Idiazábal, el día después de la inundación
Los pobladores de la localidad cordobesa están regresando a sus hogares, después que el temporal en la zona sumergió casi totalmente el perímetro habitado y zonas aledañas.
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- Mar 16, 2015
Mientras los pobladores de la localidad cordobesa de Idiazábal emprenden el paulatino regreso a sus hogares tras el devastador temporal que arrasó con casi la totalidad de sus mobiliarios y otros bienes materiales, afectivos e historias de vida, no sólo enfrentan la reconstrucción de la infraestructura, sino también el desempleo y el impacto económico por las inundaciones de los campos productivos.
«Se han generado canales de diálogos con el Gobierno nacional y con el Gobierno provincial, incluso desde la solidaridad, para que entre todos reconstruyamos la infraestructura dañada y estamos esperanzados en la recuperación de nuestro pueblo», manifestó a Télam el intendente de Idiazábal, Eliberto Favalli.
No obstante, Favalli sostuvo que el temporal no solamente trajo problemas que tienen que ver con las viviendas y la pérdida de otros bienes, sino que a ello «se suma la preocupación por la inundación de las miles de hectáreas de campos de cultivos».
«La agricultura es nuestro principal recurso económico (soja, trigo y maíz). Estamos a 20 días de las cosechas y los campos cultivados están inundados. No hay piso, no hay camino para que las maquinarias puedan cosechar. Aunque baje el agua, la capacidad de cosecha ya está altamente resentida y con riesgos de perderlo todo», advirtió el mandatario local.
«Resentir o perder la cosecha está asociada directamente a la fuente de empleo. La reconstrucción de la infraestructura pública y privada podemos enfrentarla entre todos, pero debemos garantizar el sostenimiento del empleo, porque sumar una preocupación más a la gente no va a ayudar», alertó el intendente, y dijo que hasta el momento no se pudo relevar la cantidad de hectáreas de cultivo afectada.
Favalli supervisa personalmente la logística y las obras que se realizan en cada rincón de esa localidad del departamento Unión, a unos 232 kilómetros al sureste de la capital de Córdoba y que fue la más castigada por los temporales que afectaron la provincia desde el 25 de febrero último.
Osvaldo Testa, jefe de Bomberos de la vecina localidad de Ordóñez, tiene a cargo la supervisión de las cuadrillas de limpieza del lodo y barro en las calles de Idiazábal para recuperar lentamente la transitabilidad peatonal y vehicular.
«Estamos tratando de recuperar la refuncionalización de los edificios y de los espacios públicos. Los pisos y las mamposterías fueron los más dañados», explicó, y añadió que en muchos inmuebles la reposición del servicio de electricidad va a demorar por la humedad en las paredes y en las cañerías de instalación de los cableados.
Testa mencionó que el organismo de Vialidad de la provincia ya está trabajando en la reparación de los tramos dañados en las rutas de la zona. «Necesitamos de manera urgente recuperar la movilidad del comercio y de todo el sistema que genera movilidad económica», manifestó.
También detalló que de a poco se va recuperando el funcionamiento de las cloacas, telefonía e Internet, mientras tanto se releva el estado de las conexiones domiciliarias de agua potable cuya provisión, hasta hoy, no ha sido reestablecida.
Andrea González, vecina de Idiazábal, auguró como «muy complicado afrontar los costos de reparación de viviendas, lo mismo que la recuperación de amoblamientos y electrodomésticos. Los ingresos económicos son prácticamente nulos porque no hay actividad comercial. No hay ingresos», dijo con preocupación, y en ese sentido sostuvo que se espera la «contención económica» desde el Estado.
Durante el fin de semana varios grupos solidarios se sumaron a colaborar en la limpieza de los edificios, tal el caso de un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María (Unvm), quienes a pesar de la llovizna cumplieron con el objetivo.
«Queremos retribuir, con nuestra mano de obra, parte de lo que el Estado nos da gratuitamente para formarnos académicamente. Es lo menos que podemos hacer», dijo con tono de satisfacción y agradecimiento Matías Sánchez, uno de los colaboradores solidarios.
Los organismos nacionales también tienen presencia activa en Idiazábal, como la sucursal de la Anses de Bell Ville que con sus oficinas móviles se traslada permanentemente hasta el lugar para «relevar casa por casa» la magnitud de los daños, a los efectos de liquidar el suplemento social excepcional establecido en el Decreto 343/15 por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a los damnificados.
«La Presidenta ha emitido un instrumento en donde da directivas concretas para garantizar la protección social de los titulares de derecho de seguridad social», destacó a Télam el titular de la Unidad de Atención Integral (Udai) de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) de Bell Ville, Martín Gila.
«La Anses es la columna vertebral en la universalización de derechos. Estamos realizando un trabajo intenso para atender las situaciones de mayor vulnerabilidad y de otras necesidades, en particular en Idiazábal por la magnitud de los daños, pero estamos llegando a más de 80 localidades de Córdoba» que han sido alcanzadas por las inclemencias meteorológicas, precisó Gila.
Los móviles del Registro Nacional de las Personas (Renaper), del Ministerio de Desarrollo Social, de Acceso a la Justicia y de otras dependencias nacionales, sumados a la juventud militante solidaria de las agrupaciones políticas y sociales de Unidos y Organizados, se suman a la tarea de recuperar el poblado.
La población de Idiazábal fue la más castigada por los violentos temporales que se registraron desde el 15 de febrero y hasta el 3 de marzo último. La totalidad de los casi 1.500 habitantes tuvieron que ser evacuados en localidades vecinas por el devastador daño ocasionado por las inundaciones.