Vecinos del Cordón Industrial denuncian que hay un relleno de residuos químicos
Problemas en las vías respiratorias y en la piel, sumado a una ordenanza que no se cumple y falta de control por parte del Estado, es la situación de los pobladores de Puerto San Martín, Timbúes y Fray Luis Beltrán.
- Región
- Oct 27, 2016
Por Candelaria De la Cruz
Vecinos del Cordón Industrial denuncian humo, malos olores y consecuencias en la piel por la instalación de un horno incinerador y un relleno de residuos químicos peligrosos. Pobladores de las localidades de Puerto General San Martín, San Lorenzo, Fray Luis Beltrán y Timbúes formaron la organización “Vecinos Autoconvocados por la Vida» que día a día repudian la actividad de esta empresa y esperan una respuesta por parte del Estado.
A pesar de la sanción de la Ley 24.501 que habla de la generación, manipulación, transporte y tratamiento de los residuos peligrosos y describiendo en su artículo 1º la consideración de “peligroso – a los efectos de dicha ley-, a todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general (…)”, la justicia y el estado sigue habilitando la instalación de estas empresas contaminando de manera progresiva a los habitantes que rodean el cordón industrial.
La empresa Pelco SA (ex Termosán) se instaló en 2007 en Puerto General San Martín y, según los vecinos, formaron un relleno de residuos peligrosos siendo que ya que había sido rechazado en varias localidades de la zona. Desde ese entonces, conociendo las consecuencias de esta actividad, ciudadanos de las diferentes localidades comenzaron a realizar numerosas movilizaciones.
«Es ilógico que estén cerca de una zona urbana, teniendo en cuenta que todo lo que es el transitado de residuos peligrosos tiene que pasar sí o sí por zona urbana para llegar a la empresa, no hay otra forma de acceso, con todo el riesgo que eso significa, un derrame de residuos peligrosos puede provocar cualquier cosa», relató Daniel Núñez, habitante de Puerto General San Martín, en diálogo con Conclusión.
En el año 2010 con la junta de 1.500 firmas presentadas en el Concejo Deliberante de Puerto General San Martín se aprobó la Ordenanza Nº 28/10, prohibiendo la incineración y la construcción de rellenos de seguridad. El incinerador de Termosán (que luego cambió el nombre a Pelco SA, grupo al que siempre perteneció) siguió funcionando de manera incorrecta y contaminando a toda la población puertense y a la de ciudades vecinas, como Timbúes la cual está muy comprometida por su cercanía, según le dijeron vecinos a este medio.
“Cuando logramos la ordenanza, pensábamos que el horno se iba a cerrar y que el relleno no se iba a aprobar, en el mismo año nos instalan un mismo horno incinerador que pasó de quemar 1 tonelada diaria a más de 30 toneladas diarias y años después nos enteramos también del funcionamiento del relleno”, explicó Núñez.
Cabe aclarar que el humo de esta empresa se esparce en varias localidades, entre ellas, Puerto General San Martín que está a un kilómetro y a sólo 1.200 metros de este incinerador se encuentran los primeros barrios de Timbúes.
En un informe realizado por la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), avalado por estudios realizados por la Universidad Tecnológica Nacional, se demostró en 2009 que la descarga de los agentes cancerígenos excedió en un 52% a lo contemplado por la Ley Nacional de Residuos Peligrosos. A través de este informe quedó comprobado que la incineración de estos residuos producen dioxinas y furanos lo que Raúl Montenegro, presidente de Funam, en sus investigaciones considera que «es un cancerígeno humano cierto», según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, IARC. “Las dioxinas actúan a muy pequeñas dosis, se almacenan en tejido graso y son extremadamente persistentes. Los embriones, los fetos, las mujeres embarazadas, los bebés y los niños suelen ser los más afectados. Además, alteran el sistema hormonal y el sistema inmune. Producen sarcoma, endometriosis, malformaciones y otros daños en la salud», dicta el informe.
Casos cercanos…
Los habitantes de Timbúes se agregan a las localidades afectadas por la instalación del incinerador, a pesar de no estar tan cercana al Cordón Industrial, las consecuencias se comenzaron a notar. “El humo es muy notable y los malos olores que te secan la garganta y muchas veces asfixian, además hay problemas respiratorios, de asma, problemas en la piel, ampollas y granitos que antes no teníamos en toda la zona”, remarcó Núñez.
Y agregó: “La misma ceniza es tóxica y son tan tóxicas como el residuo en sí y esas cenizas se depositan en el relleno de seguridad y otra parte sale por la chimenea. El radio que abarca es hasta 12 kilómetros según estudios, eso también estaría afectando a más localidades”.
¿Posibles soluciones?
En 2010 y luego de reiteradas denuncias a la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe, se aprobó una resolución donde se aplicaban las pautas para un monitoreo continuo del aire. “Los aparatos se colocaron en 2013, funcionaron sólo un año, donde las mediciones dieron muy mal en Puerto General San Martín, pero no hubo novedades al respecto. Los aparatos se retiraron antes de cumplir el año de estar instalados con la excusa de calibrarlos y no los instalaron más hasta el año pasado que se colocaron debajo de un árbol entre dos paredes, dentro de la Municipalidad, así es casi imposible medir el particulado», indicó Daniel Núñez.
Según cuentan los vecinos y algo evidente es que la Municipalidad aprueba el uso del suelo y la provincia el estudio de impacto ambiental. La empresa funciona con el aval de los dos. Las dos entidades lo mantienen funcionando.
“Acá se permitió que toda la costa sea ocupada por empresas agroexportadoras, a su vez, el 80 por ciento del territorio se declaró industrial. Desde el año 1996 quedó sólo un 10 por ciento para lo residencial y la gente se empezó a acostumbrar y comenzó a mermar la lucha, a punto tal que empiezan a caer estas empresas como Pelco SA”, concluyó Núñez.
Fotos: «Gentileza Vecinos Autoconvocados por la vida»