LUNES, 25 DE NOV

El derrumbe del trabajo

Según estadísticas del Ministerio de Trabajo se perdieron casi 90.000 empleos en un año, en sectores perjudicados por la baja del consumo y en los que fueron beneficiados por la reducción de retenciones.

Por Raúl Dellatorre

La contracción interanual más relevante se observa en el sector de la construcción, con una disminución en los últimos doce meses de 62.376 puestos de trabajo, que representa una pérdida del 13,4 por ciento de los empleos existentes un año atrás. En la evolución mensual, si bien se observa una desaceleración en la caída (240 empleos perdidos contra 2104 en junio, 826 en mayo y 3718 en abril), la variación sigue siendo negativa. Este sector explica, por sí solo, el 70 por ciento de la caída en el empleo privado registrado sobre el cual informa la Subsecretaria de Estudios Laborales.

El otro gran sector con fuerte pérdida de empleo entre julio de 2015 y el mismo mes de 2016 es Industrias Manufactureras, con 34.489 puestos perdidos. Esto representa el 2,8 por ciento del total de los empleos registrados en el sector privado manufacturero. En el caso del empleo fabril, la variación del último mes no trae las señales de desaceleración que muestra el caso anterior, el de la construcción. La contracción en el empleo industrial afectó, entre junio y julio de este año, a 2891 puestos de trabajo. Estas cifras, de origen oficial, dejan a las claras los rubros donde la crisis económica, producida por la devaluación cambiaria, la pérdida de la capacidad adquisitiva del mercado interno y la apertura importadora, golpeó con más fuerza.

Quizás más sorprendente resulte que los otros dos rubros con descenso importante en el empleo privado registrado sean Agricultura y ganadería, con 6941 puestos menos que un año atrás, y Minería, con una baja de 5633 empleos. Ambos sectores habían sido privilegiados por la política de quita de retenciones apenas asumió el nuevo gobierno, a lo que se suma el impacto de la devaluación sobre rubros esencialmente exportadores. Sin embargo, el impacto sobre el empleo en estos sectores da cuenta de que el beneficio no es homogéneo para todos los que lo integran. En el caso del agro, el cultivo de granos exportables resultó ampliamente favorecido, pero es el que menos empleo genera. En cambio, los cultivos de las economías regionales sufrieron el efecto negativo de la caída del poder de compra del mercado interno y atraviesan, muchos de ellos, crisis importantes. Es en estos renglones donde se asienta la principal capacidad de creación de empleo. En el agro, la caída interanual de puestos de trabajo fue del 2,2 por ciento, mientras que en la minería la variación representa una pérdida del 6,4 por ciento del empleo registrado hace un año.

 

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