El BCE realizará un análisis técnico de sus estímulos
En las actas de su última reunión del Banco Central Europeo, celebrada en Malta, la entidad dijo que prevé que va a tardar más tiempo en lograr su objetivo de inflación por debajo pero cerca del 2 %.
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- Nov 19, 2015
El Banco Central Europeo (BCE) realizará en diciembre «un análisis técnico de sus actuales estímulos de política monetaria» y revisará todas las opciones posibles en caso de considerar necesario una relajación mayor.
En las actas de su última reunión, celebrada en Malta y publicadas hoy, el BCE dijo que prevé que va a tardar más tiempo en lograr su objetivo de inflación por debajo pero cerca del 2%.
Los precios de la energía más bajos y los recientes movimientos de las tasas de interés, sugieren una revisión a la baja de las perspectivas de inflación, según las actas.
En la reunión del pasado 22 de octubre, el consejo de gobierno se mostró preocupado por esa revisión a la baja de las perspectivas de inflación, especialmente si está relacionada con un retraso del cambio de tendencia de la inflación subyacente, que no tiene en consideración los elementos más volátiles como el precio de la energía y los alimentos y que también está muy baja.
«Esto implicaría una extensión mayor del período prolongado de baja inflación y un retraso mayor de la vuelta de la inflación a niveles en línea con el objetivo de inflación a medio plazo», según el BCE.
A diferencia con otros bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed), el principal mandato del BCE es sólo mantener la tasa inflación por debajo pero cerca del 2%, y no impulsar el crecimiento y la creación de empleo.
La tasa de inflación de la eurozona se contrajo en septiembre 0,1%, desde el 0,1% de agosto, por una caída mayor del precio de la energía, mientras la inflación subyacente se mantuvo en 0,9%.
Los mercados prevén que el consejo de gobierno del BCE decidirá en la reunión de comienzos de diciembre aplicar más estímulos monetarios, como la compra de cantidades mayores de deuda soberana.
Estas expectativas han contribuído a depreciar el euro hasta unos 1,06 dólares, lo que intensifica la desaceleración de la suba de los precios.