VIERNES, 15 DE NOV

Juguetes artesanales: una cuota de creatividad para el Día del Niño

Objetos de madera, 'caseros' y no industriales se imponen con más fuerza desde los últimos años. En la ciudad, "Juguetes Ponios" es una de las opciones que busca que los niños "no vean todo plástico, que se conecten con otros materiales, otras formas".

 

El retorno a los juguetes didácticos, construidos en forma artesanal y con materias nobles como la madera es la base de «Juguetes Ponios», un proyecto familiar surgido en la ciudad de Rosario a los fines de aportar juegos que «fomenten la creatividad y perduren en el tiempo».

Se trata de juguetes y juegos hechos en madera y pintados total o parcialmente con colores básicos, que además de entretener a niños de «todas las edades» busca que «no vean todo plástico, que se conecten con otros materiales, otras formas».

La propuesta surgió cuando Valeria, una de las creadoras junto a su pareja, Edgardo, y su papá, José, quiso hacerle un regalo a su sobrino mayor. Tras haber tenido experiencia en su escuela con la carpintería, y un padre que durante años trabajó en una fábrica de madera, se le ocurrió hacer un juguete artesanal, con ese material.

Así comenzó y hoy, cinco años después participan de la feria del Parque Alem al tiempo que reciben pedidos particulares vía web, aunque todavía no pueden venderlo en jugueterías, porque según explicó Valeria a Conclusión «prefieren comprar en cantidad, además de que por ser juguetes artesanales tienen otro precio, que muchas veces les parece elevado».

A pesar de esa realidad, aseguran que «las ventas vienen muy bien, mejor que el año pasado» y atribuyen el logro a la difusión que consiguieron a través de las redes sociales.

Entre las alternativas que ofrecen se destacan los rompecabezas, de dos a cien piezas, los juegos de encastre, las cajas de madera con cinco herramientas, pizarras, aviones, trenes, laberintos, y juegos de mesa para los más grandes, entre muchas otras opciones.

«Estamos muy felices, nos gusta mucho lo que hacemos porque nos recuerda a nuestra infancia, a los juguetes que teníamos de chicos», dijo la fabricante y agregó: «Nos gusta saber que el juguete les va a durar, porque no se va a romper y van a poder conservarlo a lo largo de los años».

Entre otras ventajas expresó que «el chico puede desarrollar la creatividad, se siente libre, y no se cansa del juguete, en cambio, con los típicos juguetes comerciales se entusiasman y sorprenden al principio por las luces y los sonidos, pero después se aburren».

El nombre «Juguetes Ponios», fue a raíz del dibujo japonés Ponyo. «Nos gustó la palabra y quedó así», cerró Valeria.

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