MARTES, 26 DE NOV

El Puente, un lugar de expresión y encuentro para usuarios de salud mental

Dentro del Hospital Roque Sáenz Peña se realizan talleres de arte y formación destinados a pacientes psiquiátricos, pero también para vecinos de la zona. Conocé más sobre el grupo en este informe de Conclusión.

Por Guido Brunet

Desde el dispositivo de salud mental del Hospital Roque Sáenz Peña nace El Puente, un grupo que realiza talleres de arte y formación tanto para pacientes (internos o no), como para vecinos interesados en sumarse al grupo.

En el interior del hospital se realizan diversos talleres tanto artísticos como educativos: alfabetización, cine, poesía, teatro, comunicación, construcción de objetos, entre otros, son los talleres a los que asisten los miembros de El Puente.

El grupo se une de lunes a viernes de 9 a 13 dentro del Hospital. Y la agenda está completa, ya que los lunes se realiza el taller Audiovisual, los martes Teatro, los miércoles es el turno de la Escritura, Pintura y Alfabetización, los jueves se realiza Construcción de Objetos y los viernes Técnica Corporal, Cine y Percusión.

Susana Pignante, médica del Roque Sáenz Peña, explica que “el objetivo es que cada uno pueda expresarse o comunicarse a través de lo artístico. Todos tenemos un potencial para desarrollar y para algunos es más fácil un lenguaje que otro para comunicarnos. Entonces el espacio funciona como un abanico de talleres. Es una forma de poder crear salud. Porque cuando uno puede expresarse y comunicarse libremente y encontrarse con otros en una actividad, eso es muy saludable”.

«Lo saludable del espacio que yo rescato es que hay respeto entre todos, mucha comprensión, no hay competencia, cada uno hace lo que puede. Y es muy complicado encontrar esto en la sociedad porque uno sale a la calle y es más común la violencia que el encuentro y acá lo que prima es el encuentro con el otro, el aceptar al otro tal cual es y desde ahí construir lo que se pueda construir», resalta Pignante.

«Cuando uno puede expresarse, comunicarse libremente y encontrarse con otros en una actividad, eso es muy saludable”

Los médicos además afirman que los beneficios terapeuticos del programa son más que visibles, ya que a los pacientes se les ha bajado notoriamente la medicación.

Sebastián Carpignano, responsable de talleres, afirma que “la salud existe antes que la enfermedad. La mayoría vemos la salud a partir que estamos enfermos». También comenta que «acá los miembros están con un par, entonces pueden decir lo que les pasa. A diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos, porque a muchos incluso en la propia familia se los aísla. Aquí lo pueden compartir porque al resto le pasa lo mismo». El coordinador de los espacios destaca que los mismos «son un lugar de expresión, entonces terminan siendo terapeúticos”.

Una forma de expresión libre

El Puente funciona como «forma de expresión libre». Así lo vive Sergio, uno de los usuarios del grupo, porque «a los pacientes de salud mental se les llama usuarios, no pacientes», aclara el tallerista.

«El arte y la salud van de la mano. Y el trabajar con otros también es positivo porque el aislamiento es perjudicial para la salud mental de las personas», explica Sergio.

iPor su parte, Gustavo, otro de los integrantes de El Puente, comenta: «Venir acá ayuda a la creatividad y a que uno se despeje, a salir un poco de los problemas que uno tiene en la casa».

Algunos integrantes del grupo además producen un programa de radio junto con miembros de Casa del Paraná, una casa club para personas con padecimientos psiquiátricos. En la sección Cultura del programa se leen los textos producidos durante los encuentros en El Puente.

Uno de los escritores es Eduardo Aguilera, quien con casi 40 años aprendió a leer y escribir en el taller de Alfabetización, y al poco tiempo estaba escribiendo poesías que se convirtieron en un libro publicado por la editorial municipal. «Nunca pensé que iba a pasar todo esto. Yo no sabía escribir ni mi nombre«, relata Eduardo. Un caso similar es el de Hugo, quien aprende lectura y escritura y dibuja pájaros del litoral en el taller de Pintura.

El Puente comenzó hace nueve años como taller de lectura con algunos pacientes, y poco después se incorporó el taller de velas, se conformó una biblioteca y poco a poco se fueron sumando más actividades. Hoy por hoy son cerca de 20 personas las que participan activamente de los espacios.

Durante octubre, mes en que el grupo cumplió años y lo celebró con la presentación de una obra de teatro, además de llevarse a cabo una muestra de los talleres que se realizan en el lugar, una radio abierta y muestra de cortometrajes.

Como todo puente, este funciona como un conector entre personas. Es un espacio de creación, comunicación y arte, donde lo único que importa son las ganas de participar y aprender. Pero es mucho más que eso, es también encontrarse, convivir y vincularse con el otro. Para así construir un lugar de expresión libre, lo que no puede generar otro resultado que el mejoramiento de la salud.

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