VIERNES, 22 DE NOV

Otra vez al banquillo: Los Monos irán a juicio por narcotráfico

Fiscales Federales solicitaron al Tribunal Federal Nº 4 elevar la causa en la que están imputados 32 integrantes de la supuesta banda y que señala como cabecillas a Ariel Máximo Cantero y a Jorge Emanuel Chamorro.  

La fiscal Adriana Saccone, a cargo de la Fiscalía Federal n°3 de Rosario, y Diego Iglesias, fiscal federal a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), solicitaron al Juzgado Federal n°4 de esa jurisdicción la elevación a juicio de 32 integrantes de la banda narcocriminal conocida como «Los Monos», entre quienes se encuentran sus presuntos líderes, Ariel Máximo Cantero y Jorge Emanuel Chamorro. De acuerdo a la investigación, ambos imputados continuaron digitando el funcionamiento de la empresa criminal incluso después de haberse producido su detención y alojamiento en la Unidad Penitenciaria de Piñeiro, en la provincia de Santa Fe, donde  se encontraban a disposición de la justicia provincial. A tal fin, impartían directivas que eran ejecutadas por sus respectivas parejas, Vanesa Barrios y Jesica Lloan, quienes de este modo se ubicaban en las líneas superiores de la organización criminal.

La causa

La investigación tuvo su inicio el 19 de noviembre de 2014 a partir de una comunicación efectuada a la Fiscalía Federal n°3 de Rosario por parte de la Superintendencia de Drogas de Peligrosas –sección Rosario- donde se puso en conocimiento que el día previo personal de esa dependencia había observado la posible comercialización de estupefacientes en la intersección de las calles Chávez y Laprida, en la zona sur de la ciudad.  Desde entonces, la labor de la Fiscalía apuntó a desentrañar a los responsables de los distintos roles y jerarquías, desde los “soldaditos” encargados de custodiar los puntos de comercialización hasta los encargados de proveer el material estupefaciente, incluyendo a quienes facilitaban el almacenamiento y la logística a la organización.

A fines de noviembre de 2015, en el marco de un mega-operativo que incluyó medio centenar de allanamientos en barrios del centro y sur de Rosario, y en las provincias de Corrientes y Chaco, las fuerzas de seguridad detuvieron a 22 integrantes de la organización delictiva, al tiempo que secuestraron cerca de 500 kilogramos de marihuana, 5 kilogramos de cocaína, precursores químico, armas y vehículos. Un mes después, el titular del Juzgado Federal n°4 de Rosario, Marcelo Bailaque, dispuso el procesamiento de 23 personas vinculadas –directa o indirectamente- a “Los Monos”, entre ellos Máximo Cantero y Jorge Emanuel Chamorro.

La extensa presentación efectuada por los fiscales repasa en detalle el enorme caudal probatorio recolectado durante la investigación, entre el que sobresale una importante cantidad de intervenciones telefónicas que dan cuenta no sólo del vínculo entre los distintos imputados sino del rol y la jerarquía desempeñada por cada uno de ellos, llegando así a quienes estuvieron directamente relacionados con la toma de decisiones.

«Ha quedado demostrado a lo largo de la pesquisa, en virtud de las tareas de investigación, las intervenciones telefónicas y los allanamientos concretados por las fuerzas policiales, que la estructura criminal desbaratada fue orquestada y dirigida desde sus lugares de detención por los imputados Cantero  y Chamorro, conformando cada uno de ellos un binomio con sus respectivas parejas», consignaron los fiscales.

Una organización compleja

Los representantes del Ministerio Público Fiscal consideraron asimismo acreditado que la organización criminal funcionó al menos entre el mes de noviembre de 2014 y noviembre de 2015 con epicentro en la ciudad de Rosario y que los integrantes actuaron en todo de momento de manera coordinada y con una tarea específica, desde los encargados de comercializar la droga en los distintos puntos de venta o acondicionar el material estupefaciente para su posterior distribución hasta aquellos que gestionaban la provisión y el control de las ganancias. «Dicho esto, se advierte que todos los miembros de la organización se acomodaron conforme un esquema jerárquico que permitió distinguir el papel más preponderante de algunos por sobre el aporte menos trascendente –aunque necesario- de otros», consideraron los fiscales.

Sobre este punto, los fiscales destacaron que los elementos reunidos durante la instrucción permiten identificar con claridad a Cantero, Chamorro y sus respectivas parejas en el eslabón superior de la organización. En este sentido, las intercepciones telefónicas dan cuenta que, desde su lugar de detención, se comunicaban frecuentemente con sus parejas a fin de determinar los ingresos y egresos monetarios de la empresa ilícita, coordinar el pago de determinadas deudas, conseguir armamento o contratar “muchachos” para custodiar los puntos de venta, circunstancias que dan cuenta de que los cuatro imputados mantenían el dominio sobre la logística económica de la organización, «impulsando el flujo de dinero según las necesidades del negocio». En efecto, las eventuales detenciones de cuadros intermedios e inferiores de la pirámide jerárquica no resintieron el andamiaje ni el funcionamiento de la organización ya que el control ejercido por las dos parejas sobre el plan delictivo y las acciones de sus subalternos, «dotó a estos últimos de cierta fungibilidad, dificultándole poderosamente a las fuerzas de seguridad el desbaratamiento de esta maquinaria narcocriminal».

Calificación legal

Los fiscales solicitaron que Ariel Máximo Cantero, Jorge Emanuel Chamorro, Vanesa Jaqueline Barrios y Jesica LLoan respondan en el debate oral y público como organizadores de una estructura criminal destinada al tráfico de estupefacientes, en la modalidades de transporte, fabricación y comercialización, en la que tuvieron intervención más de tres personas de forma organizada (artículo 7° en función del artículos 5° inciso “b” y “c” y 11° inciso “c” de la ley 23.737).

También solicitaron que los acusados Horacio Castagno y Daniel Monserrat sean juzgados como autores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de fabricación y comercialización, agravado por la intervención organizada de más de tres personas;  Luis Cesar Peñalba y Luis Pedro Peñalba como partícipes necesarios del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte agravado por la intervención de tres o más personas (artículo 5° inciso “c” y 11° inciso “c” de la ley 23.737); Elías Javier Sánchez, Elizabeth Soledad Cocimi y Andrés Pablo Lasalle como coautores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte agravado por la intervención de más de tres personas; y Cristian Oscar Torancio como autor del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de almacenamiento agravado por la intervención de tres o más personas. Asimismo, requirieron que el resto de los imputados sean juzgados como coautores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio, agravado por la intervención organizada de 3 o más personas.

Por último, los representantes del Ministerio Público Fiscal pidieron que se extraigan testimonios de todo lo actuado a efectos de continuar la investigación en relación con aquellas personas que en la actualidad se encuentran prófugas.

 

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