El puerta a puerta vuelve en un «momento crítico» del consumo interno
Así lo advirtieron los economistas Eduardo Luis Fracchia y Carlos Marcelo Belloni, del IAE Business School, la Escuela de Negocios de la Universidad Austral, tras el anuncio oficial sobre el nuevo sistema para comprar en sitios del exterior.
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- Ago 28, 2016
El servicio de «puerta a puerta» por compras en el exterior volvió a ser habilitado en un momento crítico para el consumo interno, que podría verse agravado por la mayor demanda externa en detrimento de las adquisiciones de origen nacional, lo cual no colaborará en reducir la inflación pero sí podría impulsar los despidos en las pymes.
Así lo advirtieron los economistas Eduardo Luis Fracchia y Carlos Marcelo Belloni, del IAE Business School, la Escuela de Negocios de la Universidad Austral, tras el anuncio oficial sobre el nuevo sistema para comprar en sitios del exterior.
El incremento en el tope del monto y en la cantidad de compras anuales podrían impulsar las importaciones en detrimento del comercio local.
El diferencial de precios es una variable clave dado que según Came, los valores promedio de una amplia gama de productos pasibles de importación serían 67 por ciento menores a los locales.
Además el impacto posiblemente sea mayor al esperado ya que el comercio electrónico es una actividad que creció 60% promedio en los últimos tres años y se espera que continúe con esa tendencia en 2016 (Cace).
La pérdida de competitividad de la economía es otro factor relevante, advirtieron Fracchia y Belloni y señalaron que entre enero de 2014 (cuando se impusieron las restricciones) y junio de 2015, la apreciación del tipo de cambio real fue de 12% respecto del dólar y de 23% respecto del multilateral.
Esto implica que hubo un importante encarecimiento relativo de los bienes y servicios domésticos con respecto a los principales socios comerciales.
En cuanto al impacto en la economía local, las Pymes serán claramente las más afectadas, dijeron los economistas.
La relajación a las trabas para las compras al exterior llega en un momento «crítico» luego de que las ventas minoristas cayeran en junio (-9,8% anual) y julio (8,1% anual) por sexto y séptimo mes consecutivo siendo el rubro más afectado ‘Electrodomésticos y artículos electrónicos’ (Came).
El retorno de las compras al exterior podría profundizar la caída de las ventas, en particular en los sectores donde más vienen creciendo las compras por internet: electrónica e indumentaria.
En relación al mercado de trabajo, las Pymes aportan el 80% del empleo en general y más del 90% del empleo informal del país.
La probable caída en las ventas contribuiría con la creciente vulnerabilidad laboral que se viene observando como consecuencia del traspaso de empleados hacia la informalidad.
En términos del comercio exterior, el impacto no sería importante en cuanto a la evolución de las importaciones pero sí en términos del balance comercial.
Mientras que en mayo de este año las importaciones alcanzaron un total de u$s4.904 millones, el superávit acumulado de los primeros cinco meses es de u$s350 millones.
El aumento de las importaciones resultante de esta medida podría volcar la balanza nuevamente hacia el déficit.
El objetivo de la medida pareciera estar vinculado al «disciplinamiento» de los precios domésticos para alcanzar la meta inflacionaria del 25%, opinaron los economistas.
Sin embargo, la tasa de crecimiento del índice de precios para los bienes ya descendió al 3,1% mensual en junio y a 2% en julio, según el Indec.
Además el impacto en la reducción de la inflación puede no ser demasiado importante debido a que el mayor peso relativo en el índice general lo poseen los capítulos ‘Alimentos y bebidas’ y ‘Transporte y comunicaciones’.
Si bien la medida adoptada por el gobierno está en línea con la idea de llevar a la economía hacia una relación más «normal» con el mundo, el impacto negativo sobre las pymes puede profundizar la crisis, concluyeron Fracchia y Belloni.