Lo que no ven: Pymes que bajaron la persiana
Desde el inicio de la gestión de Macri cerraron alrededor de 7500 pequeñas y medianas empresas.
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- May 19, 2018
En dos años y medio cerraron alrededor de 7500 pequeñas y medianas empresas y sólo en los últimos meses se conocieron distintos casos de quiebra o amenazas de cierre por los tarifazos, que contradicen los dichos del ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Un informe realizado por la Confederación General Empresaria de la República Argentina afirma que las pymes necesitaron vender hasta 14 veces más en los últimos tres años para cubrir el costo de la energía.
La cadena de electrodomésticos e informática Musimundo cerró diez sucursales en diferentes puntos del país por la baja del consumo y la suba de costos operativos derivada de la suba de las tarifas.
El famoso Café de la Ciudad, ubicado desde 1986 en Corrientes y Carlos Pellegrini, cerró y los dueños informaron que fue porque no podían hacerle frente a los aumentos de las tarifas.
La tradicional casa rosarina de empanadas El Gran Pipón concluyó sus 37 años de historia, por “tarifazos de servicios e incremento del alquiler”. El Frigorífico Aconcagua dejó el negocio de cámaras de frío ante la crisis del sector frutícola y el incremento de la tarifa eléctrica. La compañía inició su actividad en 1946.
Al borde de la quiebra se encuentra la cristalería El Progreso. La cooperativa recibió una boleta de gas con un valor cercano al millón y medio de pesos, sumado a otra de luz de 120 mil.
La fábrica de alfajores Estancia El Rosario tambalea por el alza de los costos y del financiamiento. Sus dueños negocian una salida con inversores, sindicato y el gobierno santafesino.
La metalúrgica Metalkrom anunció despidos tras la resolución judicial por tarifas que dictó la “inadmisibilidad” del recurso de amparo presentado por la firma para que se retrotraigan los servicios a noviembre de 2016.
La tradicional Vauquita está al borde de la quiebra por el precio del gas. La compañía pasó de abonar 42.000 pesos de gas y luz a casi 150.000 pesos. Lo mismo sucedió con la chocolatería Arrufat, que, en Pascuas, debió rematar sus huevos de chocolate para pagar los servicios.
La cooperativa Cueroflex emplea a 80 trabajadores y su continuidad está en duda tras de recibir una factura de luz de más de 6 millones de pesos, que se suma a anteriores boletas impagas.
Fuente: Página 12