera de acumulación característica del capital financiero, que es el negocio financiero privilegiado por sobre la productividad. Vicentin se transforma en una empresa que comienza a pedir créditos y a través de la especulación financiera trata de meterse en los grandes negocios transnacionales de exportación, pero bajo una lógica de acumulación financiera no productiva. En ese camino, en ese desandar, a través de pedido de crédito a la banca transnacional como también a la banca argentina, Vicentín construye a la vera del Paraná en la localidad de Timbúes cerca de Rosario, parte del complejo Rosafé Renova ¿Qué es Renova? Esta es una planta extrusora de granos más grande del mundo, no hay otra planta con estas características en ninguna parte del mundo. Esta planta extrusora de soja era poseída por mitades, una era propiedad de Vicentín, y la otra de Glencore, esta última no la posee a nombre propio, sino que Glencore es dueño de Viterra, una empresa a nombre del cual están parte de las acciones de Renova, y hay una pequeña parte que está a nombre de Renaesco ¿Quién es el dueño de Renaesco? Esta es una empresa holandesa cuyo dueño es también Glencore, con lo cual podemos decir en propiedad y con exactitud, que Glencore es dueño de una mitad de esta mayor extrusora de soja mundial, y de la otra mitad de dueña Vicentín”.
Vicentin a través de manejos fraudulentos entra en crisis financiera porque no tiene para pagar las acreencias que contraía, ya que la empresa en cuestión ejecutó un esquema Ponzi. “Para poder graficarlo, el esquema Ponzi es cuando vos vas pagando las deudas que vas contrayendo con otras nuevas deudas, no con tu producción, entonces pedís prestado para pagar, no pedís prestado para aumentar tu capacidad productiva y mejorar tu negocio. Bueno, Vicentin entró en un esquema Ponzi, falseó sus balances para hacerle creer a los bancos y al fisco argentino de que tenía una situación de solvencia financiera cuando no la tenía por tanto endeudamiento, y termina en un proceso de concurso preventivo que es el proceso judicial para rescatar una empresa y evitar que vaya a la quiebra. En ese proceso, Vicentin ejecuta toda una arquitectura financiera y jurídica para trasvasar su propiedad en Renova, la mayor extrusora de soja del mundo a Glencore, al precio de nada. Esto se llama trasvasamiento de empresa, transferencia de empresa o vaciamiento de empresa, que es la maniobra que ejecuta Vicentin en favor de Glencore. Con lo cual, los acreedores que vayan a presentarse efectivamente en el juicio del concurso preventivo de Vicentin, van a tener disponibilidad para cobrar del patrimonio de la empresa, excepto de su principal activo que queda a resguardo de los acreedores, y su principal activo es a todas luces, la planta de Renova”.
Vicentin se la sacó de encima a la planta de Renova 48 horas antes de anunciar públicamente que entraba en default. Hoy por hoy Renova, es a través de una serie de contratos amañados que existen, explotada en un 100% por Glencore que se ha convertido gracias a estos manejos societarios y financieros, en la principal empresa exportadora de aceite vegetal de la Argentina. “En Harina tendría que chequear los datos, a ver qué es lo que dice el Banco Central, pero por lo menos lo que es aceite vegetal, aceite de soja, es el principal exportador superando a Cargill superando a Dreyfus, Bunge y Cofco. Glencore es una empresa de pésima reputación internacional, de hecho, su fundador estuvo 20 años prófugo de la justicia de los Estados Unidos ya que estuvo implicado en fraude financiero, en fraude fiscal y alrededor del mundo no hay casos de daño ambiental, de explotación de trabajo, o uso de mano de obra esclava que no esté implicado Glencore. De la misma manera que está en FinCEN, en los Panamá Papers, en cuanto a escándalo financiero y lavado de activo exista, está el nombre de Glencore. Más cercano en el tiempo y en el espacio, el año pasado en los Estados Unidos, Glencore fue condenado a pagar una multa de 1.100 millones de dólares, ya que se declaró suelto de cuerpo, culpable de mantener, propender y formar una red de jueces y funcionarios públicos subordinados a los efectos de ganar licitaciones públicas, a los efectos de ganar contratos, a los efectos de que no se le abran causas judiciales, red de funcionarios y jueces que tenía esparcidos por Europa, por los países de África, y también por los países de Sudamérica”.
Queda claro que es Glencore quién se está quedando hoy por hoy con la mayor extrusora de soja de la Argentina y del mundo en desmedro de Vicentin, a quien le está fagocitando sus principales activos ¿Qué queremos decir con todo esto? «Que al caso de Vicentin no lo tenemos que analizar desde una perspectiva únicamente de una estafa que comete una empresa, lo tenemos que ver con el lente de lo que es el comercio granario transnacional, lo tenemos que ver con el lente de cómo se comportan las transnacionales a nivel global, de cómo hacen sus negocios financieros a nivel global, y cómo las transnacionales coparon la exportación granaria en la Argentina. Esto se trata claramente de una cuestión estratégica para toda la economía nacional, la exportación granaria no es algo ajeno, los dólares que hoy no tenemos en el banco central y que hacen que estemos transitando un proceso inflacionario, son los dólares que nos deberían entrar por el comercio granario y que no están entrando, ya que esos dólares son manipulados en estas transacciones que hemos descrito sucintamente. Todas ellas capitaneadas por un conglomerado de transnacionales del cual recientemente y gracias a la fagocitación de Vicentin, Glencore se está convirtiendo en líder de esa liga de transnacionales que monopolizan el comercio granario argentino”.